12 nov 2015

Alertan sobre flexibilización en control de fumigaciones

El Puntal de Río Cuarto (12/11/2015)
Alertan que flexibilizar el control a las fumigaciones traería más enfermedades

La Asamblea Río Cuarto Sin Agrotóxicos cuestiona las propuestas para achicar las zonas donde está prohibido aplicar agroquímicos. Relativizan los estudios que hablan de escasa deriva de los pesticidas
Los efectos de los agroquímicos sobre la salud humana vienen siendo materia de fuerte controversia entre los sectores vinculados a la producción y los ambientalistas. En ese marco, la Asamblea Río Cuarto Sin Agrotóxicos advirtió que flexibilizar las regulaciones para las fumigaciones traerían aparejado un aumento en diferentes enfermedades. Dio a conocer su postura en un documento donde cita estudios científicos que la avalan. Días pasados, entidades ligadas al agro deslizaron la idea de llevar la prohibición de uso de plaguicidas y herbicidas a tan sólo cien metros de zonas pobladas.
El 28 de octubre pasado, durante la jornada denominada “Salud y buenas prácticas: aplicación de fitosanitarios”, diferentes entidades vinculadas a la producción agrícola de alguna manera relativizaron los riesgos para la salud pública que supone la aplicación de agroquímicos.
En esa jornada de trabajo participaron Casafe, la Sociedad Rural, los Ministerios de Agricultura de la Provincia y la Nación y el Inta, en el marco de una serie de exposiciones que se vienen realizando en diferentes puntos del país.
Allí se articularon tres ejes fundamentales. Por un lado, que no hay daños severos a la salud por la aplicación de agrotóxicos, ya que es muy bajo el índice de intoxicación aguda. En segundo lugar, se sostuvo que la contaminación por la deriva de los químicos no supera los 70 metros. Por último, se propuso adaptar todas las legislaciones locales a 100 metros de resguardo para fumigaciones terrestres y 200 metros para fumigaciones aéreas. Es decir, menos de lo que exige la ley provincial de agroquímicos.
En la jornada, hubo una prueba a campo de fumigación aérea y terrestre, donde se midió la deriva del líquido. No obstante, Río Cuarto Sin agrotóxicos plantea sus discrepancias respecto del estudio.
“La técnica utilizada para el registro no mide correctamente la deriva total, ya que no tiene en cuenta el escurrimiento por agua y sedimentos que pueden afectar cuerpos fluviales y llegar a la población; tampoco el transporte vertical que puede contaminar las napas freáticas de agua dulce, ni la erosión de lo que queda en el suelo, ni la evaporación o volatilización del compuesto al momento de la aplicación”, dice un documento de la ONG.
“Asimismo -agrega el texto-, el tamaño de gotas que se genera con las pulverizaciones puede tener un mínimo de 5 micras, imposible de ver para el ojo humano, por lo tanto un gran número de microgotas podría estar impactando en las tarjetas pero no podríamos detectarlo”.
Por otro lado, le cuestiona al estudio que sólo mide un pequeño porcentaje de la deriva contaminación que ocurre al momento de la aplicación, pero no tiene en cuenta la deriva que se genera hasta 24 horas después de la aplicación que puede generar la revolatilización de los productos aplicados y su movilización por el aire.

Aumento de enfermedades
Para los ambientalistas, el punto central está dado por los estudios de impacto del uso de agroquímicos en la salud humana, sobre todo por la exposición de baja intensidad pero prolongada en el tiempo.
“Resaltamos un estudio realizado a pedido del Ministerio de Salud de la Nación, dado a conocer luego de un recurso de Habeas Data de la Cooperativa La Vaca, que señala que hay numerosos estudios que describen la presencia de alteraciones genotóxicas, mutagénicas e inmunológicas que pueden expresarse como asociación con cáncer, déficit neurológicos y neurocognitivos, de irrupción endocrina, malformaciones congénitas y problemas de fertilidad y de reproducción.
Además, recuerdan que las poblaciones de trabajadores agrícolas tienen un mayor riesgo de enfermedad de Hodgkin, linfoma no Hodgkin, leucemia, mieloma múltiple y cáncer de cerebro, estómago y próstata. Desórdenes neurodegenerativos como párkinson y alzhéimer también han sido asociados a exposición ocupacional a plaguicidas.
“Como resultado del estudio se observa que el área pampeana obtuvo los mayores índices de exposición a plaguicidas, duplicando el valor promedio del índice para la región noreste que obtuvo el segundo lugar, cipermetrina y clorpirifos se asocian con más mortalidad de cáncer de mama. Glifosato y clorimurón con cáncer total en varones. En poblaciones de aplicadores se encontraron aumentados síntomas generales cardiorespiratorios, dérmicos y daño genotóxico. A su vez se establece que los niños de estas familias se encuentran en un contexto de alta vulnerabilidad”, dice el documento.

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