14 ago 2011
Río IV: crece la bioconstrucción
9:46 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (14/08/2011)
La construcción en barro crece en Río Cuarto y a nivel mundial
En los últimos tres años comenzaron a construirse más de cinco casas de adobe en la ciudad y sus alrededores. El cuidado del medio ambiente, la decisión de vivir en un entorno natural y el acceso a la vivienda propia con pocos recursos empujan a muchos a recuperar una experiencia ancestral
Las construcciones de adobe han comenzado a reaparecer en los paisajes rurales y urbanos de diversos países, conformando una nueva tendencia mundial que, sin embargo, recupera una práctica que lleva siglos de existencia.
Nuestra región no escapa a esta situación: en los últimos dos años ya se han comenzado a construir más de cinco casas de barro en Río Cuarto y la zona. El arquitecto local Raúl La Falce señala que generalmente quienes eligen viviendas de estas características se ven motivados por el hecho de vivir en un entorno natural, cuidar el medio ambiente y acceder a la casa propia con escasos recursos.
Las viviendas de adobe parecen haber quedado reducidas a una postal del pasado o a una imagen propia de regiones como Bolivia o el norte argentino. Los avances tecnológicos, los cambios en el ritmo de vida y el desarrollo de la arquitectura moderna han llevado a considerarla una práctica obsoleta.
Sin embargo, según afirman diversos arquitectos y constructores, las casas de barro aún conservan beneficios difíciles de lograr mediante los edificios modernos en cuanto al cuidado de la salud y el ambiente, además de poseer una estética propia.
La Falce, quien ya terminó de construir una casa de adobe en la ciudad y se encuentra a cargo de tres proyectos más de este tipo, señaló que estos factores son los que generalmente motivan a algunos a elegir este tipo de viviendas.
“En general se busca causar menos impacto al medio ambiente y ser más respetuosos con el mismo. Para otros pasa más por vivir en un medio natural”, explicó. Y continuó: “Cualquiera de estas formas es superior a la construccion industrializada, que es la que hoy más se difunde. Básicamente se trata de construir con lo que hay en el lugar”, describió.
El contagio
Hace alrededor de tres años, el constructor de El Bolsón Jorge Belanko -quien se especializó en esta técnica y viaja por el país difundiéndo la- brindó un taller sobre construcción en barro en la organización local Wichan Ranquen. En ese marco, se comenzaron a levantar las paredes de la primera casa de barro en Río Cuarto.
El salón circular con techo de paja que los propios integrantes de la organización terminaron de levantar hace algunos meses fue llamando la atención de varios vecinos. Esta primera iniciativa, sumada a los conocimientos que Belanko brindó a los participantes del mencionado taller y la expansión de esta técnica en varios lugares de la provincia y el país, fueron el puntapié para que familias riocuartenses se decidieran a hacerse su casa de barro.
Así, Raúl La Falce, el arquitecto local que comenzó a especializarse en la construcción natural, fue observando cómo los proyectos de este tipo se fueron multiplicando. El profesional terminó una vivienda ubicada entre Banda Norte y Las Higueras donde ya vive una familia, está desarrollando otra en el centro de esta última localidad y tiene dos proyectos más de estas características.
A estas experiencias se suman dos familias más que han optado por construirse su propia casa sin un arquitecto a cargo. A su vez, en Alpa Corral también han comenzado a utilizar esta técnica.
Aunque señala que todavía son pocas las viviendas construidas de este modo, La Falce menciona que éstas han surgido en sólo dos años: “Se ve como un contagio, la gente ve y dice “ah, se puede hacer así, me gusta, qué interesante”.
En el mundo
El arquitecto riocuartense destacó que la construcción con adobe es un fenómeno que no sólo crece en nuestra zona. “A nivel mundial la tendencia es fuerte” dijo y mencionó que este material se está usando en países como Japón y Alemania. En ese sentido, expresó que el crecimiento de esta práctica no se relaciona con la falta de recursos para acceder a obras industriales “sino que filosóficamente esto es muy sustentable”.
