25 jun 2012

Nuevas especies de peces en lagunas de Córdoba

El Puntal de Río Cuarto (25/06/2012)
Descubren nuevas especies de peces en lagunas de Córdoba

Investigadores de la UNRC confirmaron también la presencia de grandes ejemplares de carpa herbívora en los lagos urbanos de Río Cuarto
Tres nuevas especies de peces que no estaban oficialmente registradas como parte de la ictiofauna silvestre de Córdoba, han sido descubiertas en lagos y lagunas de esta provincia por un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Río Cuarto y colegas de otras provincias.
Los hallazgos fueron el resultado de distintos estudios de ambientes acuáticos que los científicos realizaron en embalses, lagunas del sur de la provincia y hasta en el propio lago Villa Dálcar de la ciudad de Río Cuarto, los cuales permitieron ampliar la  distribución geográfica de estos peces y profundizar conocimientos sobre su biología.
Uno de los descubrimientos tuvo lugar en el embalse Piedras Moras, donde los investigadores obtuvieron el primer registro de la especie conocida como bagarito (cuyo nombre científico es Parapimelodus valenciennis), también llamado bagre picudo o porteñito, muy abundante en algunas lagunas de Buenos Aires y que el año pasado sería hallado en lagunas del sur de Córdoba.
Precisamente, en la laguna de Onagoity, una pequeña localidad del Departamento General Roca, ubicada a unos 200 kilómetros de la ciudad de Río Cuarto, en el extremo sur de la provincia, los investigadores  también capturaron por primera vez a un particular loricárido o vieja del agua conocida como “guitarra” (Loricariichthys anus).
En tanto, si bien había evidencia empírica acerca de la presencia de la carpa herbívora, pez conocido también como salmón siberiano o sogyo (Ctenopharyngodon idella), en diferentes ambientes de la provincia, los investigadores confirmaron en Río Cuarto la existencia de grandes ejemplares en los dos lagos urbanos de la ciudad, lo que permitió incorporar nuevos aportes de la biología de este ciprínido dentro de la ictiofauna de Córdoba. Este año, pescadores capturaron un ejemplar de esta especie de más de 30 kilos en el lago San Roque.
“Haciendo relevamientos de peces en los distintos ambientes, muchos estudios traen algunas sorpresas y una de ellas fue el hallazgo de especies nuevas para la provincia de Córdoba”, comentó el profesor Miguel Mancini, docente de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la UNRC.
El doctor Mancini es docente de las Cátedras de Acuicultura y de Ecología en los departamentos de Producción Animal y Estudios Básicos y Agropecuarios e integra, asimismo, un grupo de investigación de la Universidad Nacional de Río Cuarto, como así también otros equipos a nivel nacional e internacional.
“Muchas provincias -precisó el investigador universitario- poseen un  inventario de la fauna de peces, donde figuran las especies identificadas y el ambiente donde fueron capturadas. En este caso, encontramos estas nuevas especies que no estaban citadas en la provincia de Córdoba”.
Mancini manifestó que básicamente son dos las hipótesis que se consideran para explicar la manera en que estos peces habrían llegado hasta los lagos y lagunas de Córdoba.
“Una posibilidad -indicó- es por la acción del hombre, denominada antropocoria, en donde se siembran especies nuevas en un ambiente, a veces con algún fin particular. Este es el caso de la carpa herbívora que se sembró para control biológico de plantas. Otra vía de llegada de los peces es por la construcción de canales de drenaje que  comunican lagunas entre sí, generando corredores artificiales que posibilitan la dispersión de peces entre ambientes”.

