16 ago 2011
Nuevo escándalo en Gamsur
9:03 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (16/08/2011)
El empleado de Gamsur que denunció golpizas sufre una incapacidad laboral
Fabricio Aguirres había dejado de conducir camiones por una dolencia en la espalda. Para su abogado, los golpes que le propinaron los sindicalistas agravaron su situación
Tras recibir una golpiza por parte de sindicalistas de Surrbac y perder el empleo en Gamsur, Fabricio Aguirres sigue sumando padecimientos debido a una incapacidad que le impidió regresar a su actividad laboral como chofer de transportes.
Aguirres había sufrido un accidente en el tiempo en que se desempeñaba como conductor de un camión recolector de la empresa mixta y debió ser intervenido en la espalda. Las lesiones advertidas lo obligaron a cambiar el trabajo diario en las calles por las tareas de sereno en la oficina de ingreso a la sede sobre calle Leyes Obreras.
El conflicto sindical desatado entre el ex delegado regional Sergio “Piojo” González -cuñado de Aguirres- y el “señor de los anillos”, Andrés Ceballos, inició una disputa interna con hechos violentos y la salida de varios trabajadores.
Poco después de la renuncia obligada de González, Aguirres denunció que tres sindicalistas llegaron hasta la sede y lo sorprendieron en el interior de la pequeña oficina, donde lo golpearon ferozmente. Por el hecho fueron imputados Jorge Mercado -actual delegado regional-, Claudio Altamirano y Claudio Ojeda, y tras la denuncia policial, la causa fue caratulada de lesiones leves. La querella intentó modificar la calificación y presentó una serie de informes médicos que fueron evaluados por el perito forense. El experto judicial ratificó que los golpes no provocaron lesiones graves y ahora se espera por la indagatoria de los sindicalistas.
No puede trabajar
Sin embargo, el doctor Pablo Romero, abogado de Aguirres, señaló en diálogo con PUNTAL que el ex empleado de la mixta no pudo volver a trabajar producto de la incapacidad que sufre en la espalda y por la que será nuevamente operado.
“Nosotros creemos que los golpes que recibió Fabricio agravaron su situación. Tiene hernia de disco, y resultaron afectadas la cuarta y la quinta vértebra lumbar. Cuando fue atacado estaba convaleciente porque salía de un post operatorio y sólo podía hacer tareas menores”, indicó.
El abogado resaltó que Aguirres “hoy no puede estar varias horas levantado y se espera un informe del médico que lo asistió, con el detalle de la historia clínica, para acreditar lo ocurrido”.
“El es padre de familia y siempre ha sido el principal sustento de su hogar. Es una persona joven que siente que no puede realizar las tareas para las que se preparó”, opinó Romero.
Acción civil
El abogado confió en que el fiscal de Instrucción, Walter Guzmán, defina rápidamente la citación de los gremialistas y destacó que aún no definió una eventual acción civil en contra de los denunciados.
“Vamos a evaluar una demanda civil y lo decidiremos en su momento. Este es un delito excarcelable y existe la probabilidad de un pedido de probation, por el que estarían obligados a un resarcimiento por el daño, tal como lo establece el artículo 76 bis del Código Penal”, destacó.
Además de las acciones que se impulsan en la Fiscalía, avanza una demanda laboral contra la ART impulsada por Aguirres.
Lenta espera
A un año de la denuncia del ex trabajador de Gamsur la causa espera una definición. El expediente estuvo durante meses en la Comisaría y los tres acusados aún no dieron su versión de los hechos.
Aguirres había señalado que la reacción de los agresores estuvo vinculada al conflicto sindical interno y “pagó factura” por ser un hombre cercano a la entonces conducción de González.
Como el resto de los despedidos, cobró una indemnización por parte de Gamsur porque fue obligado a dejar la empresa ante la escalada de violencia.
“A mí no me echó la empresa, me despidió el gremio”, sostuvo en declaraciones periodísticas.
La denuncia de Aguirres es la única originada desde la mixta en la que la Justicia determinó imputaciones.
La acusación del socio privado Rubén Infante contra otros tres sindicalistas fue desestimada por el fiscal Fernando Moine y el abogado del empresario intenta reactivarla con la presentación de nuevas pruebas.
Tampoco hay certezas sobre la agresión contra un automóvil de Infante, que estaba alojado en el interior de la vieja sede de Gamsur, y fue atacado con pintura.