Incluso, advirtió que en los últimos congresos de arquitectura la construcción natural ocupa un lugar importante. De hecho, en 2002 el Premio Pritzker -el galardon más importante en arquitectura- fue entregado al australiano Glenn Murcutt, quien centra la realización de sus obras en la adaptación y el respeto a la naturaleza.
¿Por qué cree que existe esta tendencia a la construcción natural?
Básicamente es una toma de conciencia. No sé si todavía tendrá la masa crítica suficiente para cambiar algo pero el pequeño granito que uno puede ir aportando siempre es útil. Lo que uno puede hacer en su vida diaria para modificar el entorno ya vale.
Cuidar la naturaleza
Entre los diversos beneficios que la construcción con barro implica para el medio ambiente, el profesional señaló en primer término el ahorro de energía. Se estima que una vivienda de estas características utiliza sólo el 5% de la energía que requiere un edificio tradicional, sólo teniendo en cuenta la producción del material.
Para ejemplificar, La Falce contrastó el calor que se necesita para producir cemento, los árboles que deben talarse para embolsarlo, el combustible que se requiere para trasladarlo miles de kilómetros con la simpleza de “agarrar la tierra que tenés debajo de los pies”. Y aclaró que el ahorro de energía también depende de otras variables, como el tipo de aberturas que se utilicen.
A esto se suma el ahorro de energía que se logra luego, cuando la casa ya es habitada, dado que generalmente estas casas se ubican y diseñan considerando factores naturales como los puntos cardinales, la posición del sol, los vientos, etc.
A su vez, el arquitecto explicó que el barro en sí mismo tiene virtudes que, a diferencia de otros materiales, permiten usar menos energía. “Hasta se logra un control natural de la humedad natural: la pared, cuando hay mucha humedad en el ambiente la absorbe, y si es poca la expulsa, ésa es una propiedad del adobe. Son cuestiones sutiles pero hacen a vivir confortablemente”, describió. Y agregó que esta regulación natural de la humedad también implica beneficios para la salud de quienes habiten la vivienda.
Abaratar costos
Las crecientes dificultades para acceder a la vivienda propia en el contexto actual también vuelve especialmente valioso este tipo de construcción.
No sólo el uso del adobe permite abaratar costos, sino también otras cualidades propias de estas obras que permiten multiplicar las posibilidades en aspectos como las aberturas, los techos y la estructura.
Incluso la mano de obra puede demandar menos recursos dado que la simpleza de estas construcciones, sumado a la concepción filosófica que comprende, ligada a la autoconstrucción, permiten que la misma familia que va a habitar la casa participe en el proceso (Ver Recuadro).
La Falce señaló que como mínimo las obras con adobe cuestan un 30% menos que las tradicionales. Pero advirtió que el factor económico varía mucho de acuerdo a los tiempos y posibilidades del propietario.
Al respecto, ejemplificó que en una de las casas que construyó en Las Higueras “se dejó crecer los yuyos del terreno durante todo el verano, después cortamos eso y ahí tenemos toda la paja para hacer el adobe”, ya que estos ladrillos se conforman de barro y paja. En cambio, los dueños de otra de las viviendas que se están haciendo en nuestra zona decidieron comprar los fardos de paja.
Del mismo modo pueden recuperarse diversos materiales que ya no se utilicen en otras viviendas o conseguirlos de una demolición. “En la medida que uno vaya usando esas cosas lo podés abaratar mucho y hasta podés poner mano de obra”, indicó el profesional.
Incluso, relató que en la localidad de Salsipuedes -donde existen barrios enteros conformados por casas de este tipo- existen obras cuyas paredes están hechas de basura o botellas mezclada con barro.
La calidez
La construcción natural no sólo se centra en el material a utilizar, sino que muchas veces este paradigma deriva en una obra que estéticamente se diferencia de los edificios modernos.
