29 abr 2017

Mar Chiquita podría subir y alerta a Miramar

 


La Voz del Interior (29/04/2017)
Otra gran crecida de la Mar Chiquita pone en alerta a Miramar

La laguna está subiendo y rozaría, en julio o agosto, los niveles máximos históricos. Un caudal inusual del río Dulce ya está dejando bajo agua la zona de los bañados. En la zona de los bañados, la inundación ya empezó
La quinta laguna salada más grande del mundo y la primera maravilla natural de Córdoba sube y baja, desde hace siglos. Ahora está en pleno ascenso y se aguarda que hacia julio o agosto llegue a niveles similares a los de sus mayores crecidas históricas.
La laguna Mar Chiquita viene engordando desde hace tres años, de la mano de lluvias por encima de los promedios anuales habituales. Ahora, con una inusual crecida del río Dulce –su principal tributario–, pegará un salto más para rozar la marca del mayor incremento del último siglo, registrado en 2003.
Este fenómeno inquieta a Miramar de Ansenuza, el único pueblo asentado sobre sus costas. Allí, se preparan para evitar inundaciones urbanas con una certeza: no hay modo de que se repita la destrucción de aquella crecida –incluso menor a la actual– que hace 40 años dejó a medio pueblo bajo el agua y se tragó su potencial turístico por décadas.
Aquella vez –desde 1977–, la laguna avanzó sobre terrenos en los que nunca más se urbanizó y que quedaron, desde entonces, tapados por “la mar”.
En Miramar aseguran estar trabajando en medidas de prevención para mitigar daños.
La crecida del río Dulce está inundando ahora el extremo norte de la laguna, en la zona de los bañados, sobre el límite con Santiago del Estero. En esa región estiman que el pico se dará hacia fines de mayo, y que desde entonces se verá crecer la enorme laguna al menos en medio metro más. El aumento se agrega a un nivel que desde hace un año ya es alto.

Cálculos
Fabián López, ministro de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, anticipó que la laguna puede llegar “a sobrepasar los 71 metros” y recordó que “las defensas existentes en la zona céntrica de Miramar tienen 72 metros”. Apuntó además que “en la zona sur de la localidad podría generarse algún inconveniente, por lo que se está trabajando en medidas de protección”.
Adrián Walker, intendente de Miramar, precisó a La Voz que “la Provincia está realizando un monitoreo satelital diario, calculando el avance de la crecida. Hoy se están llenando los bañados, primero hacia el noroeste y luego el resto, y la laguna ya estaría empezando a recibir ese caudal”. Según indicó, técnicos de la Provincia y de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) están evaluando medidas posibles de protección.
“Se estima que la laguna aumentaría unos 50 centímetros de nivel respecto de hoy, que está bastante alta, con este aporte extraordinario del Dulce más las lluvias que estén dentro de lo normal en otoño. Para Miramar, hay que sumar la previsión del oleaje que genera el viento norte, que puede aumentar otros 50 centímetros el nivel en algunos días”, acotó.
Walker comentó que el nivel está hoy sobre los 70 metros sobre el nivel del mar. La cota para que no supere la costanera es a los 72. “A diferencia de otras crecidas, hoy tenemos la costanera, que actúa como defensa. Sin esa obra realizada años atrás hoy estaríamos en serios problemas, con agua dentro de la zona urbana”, sostuvo.
En Miramar, la laguna besa desde hace meses el terraplén de esa avenida costanera y ya ha tapado las playas centrales. En el último verano, por esa razón, esas playas tuvieron escaso uso turístico.
“No creemos que llegue al nivel de 2003, pero puede estar muy cerca”, interpretó el intendente. En 2003, superó los 71,5 metros e inundó algunos barrios, pero entonces no estaba la costanera de defensa.
En los ’70, el pueblo asomaba en la cota 68. Esta fue largamente superada por aquella crecida, que se tragó más de 100 hoteles, otras tantas viviendas y pasó al archivo lo que era una de las ciudades turísticas más activas de Córdoba.
Según Walker, la población local tiene ahora “cierta tranquilidad” ante el diagnóstico de estudios que –asegura– encargó la Provincia y que determinarían que el mar de Ansenuza no podría superar los 72 metros de la costanera, porque a partir de ese punto empezaría a desaguar, desde el norte, hacia Santa Fe y hacia la cuenca del río Salado. En el pueblo, no pocos vecinos dicen que quieren verlo para creerlo.
“Estamos trabajando con tiempo, viendo dónde sumar defensas. Si no ocurren otros eventos climáticos extraordinarios, como grandes lluvias sobre la misma localidad, no deberíamos tener problemas urbanos”, apuntó Walker.
Técnicos de Recursos Hídricos de la Provincia y de la UNC analizan por estos días el tipo de protecciones más útiles. Entre ellas, evalúan la colocación de rompeolas, estructuras flotantes con tambores que pueden

Turismo
Tras la debacle que generó hace 40 años que medio pueblo quedara bajo agua, Miramar logró recuperar en la última década parte de aquel esplendor turístico.
La laguna sube más rápido de lo que baja: la única vía de evacuación es por evaporación. Así, es una certeza que el próximo verano estará al tope. Una vez que se supere el estado de alerta, la prioridad del pueblo será llegar en aceptables condiciones a fin de año para recibir a los visitantes.
“Hay que empezar a diseñar cómo y donde crear nuevas playas”, marcó Walker. “En la principal, ya colocamos una protección con geotubos para evitar que se erosione y se la lleve”, anticipó.

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En la zona de los bañados, la inundación ya empezó

El Gobierno de la Provincia dispuso, hace 10 días, la “alerta amarilla” por la crecida que registra el río Dulce (o Salí), que baja desde el norte del país y es el principal tributario de la laguna Mar Chiquita. Los ríos cordobeses Suquía y Xanaes son los otros aportantes, de menor magnitud.
El Dulce ya tuvo su pico, con un registro muy inusual de 1.700 metros cúbicos por segundo, medidos en río Hondo. Esa crecida es la que está llegando ahora a la zona de los bañados que anteceden a la laguna. Las mediciones actuales ya marcan en río Hondo un volumen muy inferior, aunque aún significativo.
La zona de los bañados ya registra inundaciones y se ha iniciado un programa de evacuaciones preventivas de lugareños y de ganado. Claudio Vigneta, secretario de Gestión de Riesgo Climático y Catástrofes de la Provincia, señaló que en esa amplia zona rural viven 490 personas, en puestos o parajes dedicados a la ganadería. En la hipótesis de máxima, todos ellos deberían ser evacuados, al igual que unas 30 mil cabezas de ganado.
En algunos sectores, esa evacuación ya se concretó. En otros, se evalúa el avance de las aguas.
Vigneta indicó además que Vialidad Provincial está trabajando en el alteo de caminos, para aseg urar, principalmente, la conectividad vial entre Sebastián Elcano y La Rinconada, pueblos cercanos al áre a en potencia más complicada.
Numerosos cuarteles de bomberos voluntarios, con embarcaciones, están ya alistados para participar en casos de emergencias.
“Estamos preparándonos con una hipótesis de máxima para el caso de que tuviéramos una situación de catástrofe”, manifestó Vigneta.

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