9 sept 2012

Un parque en Río IV con sentido ambiental

El Puntal de Río Cuarto (09/09/2012)
Un parque en Banda Norte con sentido ambiental y comunitario
 

La Plaza del Sol, ubicada junto a la sede del vivero comunitario Wichan Ranquen, fue el puntapié inicial del proyecto que ahora se extenderá a tres espacios públicos de la ciudad. El predio ubicado en Banda Norte empezó a construirse hace casi tres años pero la falta de recursos hizo imposible que el lugar se transforme en una plaza recreativa y educativa tal como se propusieron desde la organización. Ahora, con el apoyo de la UNRC sumado al trabajo de los integrantes del vivero comunitario y un grupo de arquitectos el lugar se transformará en un original parque temático y educativo.
“El vivero cuenta con un espacio al lado de la sede y la idea desde siempre fue que ese espacio sea un recorrido temático, una plaza representando la idea de bosque nativo”, explicó en este sentido Franco Altamirano, integrante de Wichan Ranquen. Así, gracias al trabajo voluntario de la organización, actualmente la Plaza del Sol cuenta con algarrobos, espinillos, moradillos, aguaribay, pezuña de vaca, cina cina, ceibos, jacarandá, leucaena, chañar, arca, tipa y arbustos conocidos como zen del campo y lagaña de perro.
Pero a partir del próximo mes el predio adquirirá un nuevo sentido a través de un diseño elaborado por los arquitectos Bruno Pincini, José Righeto González y Leandro Righeto González, quienes a partir de las intenciones del vivero comunitario definieron la creación de una plaza con diversos materiales reciclados.
“La plaza va a ser una obra con lo que la sociedad llama desperdicios o basura, vamos a reutilizar palets, gomas, botellas y también va a haber algunas estructuras de barro”, señaló Altamirano. Y agregó que también se crearán recorridos por las diferentes especies con carteles informativos y se instalarán bancos y juegos para niños.
Además de los aspectos estéticos, desde la organización destacaron la importancia que este proyecto puede significar para el barrio, ya que “permite que los vecinos y toda la comunidad se encuentre en el lugar, se conozca mejor, los niños pueden acercarse a jugar y de paso aprender sobre plantas, sobre cómo reutilizar un desecho como una botella o una goma vieja. En ese sentido, puede ayudar a que el espacio público cumpla su función, que es que la gente se conozca, se relacione, hable sobre sus problemas”.
Finalmente, Altamirano subrayó que este espacio educativo adquiere especial importancia actualmente por los conflictos que se observan en el barrio: “Últimamente en el vivero también se han suscitado hechos de violencia y creo que una plaza con juegos y estéticamente ordenada y diseñada puede atenuar esos conflictos porque cuando el lugar esté preparado para recibir a los niños y a toda la comunidad va a ser un lugar ameno, donde uno va a poder ir a distenderse y pasarla bien”.

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