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El empleado de Gamsur que denunció golpizas sufre una incapacidad laboral
Fabricio Aguirres había dejado de conducir camiones por una dolencia en la espalda. Para su abogado, los golpes que le propinaron los sindicalistas agravaron su situación
Tras recibir una golpiza por parte de sindicalistas de Surrbac y perder el empleo en Gamsur, Fabricio Aguirres sigue sumando padecimientos debido a una incapacidad que le impidió regresar a su actividad laboral como chofer de transportes.
Aguirres había sufrido un accidente en el tiempo en que se desempeñaba como conductor de un camión recolector de la empresa mixta y debió ser intervenido en la espalda. Las lesiones advertidas lo obligaron a cambiar el trabajo diario en las calles por las tareas de sereno en la oficina de ingreso a la sede sobre calle Leyes Obreras.
El conflicto sindical desatado entre el ex delegado regional Sergio “Piojo” González -cuñado de Aguirres- y el “señor de los anillos”, Andrés Ceballos, inició una disputa interna con hechos violentos y la salida de varios trabajadores.
Poco después de la renuncia obligada de González, Aguirres denunció que tres sindicalistas llegaron hasta la sede y lo sorprendieron en el interior de la pequeña oficina, donde lo golpearon ferozmente. Por el hecho fueron imputados Jorge Mercado -actual delegado regional-, Claudio Altamirano y Claudio Ojeda, y tras la denuncia policial, la causa fue caratulada de lesiones leves. La querella intentó modificar la calificación y presentó una serie de informes médicos que fueron evaluados por el perito forense. El experto judicial ratificó que los golpes no provocaron lesiones graves y ahora se espera por la indagatoria de los sindicalistas.
No puede trabajar
Sin embargo, el doctor Pablo Romero, abogado de Aguirres, señaló en diálogo con PUNTAL que el ex empleado de la mixta no pudo volver a trabajar producto de la incapacidad que sufre en la espalda y por la que será nuevamente operado.
“Nosotros creemos que los golpes que recibió Fabricio agravaron su situación. Tiene hernia de disco, y resultaron afectadas la cuarta y la quinta vértebra lumbar. Cuando fue atacado estaba convaleciente porque salía de un post operatorio y sólo podía hacer tareas menores”, indicó.
El abogado resaltó que Aguirres “hoy no puede estar varias horas levantado y se espera un informe del médico que lo asistió, con el detalle de la historia clínica, para acreditar lo ocurrido”.
“El es padre de familia y siempre ha sido el principal sustento de su hogar. Es una persona joven que siente que no puede realizar las tareas para las que se preparó”, opinó Romero.
Acción civil
El abogado confió en que el fiscal de Instrucción, Walter Guzmán, defina rápidamente la citación de los gremialistas y destacó que aún no definió una eventual acción civil en contra de los denunciados.
“Vamos a evaluar una demanda civil y lo decidiremos en su momento. Este es un delito excarcelable y existe la probabilidad de un pedido de probation, por el que estarían obligados a un resarcimiento por el daño, tal como lo establece el artículo 76 bis del Código Penal”, destacó.
Además de las acciones que se impulsan en la Fiscalía, avanza una demanda laboral contra la ART impulsada por Aguirres.
Lenta espera
A un año de la denuncia del ex trabajador de Gamsur la causa espera una definición. El expediente estuvo durante meses en la Comisaría y los tres acusados aún no dieron su versión de los hechos.
Aguirres había señalado que la reacción de los agresores estuvo vinculada al conflicto sindical interno y “pagó factura” por ser un hombre cercano a la entonces conducción de González.
Como el resto de los despedidos, cobró una indemnización por parte de Gamsur porque fue obligado a dejar la empresa ante la escalada de violencia.
“A mí no me echó la empresa, me despidió el gremio”, sostuvo en declaraciones periodísticas.
La denuncia de Aguirres es la única originada desde la mixta en la que la Justicia determinó imputaciones.
La acusación del socio privado Rubén Infante contra otros tres sindicalistas fue desestimada por el fiscal Fernando Moine y el abogado del empresario intenta reactivarla con la presentación de nuevas pruebas.
Tampoco hay certezas sobre la agresión contra un automóvil de Infante, que estaba alojado en el interior de la vieja sede de Gamsur, y fue atacado con pintura.
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