21 ago 2013

Capilla y una vuelta de rosca a la limitación de casas

La Voz del Interior (21/08/2013)
A consulta popular para limitar casas en montaña

 
El intendente vetó la ordenanza que permite construir hasta 1.100 metros. Y preguntará qué opinan los vecinos.
La polémica instalada en torno a la altura de la montaña hasta la que se puede construir en Capilla del Monte sigue abierta y es probable que el próximo paso sea una consulta popular para que los vecinos expresen su criterio en las urnas (Infografía).
Diferentes criterios e intereses políticos, ambientales, inmobiliarios y jurídicos se entremezclan hace meses en una discusión que toma altura.
El intendente Gustavo Sez (UCR) acaba de vetar una reciente ordenanza sancionada por seis votos a uno en el Concejo Deliberante, que ratificó el criterio ya existente de que se permita construir hasta los 1.100 metros de las laderas de cerros en el ejido municipal.
El Ejecutivo municipal, con aval de sectores ambientalistas, viene proponiendo bajar ese tope hasta los 1.050 metros. Entre una y otra, hay unos 600 lotes de terrenos en juego.
Los concejales de todos los bloques (incluso oficialistas), que semanas atrás ratificaron la cota de 1.100 metros, insisten en que un cambio de criterio afectaría derechos adquiridos y generaría juicios de los dueños de esos lotes, que el municipio no podría afrontar.
Sez plantea, en cambio, que la prioridad “debe ser evitar el impacto que representará urbanizar esos 600 lotes en una zona de bosque nativo, que es clave para garantizar cierto equilibrio ecológico y los recursos hídricos para la ciudad”.
El veto parcial a la ordenanza ya fue firmado. Para rechazar ese veto se necesitará el voto de los tercios de los ediles, es decir cinco de los siete.
“Confío en que algunos revisarán su postura y darán marcha atrás. Si no, inmediatamente convocaré a una consulta popular para que sea la población la que decida con su voto”, adelantó Sez a este diario.
El resultado de una consulta popular no es vinculante: no obliga a modificar una ordenanza. “Pero es obvio que tendrá un peso inmenso y no podrán desoírlo”, opinó el intendente, dando por seguro que el voto mayoritario será a favor de su posición. Algunos ediles, incluso de su propio partido, dudan de esa seguridad.
30 y 600. En enero de 2012, a poco de asumir el cargo Sez, el municipio ordenó paralizar todo permiso de construcción por encima de los 1.050 metros, hasta que una nueva norma fijara criterios. Hasta entonces, unos 30 inmuebles ya estaban construidos y sobre ellos no hay objeciones. “Pero un impacto es de 30 casas y otros será con 600”, acotó Sez ahora. Según dijo, a unas 17 iniciadas luego de dictarse el impasse se les labraron actas y dispusieron multas.
Para el intendente y sectores que avalan su postura, la construcción en esa franja complicaría aun más la capacidad de la zona de generar recursos hídricos, por el impacto sobre la vegetación autóctona. Además, se asegura que esos loteos ocupan “zonas rojas” de bosques nativos, que las leyes prohíben desmontar. Sez esgrimió estudios de centros especializados en ambiente de la Universidad Nacional de Córdoba, que recomendaron no urbanizar sobre esos faldeos.
Desde la otra vereda, marcan que los cambios serán posteriores a loteos que ya fueron autorizados y por lo tanto “indefendibles” jurídicamente.
Ambiente y propiedad. “Debemos legislar respetando los derechos ambientales y privados por igual. No hay garantías de que no habría demandas millonarias por reclamos”, explicó Gabriel Buffoni, presidente del Concejo Deliberante, cuando resolvieron no variar la cota.

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Urbanizar sin planificar no es crecer


Antes fueron otras localidades cordobesas y mañana habrá más, donde el debate para imponer limitaciones que resguarden el ambiente y el paisaje se acentúe, ante el crecimiento inmobiliario que no cesa.
Esas discusiones eran inexistentes hasta décadas atrás, cuando urbanizar era, sencillamente, símbolo de crecimiento y este, un sinónimo de desarrollo. Costó darse cuenta de que no todo es lo mismo. Estos debates se vienen repitiendo, sobre todo en las zonas que más crecieron en población en la última década: Sierras Chicas, Punilla y Calamuchita.
Cada vez más gente quiere vivir en esas regiones y se entremezclan las visiones e intereses de los que siempre estuvieron, de los que se radicaron y de los que quieren sumarse ahora, cuando los ya instalados comienzan a conjugar desarrollo con sustentabilidad.
Es la zona serrana la más crítica y no sólo por demanda. Preservar su ambiente y su paisaje resulta clave para Córdoba si se pretende que siga siendo atractiva turísticamente. Y mantener lo que queda de sus bosques nativos y ecosistemas de montaña es esencial para toda Córdoba, para no seguir perdiendo cantidad y calidad de recursos hídricos, en una provincia donde el agua escasea más de lo que abunda. Así, de locales se transforman en temas decididamente provinciales.

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Más Información:

El Diario de Villa Carlos Paz - Edición Electrónica (21/08/2013)
- Intendente rechaza elevar altura para las construcciones

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