7 jul 2012

Día de la Conservación del Suelo

La Voz de San Justo - Edición Electrónica (07/07/2012)
Para conservar un recurso esencial

Este 7 de julio se celebra el Día de la Conservación del Suelo. La conmemoración fue instituida durante el gobierno del presidente Illia y es en homenaje a Hugh Bennet, un experto norteamericano reconocido por su extraordinario aporte a difundir la imperiosa necesidad de proteger el recurso y, a la vez, a advertir respecto de los riesgos que implicaba su uso indiscriminado. Bennet murió el 7 de julio de 1960.
En nuestra provincia esta recordación tiene actividades que principalmente comprenden al sur y centro del territorio cordobés. La erosión del suelo es, en aquella región, un problema harto conocido. Las cárcavas observables a simple vista a lo largo de kilómetros de terreno son elocuente muestra de que la explotación irracional termina agotando un recurso vital para el país. Algo similar puede ocurrir en nuestra región en virtud de la escasa rotación de cultivos y del avance agrícola sobre tierras que hasta ahora habían servido para otro tipo de explotación.
Por ello, convendría imitar algunas acciones que se vienen tomando en el sur cordobés. Por ejemplo, la constitución de foros de conservación de suelos, comisiones que se encarguen de la tarea de prevención y difusión que cuenten con la colaboración de expertos en la materia. En este punto, la participación institucional de los gobiernos locales, del Inta, de las asociaciones de productores y de las universidades se transforma en un dato esencial para que se alcance el diseño de una política conservacionista que sea avala para una producción agropecuaria sustentable en el tiempo.
En este sentido, el diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca recordó recientemente que en el país “alrededor del 40% de las tierras de uso agrícola presenta algún tipo de erosión. Estas pérdidas no solo se traducen en una disminución de los rendimientos de los cultivos, sino también en que, si la erosión continúa, se puede llegar a la degradación total del recurso. Las condiciones físicas, químicas y biológicas del suelo sufren deterioro debido, entre otras cosas, al incremento de la superficie destinada a cultivos de cosecha en detrimento de las pasturas, escasa rotación de cultivos, alta proporción de soja o maní con un excesivo laboreo mecánico de los suelos”.
Los beneficios de la siembra directa y de la implementación de las más modernas tecnologías al servicio de la producción agrícola pueden quedar fagocitados si no se fijan pautas claras en el uso responsable y sustentable del recurso. Por esto, las conductas de los productores asumen aquí un papel trascendente pues son ellos quienes tienen la obligación de velar por la conservación y así se verán beneficiados siempre.
Es indispensable entonces, tener en claro que el suelo y sus nutrientes son esenciales para que la actividad agropecuaria se mantenga y se acreciente para beneficio de todos. La gran mayoría de los productores, indoblegables obreros de la tierra, lo comprenden. Es hora de que este entendimiento se generalice y sea también propiedad de quienes tienen responsabilidad en el diseño de las políticas agrícolas en cada distrito del país.

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