26 feb 2011

El nuevo Camino del Cuadrado cuestionado

La Voz del Interior (26/02/2011)
El nuevo Camino del Cuadrado, entre la mejora y el impacto ambiental



La ruta agilizará la conexión, con asfalto, de dos valles turísticos. Pero hay voces que advierten sobre la pérdida de biodiversidad y perjuicios a las cuencas hídricas.
Río Ceballos. Mientras la obra de pavimentación del Camino del Cuadrado avanza, ya en su última etapa de ejecución, algunas voces críticas se levantan para advertir el impacto que el enorme movimiento de suelo en esa zona serrana genera en el paisaje y eventualmente en las cuencas hídricas y reservas naturales de la zona. La nueva ruta –que la Provincia estima inaugurar en mayo– unirá con asfalto el valle de Punilla con el de Sierras Chicas, abriendo una nueva vía que facilitará el movimiento turístico.
En el primer tramo de la obra, que conecta la ruta E 53 desde Salsipuedes hasta la progresiva 22900 y que fue inaugurada en 2009, hubo cuestionamientos por los grandes terraplenes y la variación de la traza del antiguo camino.
En ese momento se llegó a sospechar que la obra en la zona alta de montaña podría afectar el caudal de los afluentes de la cuenca que desembocan en el dique La Quebrada. Sin embargo, nunca llegó a comprobarse que esa fuera la causa de la bajante de las napas y de la disminución del caudal de los arroyos de las Sierras Chicas.
En el desarrollo de la segunda etapa, que vincula la progresiva 22900 con la ruta 38 a la altura de Valle Hermoso, en Punilla, también surgieron posturas críticas. En particular, desde la reserva natural Vaquerías, que es propiedad de la UNC, y que sufrió modificaciones en su entorno a causa del movimiento de terrenos para la traza.
El cuidador de la reserva natural Vaquerías, José Luis Becerra, se quejó: “Hace 10 años que vivo en Vaquerías y acá se ven daños colaterales serios. La construcción de los muros de sostenimiento, con la acumulación de sedimentos y escombros en declives de hasta 70 metros, alteró el curso del arroyo en esta reserva y muy pronto se taparán las napas”, advirtió Becerra. También reprocha que las explosiones para movimientos de suelo provocaron que emigren numerosas especies animales, sobre todo aves. “Perdimos un afluente hídrico que formaba piletas naturales sobre el arroyo y aportaba caudal al embalse de Vaquerías, y se redujo la biodiversidad por un modo de destrucción innecesario”, sintetizó Becerra.
Beneficioso. Sin una posición tan intransigente, la geóloga Marcela Cioccale, de Río Ceballos, explicó que la ejecución de obras de ingeniería de estas dimensiones necesariamente provoca modificaciones esenciales, pero en beneficio de una circulación vehicular con mayor seguridad. “En estas obras de alto impacto se llegan a desestabilizar laderas y pendientes por necesidad, y aparecen cortes que se muestran espantosos, pero que se efectuaron respetando las divisorias de agua. No creo que se haya afectado a la cuenca ni perjudicado el caudal de los afluentes”, sostuvo Cioccale.
“Formamos parte de un ambiente urbano en el que debemos convivir con el entorno natural sin ser fundamentalistas, con mejoras en los controles. Hace más de 50 años que se espera por este camino que es vital para unir Sierras Chicas con Punilla”, consideró la geóloga.
También puntualizó que a partir de su habilitación será necesario instalar puestos de controles, o instrumentar un sistema de peaje y mejorar el entorno de seguridad de la reserva La Quebrada, para evitar que el tráfico sea excesivo.
El gobernador Juan Schiaretti adelantó días atrás que se evalúa la posibilidad de instalar casillas de peaje en la nueva ruta, con el objetivo de controlar los accesos y poder medir los efectos ambientales que se presentarán a partir de que esté completamente abierta a la circulación. Anticipó además que se prohibirá el tráfico de camiones por esa vía.
En áreas específicas del Gobierno provincial, como Ambiente, evitaron pronunciarse para no polemizar por esta cuestión.

Las claves
Primera etapa. El 18 de junio de 2009 se habilitó la primera etapa de asfalto, 23 kilómetros, que conectó Salsipuedes con La Pampilla, a 11 kilómetros de Valle Hermoso. Tuvo un costo de 72 millones de pesos. Estuvo a cargo de las empresas Boetto y Buttigliengo, Afema, Cissa y Britos.
Segunda etapa. Está en ejecución y se inauguraría en mayo. Tiene un presupuesto asignado de 34 millones de pesos para 11 kilómetros de ruta en las sierras. Está a cargo de las UTE entre las empresas Helport y Britos.
La obra. Consiste en una calzada de 6,7 metros de ancho con pendiente del dos por ciento, cunetas artísticas, banquina de dos metros y cuatro por ciento de pendiente y cuneta triangular de 70 centímetros de profundidad. Se realizan carriles de aceleración y frenado en la confluencia con rutas y caminos principales de montaña. Presenta un sistema de señalización vertical y horizontal ajustado a la ley de tránsito. Tendrá defensas vehiculares metálicas en curvas. La altitud máxima del camino llega a los 1.300 metros, y se podrá circular a una velocidad promedio de 60 kilómetros. También presenta miradores.
Reserva Vaquerías. Es un sector de 400 hectáreas que pertenece a la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Es una de las escasas zonas protegidas que queda, a nivel nacional, con un ecosistema autóctono del Chaco Serrano. Dentro de ese predio funciona el Complejo Turístico Vaquerías.

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Una larga espera para unir dos valles

El Camino del Cuadrado toma el nombre del cerro de Punilla que rodea. Era una huella en 1916.
Luego comenzó a construirse desde La Falda hacia Río Ceballos.
A mediados del siglo pasado, quedó habilitado y su asfaltado fue una obra pendiente para la época de oro de turismo que vivieron La Falda y Río Ceballos.
Desde el comienzo de su pavimentación es indisimulable la expectativa en autoridades y en operadores turísticos de ambas regiones que une porque en pocos minutos vinculará a la ciudad de Córdoba con el valle de Punilla por un pintoresco camino de montaña, similar al de las Altas Cumbres. Además fomentará el tráfico de turistas entre los valles y se beneficiará el sector de Sierras Chicas, alejado del circuito de más movimiento.

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1 comentarios:

casa grande dijo...

Esos 34 millones se podrían haber ahorrado si se hubiese bajado a La Falda. La ruta la pagamos nosotros, con la perdida de agua y de un pulmón para nuestras vidas como la reserva vaquerías y se la entragamos a una empresa privada a que se lleve las ganancias con un peaje.
¿Y que vamos ha hacer con los turistas que vengan al valle cuando no tengamos un arroyo ni un río para remojarse los pies o lo peor agua para tomar?

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