11 mar 2012

Crese podría dar ganancia

Día a Día (11/03/2012)
Si la Municipalidad paga la deuda, la Crese daría plata



158 millones de pesos es la deuda que el municipio capitalino acumuló con la empresa estatal que en una semana dejará de juntar la basura en la ciudad. Ese monto alcanzaría para cubrir toda la deuda y los cheques a proveedores. También le debe la Nación. En total, suman 190 millones.
Aún con su abultada deuda de 154,5 millones de pesos, la empresa estatal Crese podría equilibrar con tranquilidad sus cifras de haberse cumplido una condición casi obvia: que su único cliente, la Municipalidad de Córdoba, le pagara los trabajos que le encargaba.
Eso es lo que parece haber sucedido con la sociedad del Estado que está viviendo su última semana como encargada de la recolección de basura en la capital provincial, mientras se prepara para cederle el terreno a las dos privadas que subcontrató para encomendarles esa tarea, desde del domingo próximo.
Las autoridades municipales se han cansado de repetir que debido a su abultada deuda, se generó una empresa inviable que había perdido toda la confianza de parte de sus proveedores y no podía continuar. Por eso la privatización, o “concesión” como prefieren llamarla, era inevitable.
No es erróneo el diagnóstico en cuanto a las deudas de Crese. Para más precisión, al 13 de enero de este año la empresa tenía un pasivo de 154.495.852 de pesos, cifra sobre la que han coincidido las autoridades.
Esta deuda se compone mayoritariamente de compromisos con proveedores, a quienes se les adeuda cheques por un total de 97,17 millones de pesos.
De esa deuda, algo menos de la mitad corresponde a alquileres de camiones (las empresas Hidroservicios, Econovo y Conyde proveen 48 camiones compactadores y 2 desobstructores).
Además, Crese adeuda a diferentes empresas, como ser la encargada del movimiento de suelos en el enterramiento (7 millones de pesos a Mallines), la firma que se encarga de limpiar los basurales a cielo abierto y gestionar la escombrera municipal (POL, 13 millones), la proveedora de repuestos para los camiones (Beta, 6,7 millones), o la firma que confecciona la indumentaria del personal (Costuras Argentinas, 2,1 millones).
La otra parte crítica del rojo de la empresa estatal son las deudas impositivas y previsionales, que entre IVA, seguridad social, contribuciones y obra social trepa a 57,32 millones de pesos. Todo es según datos de la planilla administrativa de Crese, y corresponde a un corte temporal al 13 de enero de este año.
Calzadas. Pese a que el intendente Ramón Mestre calificó como “de gran transparencia” el proceso de concesión, lo cierto es que por ahora el contrato no se ha dado a conocer (ni a la comisión fiscalizadora, ni al Concejo Deliberante), como “tampoco se tiene certeza sobre los dueños ni los representantes legales de la firmas privadas”, según apunta el edil Miguel Siciliano, del bloque Eva Duarte.
Además, ante la consulta de Día a Día por precisiones numéricas, el propio director de la estatal, Alberto Castagno, se excusó por hallarse “en pleno proceso de tasación de los camiones”, atinando sólo a pedir “un tiempo”.
Tal negativa no impidió acceder a los números clave de la Crese, que ponen a la vista que la principal causa de la asfixia no sería su pasivo, sino las abultadas acreencias que tiene con su gran cliente y sostén, la Municipalidad.
De allí que no resulta tan cierta la versión sobre la bancarrota de la estatal, que tiene en su poder compromisos de pagos –certificados y documentados– por servicios prestados a la ciudad por un total de 123,74 millones de pesos.
Se trata de créditos a su favor “totalmente calzados”, según aportaron fuentes del gremio del Surrbac, por servicios extra que no están dentro del contrato cubierto por el canon. Entre estos servicios se cuentan operativos especiales, limpiezas de baldíos, corte de pastizales, redeterminaciones de precios, capitalizaciones, entre otros.
Ya con esa cifra, los números de la empresa se acercarían bastante al punto de equilibrio. Pero si se consideran las acreencias a su favor que la Crese tiene ante la Secretaría de Transporte de la Nación, que hace 21 meses que no abona el subsidio del Régimen de Fomento a la Profesionalización del Transporte de Cargas (REFOP), el resultado sería positivo.
En septiembre del año pasado, la deuda de la Nación con Crese era de 30,5 millones. A febrero de este año son más de 32 millones. Sólo que hay que reclamarlos, algo que no se hace desde los últimos meses de la gestión de Eduardo García en la Crese (octubre de 2010), continuó durante la de Fernando Cámara y se acumuló hasta la fecha.
El total de acreencias suma 155,74 millones de pesos (Muni + Nación). Con esos dos conceptos, la empresa estatal equilibraría su debe y haber, incluso con un saldo positivo de un millón de pesos. Claro que el problema es que el municipio debería hacerse cargo de su propia abultada deuda.
Para completar el cuadro contable, hay que agregar el valor de los activos de la firma creada en la gestión Giacomino, que por sus inmuebles, vehículos y maquinarias acumula activos por 44,9 millones, tasación que fue publicada en el informe de septiembre de la comisión fiscalizadora y firmada por la radical Alejandra Ferrero. Buena parte de esos activos serán vendidos en cuestión de días a las empresas Lusa y Cotreco, que ganaron la recolección.
Cambio de mando. Es una realidad que la situación de la Crese era muy complicada al momento de asumir la intendencia Ramón Mestre. A los costos del canon que se habían disparado, se sumaba esta importante mora en el pago por parte del municipio.
Pero la situación se agravó debido a que en diciembre las nuevas autoridades “sólo mandaron el dinero para los sueldos”, tal como lo denunciara en plena crisis de enero el vocero del Surrbac, Carlos García.
En números significaba enviar 29 millones de pesos para un servicio que ya tenía un costo de 38 millones. Enero y febrero no anduvieron mejor: giraron 25 millones cada mes.
Esto implicó no sólo que no se pudo reducir la deuda ni levantar el festival de cheques que había dejado la gestión anterior (97 millones de pesos), sino que incluso incrementó la deuda del municipio con la Crese: 9 millones en diciembre, 13 en enero y otros 13 en febrero. Conclusión, en lo que va de la gestión radical, la ciudad le debe a Crese 35 millones más. Pero en cada oportunidad que tiene, la trata de insolvente. Así no hay empresa que aguante.

Sin datos para la comisión que controla la concesión
No ha sido mucho el espacio de participación que la gestión municipal le ha dado a los partidos de la oposición, pese a que el intendente calificó como “muy transparente” el proceso.
Según denunciaron desde el bloque de concejales Eva Duarte, que lidera la opositora Olga Riutort, “de los 44 puntos que se le consultaron al directorio de la Crese, contestaron sólo dos”, se quejaba el edil Miguel Siciliano, crítico del proceso.
De no haber respuesta, probablemente el lunes ese espacio político realice una presentación denunciando la falta de información de parte de las autoridades de la empresa.
“El directorio está obligado a informar a los vocales de la comisión. Pero hasta ahora no han tenido acceso al contrato, los números de la Crese, ni a la lista de proveedores. Nada”, se quejó Siciliano, asegurando que “hasta ahora los únicos datos que tenemos son los que publican los diarios”.
Para el concejal opositor, la privatización de la recolección de basura en Córdoba implicará “terminar el año pagando 10 millones de pesos más por mes, y con un servicio que será inferior al de la Crese porque se va a prestar con menos camiones”.

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