1 mar 2012

En febrero llovió 80% más que el promedio

El Puntal de Río Cuarto (01/03/2012)
Después de la sequía, en febrero llovió 80% más que el promedio

El nivel histórico para el segundo mes del año es de unos 100 milímetros pero, con las precipitaciones de ayer, el total esta vez fue de 180 milímetros. En el campo, sólo tiene efecto para el invierno
Un verano muy irregular desde lo climático comienza a transitar su último tramo. Pasó de la sequía extrema que se extendió entre diciembre y enero, con déficits de lluvia por encima de los 200 milímetros, a una abundancia de precipitaciones que fue la característica distintiva de febrero.
En los últimos 29 días se registraron 180 milímetros en la ciudad, lo que representa un 80 por ciento más de lo normal para el mes que concluyó.
Sólo ayer el pluviómetro marcó 75 milímetros. La mitad de esa cifra ya se había registrado en las primeras seis horas del día. Después, hubo chaparrones durante toda la jornada y entrada la noche.
Con ese nivel de precipitaciones, se compensó numéricamente el déficit arrastrado de los dos meses anteriores. Aunque para los cultivos de verano las lluvias llegaron demasiado tarde. Es que los lotes de primera, sembrados entre octubre y noviembre, necesitaban buena asistencia de agua en diciembe y enero, cuando se produjo el mayor déficit combinado con altas temperaturas. Los lotes de segunda, que en el caso del maíz fueron muy pocos, padecieron el final de enero con las mismas características. Recién el inicio de febrero les aportó algo de alivio con menores marcas térmicas y precipitaciones que comenzaron a cambiar el panorama de los campos.
Por eso, el faltante de agua de los meses anteriores decretó el resultado de la campaña gruesa en la zona. Altas temperaturas y lluvias muy por debajo de lo normal configuraron el verano más severo de los últimos 40 años.
Ante esto, sólo los lotes sembrados más tarde, entrado ya enero, pueden tener rindes
promedio o incluso por encima. A la par, los especialistas y hasta el Inta advirtieron ya que podrían ser alcanzados en el final de ciclo por las primeras heladas registradas normalmente a comienzos de abril. Igual, otro dato diferencial del verano fue la gran disparidad entre campos vecinos.
Ayer, el profesor titular de la cátedra de Agrometeorología de la Universidad Nacional, Roberto Seiler, señaló que “se dio un cambio importante en la atmósfera que terminó provocando una situación muy diferente y favorable para las lluvias, algo que hasta aquí no ocurría”, explicó.
El especialista señaló que lo de febrero representó “una vuelta a la normalidad con un saldo claramente favorable en cuanto al nivel de lluvias”.
Por eso el impacto ya no será determinante para lo que está sembrado en los campos, sino que será clave para lo que viene. Especialmente para las pasturas de invierno que comienzan a sembrarse a partir de ahora y para las cuales las reservas de humedad en los perfieles serán clave.
Sin embargo, Seiler advirtió que para asegurar buenas pasturas y hasta suelos óptimos para pensar en los cultivos invernales, será necesario que las lluvias continúen en marzo y abril.
Si se cumplieran los niveles históricos, este mes deberían sumarse otros 90 milímetros y en abril, 70 más.
Si se dieran esos registros, la ganadería, la lechería y la campaña del trigo podría iniciarse con viento a favor.
Sin embargo, los productores advierten que más allá de lo climático en el caso del trigo tendrá un peso determinante la situación del mercado. Las intervenciones del Gobierno y la imposibilidad de comercializar el grano desalentarán la siembra.

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