25 ago 2015

El problema político de la basura

La Voz del Interior (25/08/2015)
El problema político de la basura

Es indispensable que dirigentes y habitantes de la ciudad de Córdoba se comprometan con una política de Estado sobre qué hacer con los residuos urbanos, cómo tratarlos y reciclarlos.
Servicios públicos como el agua potable, las cloacas y la recolección y tratamiento de la basura forman parte de la problemática urbana más difícil de resolver, según lo prueban las experiencias en las principales ciudades del mundo.
Córdoba no escapa a esa generalidad. Sin embargo, sobre el tema de la basura, la Capital provincial no halló una respuesta definitiva durante las tres últimas administraciones, cuyos referentes intentarán, a través de distintas agrupaciones, obtener el apoyo de los ciudadanos para otro mandato al frente de la Municipalidad.
El servicio pasó de estar privatizado durante el gobierno de Luis Juez a otro manejado por una empresa estatal creada por su sucesor, Daniel Giacomino. Lo mismo sucedió con el predio de enterramiento sanitario, que se trasladó desde las proximidades de la localidad de Bouwer a otro sitio temporario, ubicado sobre la ruta provincial 5, cuyo uso y tratamiento fue cuestionado por los vecinos.
El Gobierno de la Provincia de Córdoba, a su vez, avanzó muy lentamente en la selección y habilitación de un predio, al cual podrán enviar los residuos los municipios que integran el Área Metropolitana Córdoba.
En cuanto a la prestación, la Municipalidad de Córdoba realizó una licitación internacional varios meses atrás. Al cabo de numerosas idas y vueltas, quedaron en condiciones de ser adjudicatarios los dos concesionarios actuales, cuyas prestaciones apenas son aceptables.
Las posturas son diametralmente opuestas entre Ramón Mestre y sus principales adversarios políticos, quienes –a grandes rasgos– sugieren una vuelta a la estatización del servicio y del enterramiento sanitario. Tampoco en el pasado esas tareas lograron la aprobación de la sociedad, pese a que los servicios también fueron costosos para las arcas del Palacio 6 de Julio.
La ciudad de Córdoba carece de una política de Estado sobre qué hacer con los residuos urbanos, cómo tratarlos y reciclarlos. El acuerdo es nulo sobre dónde deberían ser localizados y a qué tratamiento debieran ser sometidos para evitar la contaminación del ambiente y de las napas freáticas.
La carencia no compete sólo a la dirigencia política, sino a todos los habitantes de la ciudad, que muestran una total desaprensión con los residuos hogareños. Sacar las bolsas de basura a cualquier hora, arrojar los restos de la construcción y del cuidado de las viviendas en cualquier espacio verde o, más grave aún, en las cloacas, se han transformado en acciones cotidianas.
No hay una política permanente con la basura, en cuanto a la prestación del servicio, y tampoco sobre la conducta de quienes la generan. Esta actitud generalizada no es válida para encarar una solución integral a uno de los grandes desafíos de la vida moderna en las ciudades.

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