22 sept 2010

La separación de residuos en La Francia

La Voz de San Justo (22/09/2010)
La separación domiciliaria de residuos

La municipalidad de La Francia conjuntamente con las instituciones que integran el “Proyecto local participativo”, vienen implementando el programa de separación domiciliaria de los residuos. De acuerdo a lo publicado y según señaló el intendente Carlos Tassi, “realmente la respuesta que obtuvimos por parte de los vecinos ha sido muy buena”.
La noticia proveniente de La Francia y algunas otras experiencias similares que se están llevando a cabo en localidades de nuestra región han tenido fuerte repercusión. En primer lugar porque las cuestiones relacionadas con el hábitat y su cuidado siempre son sensibles a la atención de la gente. Pero también porque nos interpela a los habitantes y funcionarios competentes aquí en San Francisco donde no parece estar instalada la conciencia de que esta práctica –sumada a otras vinculadas con la disposición final de los residuos- es fundamental para garantizar la protección del medio ambiente.
Hace más de una década se pretendió organizar la separación domiciliaria en nuestra ciudad. Hubo un fuerte intento por parte de la administración liderada por el ex intendente Madonna en este sentido. Se contaba en aquel entonces con un predio de enterramiento de basura que funcionaba más o menos correctamente, por lo que podía encararse esta posibilidad. El tiempo pasó, la separación de residuos fue sólo una experiencia mínima y el basural a cielo abierto fue el corolario de la inexistencia de una política ambiental seria y permanente, que fuese más allá de las declamaciones y los discursos. Por ello, genera sentimientos encontrados el conocer experiencias como las de La Francia.
La recolección diferenciada de residuos domiciliarios consiste en el servicio de retiro del material previamente separado en el interior del hogar de acuerdo a sus características intrínsecas, bajo la denominación de “secos” y “húmedos”. Los materiales denominados “secos” corresponden a papeles, cartones, vidrio, plástico, tela, hojalata, metales y envases tetrabrik, siempre y cuando los mismos se encuentren limpios y secos. En lo que respecta a los materiales “húmedos”, se denomina de esta forma a la porción de residuos orgánicos tales como restos de frutas, verduras, comida, yerba, saquitos de té, restos de barrido y limpieza, y todo material que no pueda ser recuperado o reciclado, tales como pañales, toallitas femeninas, etc.
Los especialistas en la materia explican que esta práctica tiene más éxito en municipios pequeños o medianos y que está sostenida por fuertes campañas de solidaridad y compromiso ciudadano en la población que hacen eje en el cuidado del ambiente, la defensa del paisaje y de la higiene urbana. Se afirma también que la separación no se aplica en forma drástica sino que requiere de estrategias de incorporación paulatina de población, estableciéndose primero zonas de experimentación para aceitar los diferentes programas y procedimientos.
Poco o nada de esto se hace en San Francisco y en otras localidades de la región, pese a que existen iniciativas exitosas como las de La Francia. La separación domiciliaria de residuos debería tener impulso ferviente en todas las poblaciones. Porque además de mejorar las condiciones de disposición final de la basura y de generar incluso alternativas productivas con el reciclaje y la elaboración de compost por ejemplo, se generarían las condiciones para mejorar el desarrollo sustentable. Que no es otra cosa que la satisfacción de las necesidades de la generación actual sin comprometer la de las que vendrán.

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