Como se mencionó, la orientación de la vivienda y la ubicación de sus ambientes se basa en aspectos naturales, como un mejor aprovechamiento de la luz solar y una protección de las lluvias en las paredes.
Otro aspecto distintivo que se utiliza con frecuencia en las casas de adobe es la construcción de paredes curvas. De hecho, La Falce relató que una de las casas construidas posee esta característica y mencionó que es un aspecto novedoso que nunca le había tocado realizar pero que también posee beneficios.
“En una construcción con ángulos rectos, donde más se tensionan las paredes es en los vértices. En cambio, si hacés una curva empezás a distribuir esa tensión en una superficie mayor”, indicó y agregó que esto facilita cuestiones estructurales de la obra.
En relación a esta particularidad estética, el profesional relató: “Sin querer, empecé a lograr sombras y luces que se van difuminando y no son planos que se chocan: se contrapone bastante a la moda actual y a la casa moderna. Esa cosa tan fría, de volúmenes rectos, desprovistos de toda decoración que ves en fotos de revistas y están bárbaros pero yo ahí no me tomaría unos mates, no me quedo leyendo un libro en ese living. Te dan ganas de salir corriendo”.
Y concluyó: “El adobe tienen esto de la calidez, es un lugar agradable para estar por estas paredes curvas y además muchas cuestiones estructurales las resuelvo con madera, que también es cálida y linda”.
Por último, el arquitecto relató que el mayor temor que le plantean los clientes sobre este tipo de construcción es “¿cuánto va a durar?”, a lo que el profesional les responde: “Esto va a vivir más que vos”.
De cualquier modo, reconoce que se trata de materiales que requieren de mayor mantenimiento. “Si uno le hace los mantenimientos necesarios la casa de adobe también se puede ver como una casa tradicional”, advirtió.
Aunque agregó que este factor en muchos casos se relaciona con lo estético: “Vengo de un viaje a Bolivia y allá las paredes se lavan y hasta queda pintoresco. Hay una cuestión cultural, de prejuicios, y estamos tan condicionados que el gusto a veces depende de eso”, concluyó.
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La construcción en barro crece en Río Cuarto y a nivel mundial
En los últimos tres años comenzaron a construirse más de cinco casas de adobe en la ciudad y sus alrededores. El cuidado del medio ambiente, la decisión de vivir en un entorno natural y el acceso a la vivienda propia con pocos recursos empujan a muchos a recuperar una experiencia ancestral
Las construcciones de adobe han comenzado a reaparecer en los paisajes rurales y urbanos de diversos países, conformando una nueva tendencia mundial que, sin embargo, recupera una práctica que lleva siglos de existencia.
Nuestra región no escapa a esta situación: en los últimos dos años ya se han comenzado a construir más de cinco casas de barro en Río Cuarto y la zona. El arquitecto local Raúl La Falce señala que generalmente quienes eligen viviendas de estas características se ven motivados por el hecho de vivir en un entorno natural, cuidar el medio ambiente y acceder a la casa propia con escasos recursos.
Las viviendas de adobe parecen haber quedado reducidas a una postal del pasado o a una imagen propia de regiones como Bolivia o el norte argentino. Los avances tecnológicos, los cambios en el ritmo de vida y el desarrollo de la arquitectura moderna han llevado a considerarla una práctica obsoleta.
Sin embargo, según afirman diversos arquitectos y constructores, las casas de barro aún conservan beneficios difíciles de lograr mediante los edificios modernos en cuanto al cuidado de la salud y el ambiente, además de poseer una estética propia.
La Falce, quien ya terminó de construir una casa de adobe en la ciudad y se encuentra a cargo de tres proyectos más de este tipo, señaló que estos factores son los que generalmente motivan a algunos a elegir este tipo de viviendas.
“En general se busca causar menos impacto al medio ambiente y ser más respetuosos con el mismo. Para otros pasa más por vivir en un medio natural”, explicó. Y continuó: “Cualquiera de estas formas es superior a la construccion industrializada, que es la que hoy más se difunde. Básicamente se trata de construir con lo que hay en el lugar”, describió.
