13 ene 2010
Río IV: desmienten drama por basural
4:26 a.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
El Puntal de Río Cuarto (13/01/2010)
Parodi: “Los chicos no van al basural por necesidad de alimento”
El subsecretario de Promoción Social atribuyó la presencia de niños entre los residuos a una cuestión cultural. En Higiene Urbana piden la colaboración de los carreros para mantener el sector limpio
Un artículo de PUNTAL sobre la presencia de niños y animales en el basural que afecta a los vecinos de las 400 Viviendas al final de calle Dinkeldein provocó diferentes reacciones entre los funcionarios del municipio.
Mientras el subsecretario de Promoción Social, Gonzalo Parodi, salió a aclarar que el sector donde se trasladó a los ex ocupantes de la villa Santa Teodora se encuentra cubierto por las organizaciones municipales que brindan alimentos a diario y, por lo tanto, descartó que la presencia de chicos del barrio en el basural sea para buscar comida; el subdirector de Higiene Urbana, Enrique Guzmán, recordó haber recibido denuncias de los vecinos en contra de empleados de supermercados que arrojarían mercaderías en condiciones no aptas para el consumo en la esquina de Dinkeldein y Unión de los Argentinos.
Si bien Guzmán aclaró que no le consta que esas denuncias sean ciertas, enfatizó: “Vamos a labrarles duras actas si detectamos supermercados que realicen estas acciones” y adelantó que buscará nuevas estrategias para mantener limpio el lugar porque hasta ahora los intentos previos han fracasado, “por culpa de los propios carreros”
El apoyo alimentario en el sur
Molesto por el titular de la nota (“Niños y animales compiten por el basural de las 400 Viviendas”), el responsable de Promoción Social rebatió con datos estadísticos la información que los vecinos que viven enfrente del basural le dieron a PUNTAL.
Comentó que en el extremo sur de la ciudad que abarca los barrios Casasnovas y Ciudad Nueva son 638 las familias que se encuentran contenidas por algunas de las seis modalidades de apoyo alimentario que funcionan allí.
Agregó que son 527 los niños que se controlan periódicamente en el dispensario de Casasnovas y que de ese total, 18 son los que presentan menos peso que lo normal. “Eso representa un 3 por ciento del total, cuando a nivel país el porcentaje es del 8”, señaló.
Destacó que hoy, ninguna familia de Río Cuarto se encuentra a más de cinco cuadras de algunos de los centros de asistencia alimentaria. “Decir que estamos en el extremo que asegura la nota me parece muy lejos de la realidad, puede ser que por una cuestión cultural o de costumbres se vean niños dentro del basural, pero no van por una necesidad alimentaria”.
En un recorrido que un cronista y una fotógrafa de este diario hicieron en las 400 Viviendas, se hizo evidente el foco infeccioso que hoy es el basural que cierra el paso por el bulevar Unión de los Argentinos. Ahí, pueden verse decenas de caballos, perros en lamentables condiciones rebuscando entre la basura, y también niños jugando en el lugar y manipulando residuos.
Las moscas, los mosquitos y los roedores completan el insalubre cuadro.
Parodi recordó que un alto porcentaje de las 400 familias de Ciudad Nueva viven del cirujeo. “Seguramente los chicos ven a sus padres hacer la división entre lo que sirve y lo que no sirve para vender. Nosotros siempre decimos que hay que mejorarles las condiciones de higiene y seguridad con que realizan esa tarea, pero creemos que hacen una actividad digna: donde otros ven solo basura, ellos ven dinero. Cumplen una función ambiental importante porque logran reutilizar casi la mitad de la basura.
Puede ser por eso que el niño juegue en la basura pero, repito, no por una necesidad alimentaria”, insistió.
“Falta la colaboración de los carreros”
En Higiene Urbana creen que varios factores confluyen para que el basural de las 400 Viviendas haya hecho eclosión estos días. “El fin de semana pasado íbamos a limpiarlo, pero la lluvia nos impidió maniobrar con maquinarias pesadas, pero permanentemente estamos sobre ese sector”, dijo el subdirector Enrique Guzmán.
Además, dijo que en las fiestas de fin de año se generó más basura que lo habitual lo que hizo que algunos carreros llegaran a entrar al centro hasta 4 veces en un día. “Nos falta la colaboración de los carreros que tiran la basura en cualquier lado, cuando les pusimos un contenedor le prendían fuego a la basura y muchas veces no podíamos trasladarla porque se prendían fuego los camiones”, comentó.
En el área evalúan nuevas estrategias para ordenar la actividad: “estamos viendo de manejarnos en doble turno, a la mañana y a la tarde, para controlar todos los microbasurales pero eso también necesita un presupuesto. En las 400 Viviendas a lo mejor volvemos al sistema de contenedor agregándole alguna persona que controle la tarea, veremos...”, dijo Guzmán.
A su juicio, la queja de los vecinos por los efectos del basural es real, pero pidió que quienes están en la actividad del cirujeo “sean parte del sistema y colaboren para solucionar el problema”.
Duras críticas contra la relocalización
Parodi recordó que la Fundación Social hizo un relevamiento comunitario en las 400 Viviendas en el que no surgió el reclamo alimentario, sino un fuerte aumento de la violencia y las adicciones entre los jóvenes que fueron relocalizados.
“En el trabajo surgió que eso tiene mucho que ver con el desarraigo que se produjo porque acá no hubo un proceso de relocalización, sino que fue algo expulsivo”, dijo.
