20 abr 2013
"No hay conciencia de la fauna de la provincia"
11:25 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (20/04/2013)
"No hay conciencia de la fauna de la provincia"
Gerardo Leynaud, biólogo de la UNC. El especialista en herpetofauna dice que hay desconocimiento en cuanto a los reptiles y anfibios de Córdoba. Son las especies más vulnerables a la deforestación y a la contaminación. Sostiene que su mala fama es sólo un mito y que son útiles para el hombre.
Un relato tan antiguo como la Biblia ya sentencia la fama de los reptiles y anfibios. El demonio se le apareció a Adán y Eva en forma de serpiente. Las plagas de ranas son recurrentes en sus textos. En cuentos y leyendas de diferentes culturas también se repite esta mala fama.
A contramano de todo esto, a Gerardo Leynaud le gustan estos bichos. Su pasión son las serpientes, pero investiga toda la herpetofauna (reptiles y anfibios) de Córdoba en el Centro de Zoología Aplicada de la Universidad Nacional de Córdoba.
–¿Cuál es la situación de la herpetofauna en Córdoba?
–Hay unas 70 especies de reptiles entre serpientes y lagartos, y 35 especies de anfibios, además de tres especies de tortugas, una terrestre y dos acuáticas. Los anfibios están sufriendo un proceso de declinación mundial. Su tasa de extinción es muy alta desde hace años. Hay varias causas: la fragmentación y destrucción de su hábitat, la contaminación ambiental, la invasión de especies exóticas, el calentamiento global y las enfermedades. Dentro de los reptiles, muchas especies se encuentran bajo algún grado de amenaza, como las boas (lampalagua y arco iris) y las tortugas terrestres.
–¿Todas estas causas están vinculadas con la acción del ser humano?
–El hombre tiene mucho que ver. El anfibio tiene un ciclo de vida bifásico, es decir que una parte se desarrolla en el agua y además tienen la piel muy permeable. Estos factores lo hacen más vulnerable a la contaminación y a la pérdida de hábitat.
–En Córdoba, ¿cuál es la principal amenaza?
–El avance de la frontera agropecuaria y de la urbanización. La gran diversidad de anfibios y reptiles están en el norte y las sierras. La deforestación en esa zona está entre la más alta del mundo. Muchas especies de anfibios y reptiles viven asociadas a estos ambientes naturales.
–¿Hay especies propias de la provincia que estén amenazadas?
–Los principales endemismos están en la Pampa de Achala. Hay tres anfibios que únicamente están allí, además de un lagarto y una culebra. Esas especies están en situación vulnerable. Por suerte existe un Parque Nacional y una reserva provincial, pero es una zona muy amenazada por el sobrepastoreo de la ganadería que se practica desde hace años y por el fuego.
–Se habla de que los anfibios y reptiles son mucho más sensibles a los agroquímicos. ¿Hay pruebas concretas de que los agroquímicos estén afectando a estas especies?
–No es nuestro campo de investigación, pero hay varios grupos científicos que aseguran que el uso de glifosato está afectando a los anfibios.
–Da la sensación de que los anfibios y reptiles están entre los más olvidados por los conservacionistas.
–La herpetofauna tiene el problema de que pasa desapercibida para la gente. No hay conciencia de la fauna de la provincia y menos aún de los anfibios y reptiles. Solo conocen a la tortuga porque la tienen como mascota. Pero no saben que al comprar una tortuga la está sacando de su ambiente natural. Hoy la tortuga terrestre de Córdoba tiene una población muy disminuida. La tenencia y comercialización están prohibidas en Córdoba. Pero el mercado sigue existiendo.
–Además, anfibios y reptiles tienen mala fama.
–Sí. Mucha gente piensa que los lagartos son venenosos. Ni hablar de las serpientes. Cuando una persona encuentra una serpiente, casi siempre la mata. Hay mucho desconocimiento de la biología de los reptiles y anfibios, sus necesidades de hábitat, distribución y alimentación. Eso contribuye a que las políticas de conservación a veces no los tengan en cuenta.
–¿Por qué tienen mala fama? ¿Será porque son feos?
–Puede ser. Tampoco despiertan mucha atención. Son difíciles de observar. La mayoría de los reptiles y anfibios están activos de noche y en escasos meses del año. Y hay muchos mitos negativos vinculados con serpientes. Por ejemplo, la víbora luta dicen que mama de las vacas.
–¿Qué especie de Córdoba le ha despertado más interés?
–Siempre me interesaron las serpientes. La boa arco iris, por ejemplo, es poco conocida y es muy linda. Se la usa como mascota, una práctica ilegal. Es difícil de ver en el campo. La víbora verde, es una culebra de colores muy vivos y se desplaza muy rápido por los árboles. La víbora luta y el lagarto verde de Achala también son muy lindos por sus colores.
–¿Cuáles son los servicios que estos animales le proporcionan al hombre?
–Los anfibios son en su mayoría insectívoros. Son predadores naturales de larvas de mosquitos. La gran mayoría de las serpientes comen ratones. Entonces, son grandes controladores de estas poblaciones de animales que pueden transmitir enfermedades.
–¿Los anfibios son un buen indicador del estado de un ecosistema?
–Sí. Por ejemplo, en uno de los trabajo que dirigí, entre otras cosas, se concluye que la calidad de los bosques alrededor de un cuerpo de agua afecta la diversidad de anfibios.
