23 ago 2015

Cómo funciona el sistema de alerta de crecidas



La Voz del Interior (23/08/2015)
Cómo será el sistema de alerta de crecidas

Habrá estaciones remotas para monitorear los ríos en las dos zonas más castigadas el verano pasado. Será similaral esquema de Carlos Paz y Mina Clavero.
Hasta hace un par de años, sólo dos ríos cordobeses contaban con sistema de alerta temprana de crecidas. Luego se sumaron estaciones remotas en algunos más, y ahora se anuncia su instalación en las dos cuencas que el verano pasado padecieron las más destructivas consecuencias por ríos que en horas multiplicaron su caudal.
Para las Sierras Chicas, la Provincia confirmó que se instalarán este año estaciones que ayudarán a prever las crecidas que puedan afectar zonas urbanas. También se montarán sobre el río Jesús María y afluentes.
En ambas zonas, las comunidades quedaron muy sensibilizadas tras el temporal de febrero y vienen reclamando acciones concretas que eviten que aquellas escenas se repitan. Encima, los pronósticos del tiempo no ayudan: desde meteorólogos hasta funcionarios provinciales coinciden en que, por los datos existentes, se vislumbra una primavera y un inicio de verano con precipitaciones por encima del promedio. Ese pronóstico obliga a tomar previsiones.
Los equipos, según su tipo, miden la lluvia caída o los niveles de un río. Ninguno evita que aumente el caudal, pero avisan del eventual riesgo.

Lo que viene
El viernes pasado, el gobernador José Manuel de la Sota anunció, en declaraciones radiales, que “en los próximos meses” se instalará un sistema de monitoreo en Sierras Chicas, mediante un convenio entre la Provincia y el Instituto Nacional del Agua (INA), similar al vigente desde hace varios años para controlar las crecidas del río San Antonio, que al llegar a Carlos Paz desemboca en el lago San Roque. También adelantó que al sistema se agregarán sirenas de alarma.
El gobernador no dejó mayores precisiones. Pero tampoco las dieron sus funcionarios. La idea –se justificó– es ofrecerlas cuando se haga el anuncio formal “en los próximos días”.
Tampoco se dieron detalles desde el INA, que depende del Ministerio de Planificación Federal de la Nación, aunque se ofrecieron datos de los convenios con Córdoba de su página web.
Para el anuncio formal se ultiman los detalles del convenio con ese organismo nacional, que sería similar a los ya vigentes para la cobertura en otros ríos.
Entre las precisiones que faltan, se cuenta la cantidad de estaciones de medición, la ubicación y el monto de la inversión. Tampoco se detalló si serán pluviómetros que miden lluvias caídas y en tiempo real transfieren ese dato a una central de monitoreo, o sensores de nivel más específicos que se colocan sobre los cauces.
“Primero, los técnicos deben resolver el lugar exacto donde se colocarán y con qué energía se alimentarán. Las estaciones que ya funcionan son por energía solar o baterías, porque generalmente están en sitios aislados, lejos de redes de electricidad. Y uno de los riesgos, siempre, es el vandalismo”, acotó un profesional que conoce bien el sistema.
También aclaró que, una vez colocado, “lleva un tiempo poner cada medidor en línea y pulir las conexiones”.
Para Sierras Chicas, se prevé sumar estaciones sobre los ríos Saldán y Ceballos más en algún arroyo afluente. Y se agregaría un sistema de sirenas para Mendiolaza, Unquillo, Río Ceballos, Salsipuedes, Saldán, Villa Allende y La Granja.
Con sirenas funciona ya en Mina Clavero. En ese caso, los datos que procesa el INA son transmitidos ante una emergencia a Defensa Civil provincial, que a su vez acuerda un protocolo con el municipio para disparar la sirena. Su sonido implica que todos deben alejarse de las costas.
Para Sierras Chicas, una pata floja es que los municipios carecen de oficio en materia de Defensa Civil. Recién ahora, tras la tragedia reciente, están incursionando en esa materia.

Lo que hay
El Centro de la Región Semiárida (Cirsa) es un área del INA, con sede operativa en Villa Carlos Paz. Hace dos décadas se instaló para operar desde allí el sistema de monitoreo de sensores remotos sobre el río San Antonio. Según el Cirsa, son cinco los sensores de nivel y 12 las estaciones pluviométricas en esa cuenca.
Cuarteles de bomberos de esa región, como Defensa Civil de la Provincia, aseguran que el sistema ha servido para reducir riesgos ante fuertes crecidas. “Da tiempo para avisar que vienen. Lo que es imposible es evitar que alguno no haga caso y se quede junto al río igual”, distinguió un bombero de Carlos Paz. “Desde la cuenca serrana alta, una crecida demora unas seis horas en llegar a Carlos Paz”, añadió.
Por contrapartida, hace un año, una intempestiva subida del arroyo Los Chorrillos (que también atraviesa Carlos Paz) no fue advertida a tiempo y generó serios riesgos a habitantes de la ribera, cuyas casas destrozó. Sobre ese arroyo no hay sensores remotos de alerta.
El Cirsa monitorea además, desde Carlos Paz, otras 11 estaciones pluviométricas instaladas sobre los ríos Cosquín y De la Suela (Punilla), Mina Clavero y Panaholma (Traslasierra) y Segundo (en la zona del lago Los Molinos). Pero en esos casos sólo miden lluvias y no suman sensores de nivel.
Un dato clave: el Cirsa monitorea cada año entre el 1° de diciembre y el 31 de marzo. Las lluvias anteriores y posteriores no se registran: entre abril y noviembre se hace el mantenimiento de las unidades. Aunque no fue precisado, se supone que el convenio será similar para su extensión a Sierras Chicas y al río Jesús María.
La Provincia abona al INA un monto por la instalación y otro mensual por la operación y mantenimiento del sistema.

Otros ríos monitoreados
INA. Además de los ríos San Antonio, Cosquín y De la Suela (en Punilla) y el Mina Clavero y Panaholma (en Traslasierra), se están sumando otros “monitoreados”. La página web del Instituto Nacional del Agua (INA) señala que “se instalan para la Secretaría de Recursos Hídricos de Córdoba 37 nuevas estaciones telemétricas”, para establecer “programas de alerta temprana ante lluvias y, en un futuro, disponer de pronósticos de crecidas”. Cita que se acordó su ubicación sobre los ríos Cosquín y sus afluentes San Francisco y Yuspe, además del Anisacate y Los Espinillos (cuenca del río Segundo), Los Sauces (en Traslasierra) y otros sumados sobre el San Antonio y las costas del lago San Roque.
Lo que hay. El único hasta ahora con sensores de nivel para alerta de crecidas es el San Antonio. Los demás se basan en datos, también útiles, de lluvias caídas que permiten inferir aumentos de caudales.
Cirsa. Ahora se sumarían unidades en Sierras Chicas y en la cuenca del río Jesús María. Todas estarían bajo el monitoreo del Cirsa en Carlos Paz. El río Tercero (o Ctalamochita) no tiene monitoreos de este tipo, a pesar de que representa la mayor cuenca hídrica de la provincia. Aseguran que está previsto sumarlo. La alerta temprana se justifica, según los técnicos, en zonas serranas donde la pendiente acelera la velocidad de los caudales. En el llano, hay más tiempo de advertirlas.

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