16 jun 2014

Calefones solares y el ahorro energético

El Puntal de Río Cuarto (16/06/2014)
“Si la mitad de los calefones del país fueran solares, evitaríamos importar gas”

Javier Garnica, investigador de la Universidad local, realizó con otros ingenieros un prototipo eficaz y más barato que los de origen chino. Pero faltan incentivos del Estado para que se dé el cambio tecnológico
El Grupo de Energía Solar, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Río Cuarto,  tiene una trayectoria de investigación y desarrollo de 20 años, y hace una década que lleva a cabo pruebas de diferentes artefactos de uso doméstico. La meta de ese trabajo es convertir el uso de energías renovables en una realidad cotidiana. Con aciertos y errores, el equipo logró prototipos muy interesantes, que duermen en los laboratorios, porque todavía no hay un mercado y, por lo tanto, ningún empresario decidido a apostar por ellos.
Pero algo parece estar cambiando. Por desgracia, a partir de una mala noticia, como lo es la quita de subsidios y el aumento de las tarifas de gas y energía eléctrica. Con ese ajuste, que impacta directamente en el bolsillo de los usuarios –según cálculos de la Defensoría del Pueblo, la suba será de más del 600 por ciento cuando Ecogas facture el mes de agosto-, se abre un nuevo panorama para las energías alternativas.
Esto, en el marco de una larga crisis energética, que colocó al país en una situación en la que, por ejemplo, debe pagar millones de dólares para importar gas, dado que no puede autoabastecerse. 

Suba de tarifas y energías alternativas
Para el profesor Javier Garnica, ingeniero mecánico e integrante del Grupo de Energía Solar, “los últimos movimientos de tarifas, principalmente de gas y de luz, hacen que las energías renovables sean un poco más llamativas a partir de ahora”.
Sin embargo, el principal problema que tienen es el bajo costo de los servicios públicos, gracias a los fuertes subsidios estatales.
Garnica no se explica la falta de interés del Estado en estas alternativas, que le significarían un importante ahorro en dólares. “Si reemplazáramos el 50 por ciento de los calefones y termotanques que hay en el país, prácticamente se elimina la necesidad del gas importado. Parece una locura, ¿no? Pero no lo es”, sentencia.
El rol del Estado es clave para promover un cambio en el uso de la energía. La razón es simple: pese a que el país tiene graves problemas para abastecerse de ellos, los recursos tradicionales son más cómodos, eficientes y baratos para la gente. Como consumidor, casi nadie se detiene a pensar si es o no sustentable, o cuánto nos cuesta. Sin una decisión política, el peso de la costumbre aborta cualquier posibilidad de cambio.

“Sin incentivos, no  van a crecer”
“La posibilidad existe, pero si no hay incentivos, esto nunca va a crecer. Hay mucho desconocimiento, y las energías renovables no están en los cálculos de la gente. Cuando alguien se hace una casa, lo primero que piensa es en hacerle la instalación de gas y no en comprar equipos solares”, señala Javier Garnica.
Sin embargo, la falta de políticas de estado en materia de energías renovables hace que, en varias décadas, nada haya cambiado.  “Tiempo atrás, en un congreso, me encontré con un fabricante que hace colectores solares en San Luis, desde hace veinte años. Le pregunté cómo veía el mercado y me dijo sonriendo: ‘es incipiente, igual que hace 35 años’.
En la actualidad, como en Río Cuarto, en otros puntos del país hay desarrollo de tecnologías de energías alternativas, pero no hay un mercado, ni empresarios interesados en fabricarlas en serie. “Son muy baratas las energías convencionales, y no hay forma de competir contra la disponibilidad de potencia y de uso que tienen.
Para calentar agua con gas, sólo tengo que prender la hornalla y lo hago sea de día, de noche, haga calor, frío o esté lloviendo. Mientras que si quiero hacerlo con energía solar no es tan así”, apuntó el profesor Garnica.

Prototipos y usos
-¿Cuáles son los equipos más comunes en energía solar?
-El uso más conveniente siempre es para calentamiento de agua para uso sanitario, porque es uno de los usos que más consumo tiene. Hay desarrollos de sistemas de calefacción a partir de energía solar, pero son muy caros. Y en nuestra región no tienen mucho sentido porque se los necesitaría durante tres meses del año. Además, está demostrado que, si se construye adecuadamente, en nuestra región no se necesita usar aire acondicionado y si hace falta calefacción, es muy poco lo que hace falta.

-¿Cuáles son los prototipos que han desarrollado en el GES?
-Uno de los equipos de calentamiento de agua que nosotros construimos se compone de un panel expuesto al sol, y debajo tiene un colector de agua. Además, tiene un tanque de reserva. Funciona por termo-sifón. ¿Qué es esto? Cuando el sol calienta, el agua baja su densidad. Es decir que se hace más liviana. Por consiguiente, sube; y en ese momento ingresa al panel agua fría que luego se va a calentar. Este efecto hace que el agua circule permanentemente mientras hay sol. Una de las ventajas que tiene es que funciona sólo con la energía solar y no tiene costo de mantenimiento.

-¿Cómo lo puede utilizar una familia, por ejemplo?
-Para una familia tipo, con dos adultos y dos niños, se necesita un tanque de 200 litros y dos paneles colectores. La temperatura mínima que alcanza el agua con estos artefactos es de 65 grados. Cabe aclarar que utiliza tecnología solar-térmica. Es decir que aprovecha el calor de la radiación del sol. No tiene ninguna relación con la tecnología solar-fotovoltaica, que usa la luz solar para generar energía eléctrica.

-¿Este prototipo fue construido por el GES en base a un modelo ya existente?
-Nosotros construimos este sistema, que es el más clásico, y tenemos patentado el colector de agua. Con la ingeniería que usamos para desarrollarlo, estamos en condiciones de competir económicamente con los productos chinos. Si una empresa lo quiere fabricar, los costos dan para competir con los productos chinos.

-Además, me comentaba que tienen un desarrollo original, diseñado por ustedes. ¿De qué se trata?
-Es otro prototipo que desarrollamos nosotros, que tiene la particularidad de ser colector y tanque de almacenaje, todo junto. La ventaja es que es más simple y tiene menos partes, y es muy barato. Incluso, más que los importados. La desventaja: que el agua se enfría de noche. Para usarlo hay que tener una educación previa, lo mismo que ocurre con todas las energías renovables. Además, lo construimos con materiales disponibles en Río Cuarto, y bajo la premisa de no utilizar tecnología foránea.

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