Impacto
Mancini advirtió que, en algunos casos, la presencia de nuevas especies puede traer aparejada alguna consecuencia sobre el ambiente o sobre los peces.
Explicó: “Cuando una especie es nueva en el ecosistema, si se reproduce mucho en condiciones naturales, puede convertirse en plaga. Cuando la gente siembra una especie para lograr algún control, se corre el riesgo de que sea peor el remedio que la enfermedad”.
“Por ejemplo -agregó- la carpa común es muy prolífica, libera varios miles de huevos, mientras que la carpa herbívora no se reproduce naturalmente. Por ello, esta última especie no se convierte en plaga y en consecuencia el riesgo es mínimo”.
“Hay especies -añadió- que pueden comer lo mismo que otras de mayor valor comercial o deportivo, como es el caso del pejerrey, y este es el ejemplo del bagarito, que se alimenta de zooplancton, por lo que establece una competencia por el alimento”.
Mancini dijo que el bagarito, una especie típica de la cuenca del río Salado de Buenos Aires, puede llegar en el futuro a competir por el alimento con el pejerrey. No obstante, como algunas poblaciones de esta especie son “nuevas”, todavía hay que esperar para determinar cuál es el perjuicio que ocasionan en el ambiente.
Por otra parte, el docente e investigador universitario también  advirtió sobre las consecuencias de la intervención de la mano del hombre en la ictiofauna, ya que sin un exhaustivo estudio previo de los peces que se liberan se pueden llevar enfermedades a distintos ambientes, principalmente parasitosis.
Desde hace más de quince años, el profesor Mancini viene llevando a cabo relevamientos de calidad de agua y de peces, en especial de pejerrey, de embalses y lagunas de Córdoba y de otras provincias, junto con profesionales de distintas disciplinas, veterinarios, biólogos, estudiantes, guardafaunas e investigadores de otras casas de estudio (Universidades del Centro de Buenos Aires, del Sur y de La Pampa, entre otras), con quienes se establecen equipos multidisciplinarios. Se trabaja principalmente sobre explotación pesquera, ecología, biología y enfermedades.

Buenos resultados
Estos relevamientos permanentes que se realizan en lagos y lagunas de Córdoba, a través de investigaciones y servicios que ofrece la Facultad de Agronomía y Veterinaria, arrojaron en general resultados “bastante buenos” sobre diferentes aspectos de calidad del agua, de disponibilidad de alimento, de especies de peces presentes y su estado sanitario, sobre todo después de un enero muy crítico en cuanto a temperatura y precipitaciones. “Tuvimos uno de los veranos más secos de los últimos cuarenta años -dijo el docente- y, en consecuencia, muchas lagunas disminuyeron su volumen de agua, aunque posteriormente se recuperaron con las lluvias de febrero y marzo. La mayoría goza actualmente de buenas poblaciones en cantidad y a veces en calidad de pejerreyes, como las asociadas al río Quinto, a los Bañados del Saladillo y otras privadas, algunas de las cuales se explotan como pesquerías”.

Villa Dálcar
El profesor Miguel Mancini dedicó un capítulo aparte al lago Villa Dálcar. “Se realizan cuidados del perilago pero el estado ambiental del espejo de agua –dijo- muchas veces dista del adecuado, principalmente en los meses cálidos”. Sin embargo, rescató que habitan allí más de 16 especies de peces. “Es muy valioso como hábitat de la fauna íctica, incluso hay ejemplares de gran porte. Hay carpas de más de 15 kilos y la gente las trata de capturar para consumo”.
Mancini destacó que “hace falta un manejo apropiado ya que es el lago urbano más  importante de la cuidad. La Universidad tiene la inquietud de hacer un diagnóstico detallado ya que se hacen permanentes consultas sobre el  estado del mismo”.
Detalló el investigador que uno de los mayores inconvenientes del lago Villa Dálcar es que no tiene ingreso de agua superficial. “La única fuente de agua que posee en la actualidad es a través de bombeo y sólo para mantenimiento. La tasa de renovación de este ambiente es un aspecto primario para el manejo y hace mucho tiempo que no ingresa agua en forma periódica por el arroyo El Bañado”, remarcó.

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