El contagio
Hace alrededor de tres años, el constructor de El Bolsón Jorge Belanko -quien se especializó en esta técnica y viaja por el país difundiéndo la- brindó un taller sobre construcción en barro en la organización local Wichan Ranquen. En ese marco, se comenzaron a levantar las paredes de la primera casa de barro en Río Cuarto.
El salón circular con techo de paja que los propios integrantes de la organización terminaron de levantar hace algunos meses fue llamando la atención de varios vecinos. Esta primera iniciativa, sumada a los conocimientos que Belanko brindó a los participantes del mencionado taller y la expansión de esta técnica en varios lugares de la provincia y el país, fueron el puntapié para que familias riocuartenses se decidieran a hacerse su casa de barro.
Así, Raúl La Falce, el arquitecto local que comenzó a especializarse en la construcción natural, fue observando cómo los proyectos de este tipo se fueron multiplicando. El profesional terminó una vivienda ubicada entre Banda Norte y Las Higueras donde ya vive una familia, está desarrollando otra en el centro de esta última localidad y tiene dos proyectos más de estas características.
A estas experiencias se suman dos familias más que han optado por construirse su propia casa sin un arquitecto a cargo. A su vez, en Alpa Corral también han comenzado a utilizar esta técnica.
Aunque señala que todavía son pocas las viviendas construidas de este modo, La Falce menciona que éstas han surgido en sólo dos años: “Se ve como un contagio, la gente ve y dice “ah, se puede hacer así, me gusta, qué interesante”.
En el mundo
El arquitecto riocuartense destacó que la construcción con adobe es un fenómeno que no sólo crece en nuestra zona. “A nivel mundial la tendencia es fuerte” dijo y mencionó que este material se está usando en países como Japón y Alemania. En ese sentido, expresó que el crecimiento de esta práctica no se relaciona con la falta de recursos para acceder a obras industriales “sino que filosóficamente esto es muy sustentable”.
Incluso, advirtió que en los últimos congresos de arquitectura la construcción natural ocupa un lugar importante. De hecho, en 2002 el Premio Pritzker -el galardon más importante en arquitectura- fue entregado al australiano Glenn Murcutt, quien centra la realización de sus obras en la adaptación y el respeto a la naturaleza.
¿Por qué cree que existe esta tendencia a la construcción natural?
Básicamente es una toma de conciencia. No sé si todavía tendrá la masa crítica suficiente para cambiar algo pero el pequeño granito que uno puede ir aportando siempre es útil. Lo que uno puede hacer en su vida diaria para modificar el entorno ya vale.
Cuidar la naturaleza
Entre los diversos beneficios que la construcción con barro implica para el medio ambiente, el profesional señaló en primer término el ahorro de energía. Se estima que una vivienda de estas características utiliza sólo el 5% de la energía que requiere un edificio tradicional, sólo teniendo en cuenta la producción del material.
Para ejemplificar, La Falce contrastó el calor que se necesita para producir cemento, los árboles que deben talarse para embolsarlo, el combustible que se requiere para trasladarlo miles de kilómetros con la simpleza de “agarrar la tierra que tenés debajo de los pies”. Y aclaró que el ahorro de energía también depende de otras variables, como el tipo de aberturas que se utilicen.
A esto se suma el ahorro de energía que se logra luego, cuando la casa ya es habitada, dado que generalmente estas casas se ubican y diseñan considerando factores naturales como los puntos cardinales, la posición del sol, los vientos, etc.
A su vez, el arquitecto explicó que el barro en sí mismo tiene virtudes que, a diferencia de otros materiales, permiten usar menos energía. “Hasta se logra un control natural de la humedad natural: la pared, cuando hay mucha humedad en el ambiente la absorbe, y si es poca la expulsa, ésa es una propiedad del adobe. Son cuestiones sutiles pero hacen a vivir confortablemente”, describió. Y agregó que esta regulación natural de la humedad también implica beneficios para la salud de quienes habiten la vivienda.