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"No hay conciencia de la fauna de la provincia"
Gerardo Leynaud, biólogo de la UNC. El especialista en herpetofauna dice que hay desconocimiento en cuanto a los reptiles y anfibios de Córdoba. Son las especies más vulnerables a la deforestación y a la contaminación. Sostiene que su mala fama es sólo un mito y que son útiles para el hombre.Un relato tan antiguo como la Biblia ya sentencia la fama de los reptiles y anfibios. El demonio se le apareció a Adán y Eva en forma de serpiente. Las plagas de ranas son recurrentes en sus textos. En cuentos y leyendas de diferentes culturas también se repite esta mala fama.
A contramano de todo esto, a Gerardo Leynaud le gustan estos bichos. Su pasión son las serpientes, pero investiga toda la herpetofauna (reptiles y anfibios) de Córdoba en el Centro de Zoología Aplicada de la Universidad Nacional de Córdoba.
–¿Cuál es la situación de la herpetofauna en Córdoba?
–Hay unas 70 especies de reptiles entre serpientes y lagartos, y 35 especies de anfibios, además de tres especies de tortugas, una terrestre y dos acuáticas. Los anfibios están sufriendo un proceso de declinación mundial. Su tasa de extinción es muy alta desde hace años. Hay varias causas: la fragmentación y destrucción de su hábitat, la contaminación ambiental, la invasión de especies exóticas, el calentamiento global y las enfermedades. Dentro de los reptiles, muchas especies se encuentran bajo algún grado de amenaza, como las boas (lampalagua y arco iris) y las tortugas terrestres.
–¿Todas estas causas están vinculadas con la acción del ser humano?
–El hombre tiene mucho que ver. El anfibio tiene un ciclo de vida bifásico, es decir que una parte se desarrolla en el agua y además tienen la piel muy permeable. Estos factores lo hacen más vulnerable a la contaminación y a la pérdida de hábitat.
–En Córdoba, ¿cuál es la principal amenaza?
–El avance de la frontera agropecuaria y de la urbanización. La gran diversidad de anfibios y reptiles están en el norte y las sierras. La deforestación en esa zona está entre la más alta del mundo. Muchas especies de anfibios y reptiles viven asociadas a estos ambientes naturales.
–¿Hay especies propias de la provincia que estén amenazadas?
–Los principales endemismos están en la Pampa de Achala. Hay tres anfibios que únicamente están allí, además de un lagarto y una culebra. Esas especies están en situación vulnerable. Por suerte existe un Parque Nacional y una reserva provincial, pero es una zona muy amenazada por el sobrepastoreo de la ganadería que se practica desde hace años y por el fuego.
–Se habla de que los anfibios y reptiles son mucho más sensibles a los agroquímicos. ¿Hay pruebas concretas de que los agroquímicos estén afectando a estas especies?
–No es nuestro campo de investigación, pero hay varios grupos científicos que aseguran que el uso de glifosato está afectando a los anfibios.
–Da la sensación de que los anfibios y reptiles están entre los más olvidados por los conservacionistas.
–La herpetofauna tiene el problema de que pasa desapercibida para la gente. No hay conciencia de la fauna de la provincia y menos aún de los anfibios y reptiles. Solo conocen a la tortuga porque la tienen como mascota. Pero no saben que al comprar una tortuga la está sacando de su ambiente natural. Hoy la tortuga terrestre de Córdoba tiene una población muy disminuida. La tenencia y comercialización están prohibidas en Córdoba. Pero el mercado sigue existiendo.
–Además, anfibios y reptiles tienen mala fama.
–Sí. Mucha gente piensa que los lagartos son venenosos. Ni hablar de las serpientes. Cuando una persona encuentra una serpiente, casi siempre la mata. Hay mucho desconocimiento de la biología de los reptiles y anfibios, sus necesidades de hábitat, distribución y alimentación. Eso contribuye a que las políticas de conservación a veces no los tengan en cuenta.
–¿Por qué tienen mala fama? ¿Será porque son feos?
–Puede ser. Tampoco despiertan mucha atención. Son difíciles de observar. La mayoría de los reptiles y anfibios están activos de noche y en escasos meses del año. Y hay muchos mitos negativos vinculados con serpientes. Por ejemplo, la víbora luta dicen que mama de las vacas.
–¿Qué especie de Córdoba le ha despertado más interés?
–Siempre me interesaron las serpientes. La boa arco iris, por ejemplo, es poco conocida y es muy linda. Se la usa como mascota, una práctica ilegal. Es difícil de ver en el campo. La víbora verde, es una culebra de colores muy vivos y se desplaza muy rápido por los árboles. La víbora luta y el lagarto verde de Achala también son muy lindos por sus colores.
–¿Cuáles son los servicios que estos animales le proporcionan al hombre?
–Los anfibios son en su mayoría insectívoros. Son predadores naturales de larvas de mosquitos. La gran mayoría de las serpientes comen ratones. Entonces, son grandes controladores de estas poblaciones de animales que pueden transmitir enfermedades.
–¿Los anfibios son un buen indicador del estado de un ecosistema?
–Sí. Por ejemplo, en uno de los trabajo que dirigí, entre otras cosas, se concluye que la calidad de los bosques alrededor de un cuerpo de agua afecta la diversidad de anfibios.
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