20 may 2014

Río Cuarto inicia campaña de separación de RSU

El Puntal de Río Cuarto (20/05/2014)
Lanzan una campaña de separación de residuos a través de los colegios

La iniciativa es de la Universidad, la cooperativa de reciclado Todo Sirve y el Cristo Rey, en una prueba piloto que se extenderá a otros centros educativos. Las escuelas receptan papel y plástico para reutilizar
La Universidad, la cooperativa de reciclado Todo Sirve y el colegio Cristo Rey iniciaron días pasados una prueba piloto de separación de residuos en origen, erigiendo a los centros educativos como puntos de recepción. La idea es que cualquier persona pueda depositar plástico y papel para que luego sean procesados por los recuperadores urbanos. Las entidades de enseñanza llevarán a cabo además campañas de difusión para que se conozca cómo se hace la separación en origen.
Hace apenas unos días, a través de un proyecto de extensión de la Universidad Nacional de Río Cuarto, docentes, alumnos y socios de la cooperativa Todo Sirve presentaron en el colegio Cristo Rey una experiencia piloto en materia de recolección separada de residuos sólidos.
La prueba piloto, que dura hasta diciembre de este año, contempla que el centro educativo se transforme en un “punto verde”; es decir, que sea un lugar de acopio y clasificación de la basura reutilizable.
El proyecto busca además que los carreros sean reconocidos por el resto de la sociedad como cualquier otro tipo de trabajador.
Flavia Jaime, quien coordina la logística con los centros educativos para el proyecto de extensión, explicó que se colocaron cajas identificadas con diferentes colores según sean para papel o plástico. La actividad fue coordinada por alumnos de sexto año de la orientación Ciencias Naturales.
Por su parte, los socios de la Cooperativa Todo Sirve recolectan los residuos clasificados en origen y los trasladan a la planta de reciclado en el barrio Islas Malvinas. Dicha entidad es el medio de sustento de un total de 50 personas.
La modalidad de trabajo se podría hacer extensiva luego a otros centros educativos, como el colegio Hispano Argentino y el Cenma Madre Teresa de Calcuta.

Experiencias similares
Experiencias semejantes también se desarrollaron en otros establecimientos educativos como el Centro Educativo Bernardino Rivadavia, Escuelas Pías, Escuela Normal, PEAM, por mencionar algunos.
A futuro, buscan que los colegios reciban los residuos del público en general, y la idea es que la escuela se encargue del traslado hasta el centro de reciclado.
Además, se producirá y divulgará material de promoción para atraer a nuevos receptores y proveedores de materiales reciclables y otras guías de capacitación para su manipulación y procesamiento. Sobre este último punto, la idea es que la escuela enseñe cómo organizar el material, junto con la Universidad.
Otra meta del proyecto es mejorar la infraestructura de la Cooperativa Todo Sirve, para dotarla de “condiciones que faciliten el trabajo, los vínculos barriales y su capacidad de comunicación”.
Este proyecto de extensión es coordinado por Gustavo Cimadevilla y Claudia Kenbel y cuenta con el apoyo de Norma Cuesta y Flavia Jaime.

Los recuperadores urbanos
En este marco, de acuerdo al último relevamiento municipal, alrededor de 350 familias de Río Cuarto viven directa e indirectamente del cirujeo. Además, llevan a cabo una tarea social y ambientalmente relevante, al favorecer el reciclado de materiales aprovechables.
“Su trabajo permite que buena parte de las 250 toneladas de basura por día que se generan en la ciudad, pueda reutilizarse ya que las familias recuperadoras realizan el acopio y la comercialización de varios residuos, evitando la saturación del enterramiento sanitario”, señala el proyecto de extensión.
Según el estudio preliminar del Municipio, el cirujeo es la principal actividad que realizan las familias, aunque la mayoría complementa con otras tareas como changas (por ejemplo de albañilería, jornaleros, limpieza, areneros) y que algunos, incluso, son beneficiarios de planes de empleo. El ingreso per cápita es inferior al valor de la canasta básica de consumo.
Un 56 por ciento de la población adulta se caracteriza por tener primario incompleto, evidenciándose una mayor deserción al sistema educativo por parte de personas de sexo masculino. Es de destacar que del total de la población el 9% nunca asistió al sistema educativo formal aunque el 67% sabe leer y escribir.
Entre los materiales que se recolectan y comercializan predominan los residuos secos como: cartón, vidrio, botellas y papel, todos ellos de accesible recolección y de un tratamiento de baja complejidad.
El medio de movilidad más utilizado por las familias para llevar a cabo esta actividad es el carro con caballo, y representan el 68% las que hacen uso del mismo.
Desde su conformación (2009) a la actualidad, la Cooperativa ha avanzado en la construcción de un galpón de acopio –realizado a partir de un padrinazgo de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNRC-, en la adquisición de una prensa para enfardar botellas de plástico y en la separación y comercialización de papel junto al Programa de Recuperadores Urbanos del Municipio local. También ha acompañado e impulsado diversos reclamos de los vecinos del barrio Islas Malvinas, donde se encuentra el galpón, relacionados a la realización de la obra de electricidad para abastecer a las más de 70 familias que viven alrededor.
El emprendimiento, a su vez, se asienta sobre el trabajo preexistente de un grupo de familias del barrio Islas Malvinas –caracterizado como rurbano- que reúnen aproximadamente 3.000 kilos de residuos mensuales.
Parte del impulso para la conformación de la Cooperativa de Trabajo provino de la Universidad Nacional de Río Cuarto, a través del equipo de investigación “Comunicación y Rurbanidad” del Departamento de Ciencias de la Comunicación, Facultad de Ciencias Humanas.

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