10 feb 2010

El ambiente, la deuda interna pendiente

Comercio y Justicia (10/02/2010)
El ambiente, la deuda interna pendiente

Una de las escasas conclusiones de la reunión de Copenhague a los ojos de este cronista, es haber sincerado, de una vez y para siempre, la posición de las grandes potencias industriales ante el cambio climático. No les interesa qué le puede ocurrir a la Tierra. Han salido al mercado inmobiliario para alquilar en terceros países, miles, millones de hectáreas, a las que someterán a procesos de ultraproducción, sin importar los daños que se causen.
Los responsables de estos desaguisados son las empresas transnacionales que buscan potenciar sus ganancias y sus socios nativos que, dedicados a la política, facilitan, con legislaciones permisivas, el mayor lucro.
Esta reconvención vale para toda la clase política latinoamericana prácticamente sin exclusión alguna. Jamás han incluido en sus prioridades la variante ambiental. Son escasos, demasiado escasos, los que levantan la “bandera verde”, aun a costa de transformarse en objeto de mofa de sus colegas, de los medios de comunicación y de la sociedad en su conjunto. Son aquéllos, en consecuencia, los responsables directos del falseamiento de los datos de la realidad, al generar confusión con sus dobles discursos en campaña cuando -muchas veces- enuncian medidas políticamente correctas, que a poco andar olvidan o incumplen premeditadamente.
Los ejemplos huelgan. El catálogo es enorme, inacabable. Qué responsabilidades le cabe a nuestra clase política ante el creciente proceso de desertificación de nuestros territorios producto, no sólo de los procesos naturales de erosión, sino de la mano del hombre que ha destruido los bosques en procura de nuevas tierras (extensión de la frontera agropecuaria) para dedicarlas al cultivo intensivo de soja transgénica.
¿Por qué los gobiernos falsean los datos en materia ambiental? ¿Qué intereses subyacen en la no toma de medidas adecuadas para contener el cambio climático? ¿Por qué nadie explica con claridad, por ejemplo, que los autos eléctricos son extremadamente nocivos porque usan electricidad generada con altos estándares contaminantes? ¿Qué consecuencias provoca al medio ambiente el uso indiscriminado del gas natural como propulsor del parque automotor? ¿Cuándo los responsables de la conducción del Estado se atreverán a penalizar gravemente a las empresas de transportes por el mal funcionamiento de los motores, ya que son responsables de más de 50 % de las emisiones de monóxido de carbono en todo el mundo? ¿Por qué países como la República Argentina decidieron transportar por camiones su producción -con su consecuente costo ambiental y elevación en el valor de los fletes- en desmedro de los ferrocarriles?
Las responsabilidades, muy a pesar nuestro, son concurrentes. Los electores no asumen su rol de contralor de sus representantes. No les exigen que se atengan al pacto que los llevó al gobierno como tampoco vigilan si sus acciones son contrarias al bien común. Se les otorga, al parecer, por el período para el que han sido electos, un cheque en blanco. Pueden hacer lo que quieran, forzando, en todos los casos, el ordenamiento jurídico. ¿Cómo haremos para recordar al Príncipe la finitud de su mandato y su responsabilidad consecuente? ¿Será menester retornar a la instrumentación del Juicio de Residencia en los términos del antiguo derecho indiano recuperado -en parte- por la Constitución de la Provincia de Tierra del Fuego (Art. 190) y en las cartas orgánicas de las ciudades de Ushuaia y Río Grande para juzgar su conducta y los daños emergentes del mal ejercicio de sus funciones? ¿Responderían, de ser encontrados culpables, con sus patrimonios o quedaría en mera sanción moral?
Dejamos pendientes éstos y otros interrogantes para retomar el eje central de nuestro planteo. ¿Qué sucede en nuestro entorno, en nuestro alrededor? La crisis hídrica por la que atraviesa la provincia de Córdoba puso al desnudo todas y cada una de sus falencias estructurales. ¿Hace cuánto tiempo la Provincia no toma previsiones ni invierte en la construcción de nuevos diques? ¿Entendimos que Córdoba definitivamente está inserta en una región con lluvias estaciónales menores que sus necesidades? Hemos preguntado sin encontrar respuestas racionales ¿por qué se disminuyó la capacidad de embalse del Dique San Roque sin prever como se paliaría la disminución de la cota? ¿No eran necesarias -antes- construir presas complementarias? ¿Quién o quiénes resultaron beneficiados por tamaña medida? ¿Los emprendimientos inmobiliarios valen la sed de los cordobeses?
Los diagnósticos sobre las causas y consecuencias de la desertificación en la Argentina abundan. Es hora de acciones concretas pero, al parecer, a nadie importa que crezca el desierto y enormes extensiones de tierras fértiles se transformen en médanos. Se continúa improvisando y la discontinuidad en los esfuerzos es la nota preponderante. No entendemos nuestras limitaciones y sometemos los suelos a faenas agotadoras, presumiendo de una fertilidad que lejos está de ser real. Más de dos tercios del territorio argentino están comprendidos por regiones áridas, semiáridas o subhúmedas secas. ¿Comprenderemos, de una vez y para siempre, que Dios no es argentino?

Ver Noticia On Line

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs