25 may 2014

El Zoo se defiende de una posible ley en su contra



La Voz del Interior (25/05/2014)
La mitad de los animales del Zoo son rescatados

Su director asegura que es el principal centro de recuperación de fauna ilegal y que realizan investigación. Se defiende de los que proponen cerrarlo.
Desde afuera parece una colección de animales para que la gente los vea con asombro. Pero, Daniel Villarreal, el director del Zoológico de Córdoba, dice que la institución no es sólo eso.
“El 54 por ciento de las especies que hay en el zoológico tiene uno o más ejemplares que fueron rescatados del tráfico o el mascotismo. Podríamos hacer un zoológico con esta fauna ilegal”, asegura.
El Zoológico es el principal centro de recepción de animales decomisados de Córdoba. Villareal agrega que también realizan un importante trabajo de investigación y conservación.
Hace dos semanas, el legislador radical Rodrigo De Loredo presentó un proyecto de ley para cerrar todos los espacios en los que hay animales enjaulados para su exhibición al público.
Villarreal asegura que la entrada que paga cada visitante sirve para costear los diferentes proyectos de conservación e investigación que realiza el zoo.
El 60 por ciento de las 250 especies que tiene el zoológico son autóctonas. Entre ellas, está el Aguará guazú, un pariente de los perros y zorros, popularmente conocido como el lobizón. Está en peligro de extinción en Argentina.
El Zoológico local, junto con Temaiken y la Secretaría de Ambiente de Córdoba colocaron 10 cámaras trampa en la zona de Mar Chiquita para documentar su presencia.
Además de ser huidizo, los pobladores le disparan porque piensan que es malo. El Zoológico da charlas en los colegios de la zona para que los chicos conozcan a este animal y transmitan a su familia la importancia de conservarlo.
Villarreal asegura que está trabajando para poder liberar alguna de las crías de la pareja que conservan en el zoológico. “Es una tarea difícil. Primero hay que hacer estudios genéticos para ver si son compatibles”, indica.
“Todo este trabajo no lo podríamos hacer sin el Zoológico. El dinero de las entradas es el único ingreso que tenemos. No recibimos subsidios ni exención de impuestos”, señala.
Villarreal se molesta cuando quieren argumentar el cierre del Zoológico en cuestiones como la falta de cuidado o alimento. “Hay tres veterinarios trabajando y 25 personas dedicadas a los animales. Por semana gastamos nueve mil pesos en carne, siete mil en verdura y más de 12 mil pesos en alfalfa”, detalla.
El Zoológico también tiene varios ejemplares de oso mielero, los cuales les ha permitido conocer en detalle esta especie. Por ejemplo, lograr una dieta que reemplace a las hormigas, su único alimento en la vida silvestre. “Comen un licuado de leche deslactosada, Nestum, vitamina K y alimento para perros”, detalla Villarreal.
Este conocimiento permitió recuperar un ejemplar que fue rescatado de los perros y ya fue liberado en la naturaleza. “La recuperación se dio gracias a la experiencia que adquirimos con el manejo de los animales que tenemos aquí. También estamos pensando liberar algunos ejemplares nacidos en cautiverio”, comenta Villarreal.
En agosto realizarán un taller sobre esta especie que está en peligro de extinción.
El biólogo asegura que los animales del Zoológico son embajadores de la especie. “Su conocimiento ayuda a conservar a los que viven libres en la naturaleza”, dice.
Hospital veterinario. El Zoológico liberó águilas moras, quirquinchos, lampalaguas, maras, carpinchos, reinas moras y cardenales. “A la Provincia no le cobramos por este servicio”, dice Daniel Villarreal, su director. Los animales se recuperan en el hospital del Zoo para luego analizar si pueden ser liberados.

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Los parques del interior temen el cierre

Aseguran que sólo tienen animales rescatados o de granja. Necesitan los visitantes para sostenerse.
“Esto no es un zoológico. Tenemos animales que están de manera transitoria. Los pumas están porque los trajo Ambiente de la Provincia y en cualquier momento pueden irse”, sostuvo Antonio Delich, propietario del complejo Peko’s, ubicado en Tanti.
Kai Pacha, encargada de la reserva Pumakawa, ubicada en el ingreso a Villa Rumipal, indicó: “Tenemos un banco de semillas para reconstruir el monte. Generar hábitat es la salida que le vemos a la conservación de la fauna”.
La reserva tiene animales en recuperación que no pueden ser liberados. Si se prohibiera el acceso de público, se acabaría el principal ingreso económico asegura Kai.
Y agrega: “El visitante cumple un rol de control. Exige que los animales estén bien. Y el bienestar no depende de que estén exhibidos, sino del habitáculo, alimentación y tratamiento sanitario y ambiental”.
Javier Cresta, dueño de El Arca de Noé, complejo ubicado en Villa General Belgrano, definió su proyecto como una “granja educativa” y aseguró que no pretenden convertirse en zoológico. “Somos una granja educativa, y además de colegios, nos visitan turistas. Estamos abiertos todo el año, todos los días. No hay animales raros acá, sino algunos silvestres y de granja”, precisó.
Desde el Parque Tatú Carreta, ubicado en Casa Grande (departamento Punilla), se prefirió no opinar ante la consulta respecto al proyecto de ley de cierre de ese tipo de establecimientos en la provincia.
En el sitio funciona la “estación de recría del yaguareté”, en el marco de un proyecto de la cría de ese felino. Años atrás, uno de ellos atacó y mató a uno de los cuidadores, en un momento de descuido, cuando se los alimentaba.

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