Abaratar costos
Las crecientes dificultades para acceder a la vivienda propia en el contexto actual también vuelve especialmente valioso este tipo de construcción.
No sólo el uso del adobe permite abaratar costos, sino también otras cualidades propias de estas obras que permiten multiplicar las posibilidades en aspectos como las aberturas, los techos y la estructura.
Incluso la mano de obra puede demandar menos recursos dado que la simpleza de estas construcciones, sumado a la concepción filosófica que comprende, ligada a la autoconstrucción, permiten que la misma familia que va a habitar la casa participe en el proceso (Ver Recuadro).
La Falce señaló que como mínimo las obras con adobe cuestan un 30% menos que las tradicionales. Pero advirtió que el factor económico varía mucho de acuerdo a los tiempos y posibilidades del propietario.
Al respecto, ejemplificó que en una de las casas que construyó en Las Higueras “se dejó crecer los yuyos del terreno durante todo el verano, después cortamos eso y ahí tenemos toda la paja para hacer el adobe”, ya que estos ladrillos se conforman de barro y paja. En cambio, los dueños de otra de las viviendas que se están haciendo en nuestra zona decidieron comprar los fardos de paja.
Del mismo modo pueden recuperarse diversos materiales que ya no se utilicen en otras viviendas o conseguirlos de una demolición. “En la medida que uno vaya usando esas cosas lo podés abaratar mucho y hasta podés poner mano de obra”, indicó el profesional.
Incluso, relató que en la localidad de Salsipuedes -donde existen barrios enteros conformados por casas de este tipo- existen obras cuyas paredes están hechas de basura o botellas mezclada con barro.
La calidez
La construcción natural no sólo se centra en el material a utilizar, sino que muchas veces este paradigma deriva en una obra que estéticamente se diferencia de los edificios modernos.
Como se mencionó, la orientación de la vivienda y la ubicación de sus ambientes se basa en aspectos naturales, como un mejor aprovechamiento de la luz solar y una protección de las lluvias en las paredes.
Otro aspecto distintivo que se utiliza con frecuencia en las casas de adobe es la construcción de paredes curvas. De hecho, La Falce relató que una de las casas construidas posee esta característica y mencionó que es un aspecto novedoso que nunca le había tocado realizar pero que también posee beneficios.
“En una construcción con ángulos rectos, donde más se tensionan las paredes es en los vértices. En cambio, si hacés una curva empezás a distribuir esa tensión en una superficie mayor”, indicó y agregó que esto facilita cuestiones estructurales de la obra.
En relación a esta particularidad estética, el profesional relató: “Sin querer, empecé a lograr sombras y luces que se van difuminando y no son planos que se chocan: se contrapone bastante a la moda actual y a la casa moderna. Esa cosa tan fría, de volúmenes rectos, desprovistos de toda decoración que ves en fotos de revistas y están bárbaros pero yo ahí no me tomaría unos mates, no me quedo leyendo un libro en ese living. Te dan ganas de salir corriendo”.
Y concluyó: “El adobe tienen esto de la calidez, es un lugar agradable para estar por estas paredes curvas y además muchas cuestiones estructurales las resuelvo con madera, que también es cálida y linda”.
Por último, el arquitecto relató que el mayor temor que le plantean los clientes sobre este tipo de construcción es “¿cuánto va a durar?”, a lo que el profesional les responde: “Esto va a vivir más que vos”.
De cualquier modo, reconoce que se trata de materiales que requieren de mayor mantenimiento. “Si uno le hace los mantenimientos necesarios la casa de adobe también se puede ver como una casa tradicional”, advirtió.
Aunque agregó que este factor en muchos casos se relaciona con lo estético: “Vengo de un viaje a Bolivia y allá las paredes se lavan y hasta queda pintoresco. Hay una cuestión cultural, de prejuicios, y estamos tan condicionados que el gusto a veces depende de eso”, concluyó.
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