3 feb 2013

Parque Sarmiento en mal estado

Día a Día (03/02/2013)
Correr en el Parque no inspira


Quienes entrenan se quejan del mal estado del centenario paseo: faltan baños y luces, y sobran restos de poda y escombros.
Cuando cae el sol, en el Parque Sarmiento se llena de personas de todas las edades que van y vienen, corriendo al ritmo del “running”.
Y aunque prácticamente no hay sendero que dejen de recorrer, la mayoría de estos deportistas comprueban en las intersecciones del lago o del coniferal, que el paseo no está a la altura de semejante convocatoria.
Luminarias descompuestas, veredas rotas, baños clausurados y restos de escombros dificultan el ejercicio hasta de los más entusiastas. Tanto, que en algunos tramos el parque se asemeja prácticamente a circuito de carreras con obstáculos.
Patinaje para todos. En un recorrido rápido por el centenario parque cordobés, Día a Día pudo comprobar algunos de estos problemas. Uno de los más evidentes, en la base del coniferal es la cantidad de tierra y escombros acumulada: el peligro de patinar sobre el polvo y resbalar es inminente.
Pero hay más: los senderos que conectan ese sector del parque con la zona del lago están repletos de pozos y desniveles.
“En ocasiones hay ramas caídas o restos de poda obstaculizando el paso: la falta de mantenimiento es terrible”, dice Carolina Monasterolo, una entrenadora personal que visita a diario el lugar.
Los obstáculos son peligrosos para los transeúntes, pero más aún al caer la noche, cuando la oscuridad los mantiene semiocultos.
Hace unas semanas, varios usuarios reclamaron el arreglo de las luces en las escalinatas del coniferal, por el riesgo que implicaba subir o bajar corriendo a oscuras las escaleras. La Muni concurrió a arreglarlas, pero dejaron funcionando sólo luminarias de un costado de las escaleras. Y no todas las lámparas: algunas prenden... pero se apagan al rato. “De noche se pone muy oscuro”, dicen Lautaro Azun y Fabián Celiz, dos estudiantes que trotan en el lugar.
A hidratarse a otro lado. El cuadro de carencias en el Parque Sarmiento se completa con la ausencia total de bebederos. De hecho, si usted sale a correr, más vale llevar una botella de agua para hidratarse.
La opción de conseguir un baño público tampoco es válida: en el predio los sanitarios municipales no sólo están cerrados con llave desde hace tiempo, sino que sus accesos –al menos en el baño ubicado frente al lago– está literalmente taponado de basura. O sea: si usted sale de running, ante una emergencia, más vale aguantar y seguir corriendo hasta casa.
Baños, cerrados bajo siete llaves. Acceder a los baños públicos del parque es imposible. Están cerrados y sus puertas taponadas de basura.
Salir a correr se puso de moda. Meses atrás, en estas mismas páginas reflejamos el notable incremento de adeptos al entrenamiento que se acercan a diario a correr al Parque Sarmiento. En horas pico, Día a Día constató por las calles del paseo pasan un corredor cada dos segundos.

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