10 may 2015

La protección del arbolado urbano en San Fco

La Voz de San Justo (11/05/2015)
La protección del arbolado urbano

Mientras las hojas caen de manera sistemática en este mayo bien otoñal, una preocupación de todos los años ha vuelto a aparecer en varios sectores de la ciudad: el estado de los ejemplares que conforman el arbolado urbano. Por ordenanza, los vecinos no están autorizados a cortar, retirar o podar un árbol ubicado en su vereda. Está bien que esto sea así, puesto que la función de estas especies vegetales es vital para asegurar una mejor calidad de vida de la población. Sin embargo, muchos frentistas expresan sus dudas sobre cómo resolver el problema que se presenta con árboles añosos cuyas raíces rompen todas las veredas o con ejemplares que se han secado o están en camino de ir apagando su vida útil. A diario se presentan este tipo de problemas y otros como ramas que afectan cables y variadas otras situaciones que, en muchos casos, necesitan de una intervención de cuadrillas municipales para evitar consecuencias negativas Si a esto se suma que no está claro cómo el tema de la poda cuando llega la época propicia y qué estrategias deben llevarse adelante para proteger y mantener a los árboles de las calles de San Francisco, la incertidumbre se agiganta.
Nadie pone en duda la importancia de que los árboles pueblen todas las arterias de la ciudad. Su aporte a la calidad de vida es indiscutible. Sombra y aire puro son conceptos a los que ninguna población puede desdeñar si pretende progresar. El arbolado urbano es un factor fundamental en el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de una ciudad. Equilibra el ambiente, haciéndolo más saludable. Cumple un rol fundamental en la regulación del clima local, contribuye a mitigar los efectos del cambio climático y aporta una función reguladora de los ciclos hídricos. Cuantos más espacios verdes, árboles y césped hay en una ciudad, mejor. Por eso, se hace necesario insistir en que toda la comunidad vivencie la noción de protección hacia un elemento urbano que incluso refuerza identidad. Pero es necesario que la protección del arbolado urbano se concatene con estrategias decididas en pos de atender desde el municipio todos los problemas que se derivan del mal estado de los árboles, así como del contralor que debe llevarse adelante para que los vecinos cumplan con todas las normas que rigen la instalación de ejemplares frente a sus casas. La protección del arbolado urbano también incluye estas acciones que, si se cumplen de manera efectiva, redundan siempre en una mejor y más concreta acción en favor de todo el vecindario puesto que el medio ambiente se ve favorecido y con ello se alcanzan mejores estándares de vida.

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