El subsecretario de Promoción Social agregó que las familias fueron llevadas a un lugar alejado y en contra de su voluntad.
“Terminó siendo algo traumático en el que hubo ancianos que fallecieron a causa de este proceso. Eso lo vimos claramente en el informe. La gente nunca se apropió del lugar. A las casas se las regalaron sin ningún esfuerzo. Si vos te comprás un auto después de deslomarte 4 años no vas a agarrar un solo pozo, ahora si te lo regalan no te importa nada”, comparó.
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El subsecretario de Promoción Social atribuyó la presencia de niños entre los residuos a una cuestión cultural. En Higiene Urbana piden la colaboración de los carreros para mantener el sector limpio
Un artículo de PUNTAL sobre la presencia de niños y animales en el basural que afecta a los vecinos de las 400 Viviendas al final de calle Dinkeldein provocó diferentes reacciones entre los funcionarios del municipio.
Mientras el subsecretario de Promoción Social, Gonzalo Parodi, salió a aclarar que el sector donde se trasladó a los ex ocupantes de la villa Santa Teodora se encuentra cubierto por las organizaciones municipales que brindan alimentos a diario y, por lo tanto, descartó que la presencia de chicos del barrio en el basural sea para buscar comida; el subdirector de Higiene Urbana, Enrique Guzmán, recordó haber recibido denuncias de los vecinos en contra de empleados de supermercados que arrojarían mercaderías en condiciones no aptas para el consumo en la esquina de Dinkeldein y Unión de los Argentinos.
Si bien Guzmán aclaró que no le consta que esas denuncias sean ciertas, enfatizó: “Vamos a labrarles duras actas si detectamos supermercados que realicen estas acciones” y adelantó que buscará nuevas estrategias para mantener limpio el lugar porque hasta ahora los intentos previos han fracasado, “por culpa de los propios carreros”
El apoyo alimentario en el sur
Molesto por el titular de la nota (“Niños y animales compiten por el basural de las 400 Viviendas”), el responsable de Promoción Social rebatió con datos estadísticos la información que los vecinos que viven enfrente del basural le dieron a PUNTAL.
Comentó que en el extremo sur de la ciudad que abarca los barrios Casasnovas y Ciudad Nueva son 638 las familias que se encuentran contenidas por algunas de las seis modalidades de apoyo alimentario que funcionan allí.
Agregó que son 527 los niños que se controlan periódicamente en el dispensario de Casasnovas y que de ese total, 18 son los que presentan menos peso que lo normal. “Eso representa un 3 por ciento del total, cuando a nivel país el porcentaje es del 8”, señaló.
Destacó que hoy, ninguna familia de Río Cuarto se encuentra a más de cinco cuadras de algunos de los centros de asistencia alimentaria. “Decir que estamos en el extremo que asegura la nota me parece muy lejos de la realidad, puede ser que por una cuestión cultural o de costumbres se vean niños dentro del basural, pero no van por una necesidad alimentaria”.
En un recorrido que un cronista y una fotógrafa de este diario hicieron en las 400 Viviendas, se hizo evidente el foco infeccioso que hoy es el basural que cierra el paso por el bulevar Unión de los Argentinos. Ahí, pueden verse decenas de caballos, perros en lamentables condiciones rebuscando entre la basura, y también niños jugando en el lugar y manipulando residuos.
Las moscas, los mosquitos y los roedores completan el insalubre cuadro.
Parodi recordó que un alto porcentaje de las 400 familias de Ciudad Nueva viven del cirujeo. “Seguramente los chicos ven a sus padres hacer la división entre lo que sirve y lo que no sirve para vender. Nosotros siempre decimos que hay que mejorarles las condiciones de higiene y seguridad con que realizan esa tarea, pero creemos que hacen una actividad digna: donde otros ven solo basura, ellos ven dinero. Cumplen una función ambiental importante porque logran reutilizar casi la mitad de la basura.
Puede ser por eso que el niño juegue en la basura pero, repito, no por una necesidad alimentaria”, insistió.
“Falta la colaboración de los carreros”
En Higiene Urbana creen que varios factores confluyen para que el basural de las 400 Viviendas haya hecho eclosión estos días. “El fin de semana pasado íbamos a limpiarlo, pero la lluvia nos impidió maniobrar con maquinarias pesadas, pero permanentemente estamos sobre ese sector”, dijo el subdirector Enrique Guzmán.
Además, dijo que en las fiestas de fin de año se generó más basura que lo habitual lo que hizo que algunos carreros llegaran a entrar al centro hasta 4 veces en un día. “Nos falta la colaboración de los carreros que tiran la basura en cualquier lado, cuando les pusimos un contenedor le prendían fuego a la basura y muchas veces no podíamos trasladarla porque se prendían fuego los camiones”, comentó.
En el área evalúan nuevas estrategias para ordenar la actividad: “estamos viendo de manejarnos en doble turno, a la mañana y a la tarde, para controlar todos los microbasurales pero eso también necesita un presupuesto. En las 400 Viviendas a lo mejor volvemos al sistema de contenedor agregándole alguna persona que controle la tarea, veremos...”, dijo Guzmán.
A su juicio, la queja de los vecinos por los efectos del basural es real, pero pidió que quienes están en la actividad del cirujeo “sean parte del sistema y colaboren para solucionar el problema”.
Duras críticas contra la relocalización
Parodi recordó que la Fundación Social hizo un relevamiento comunitario en las 400 Viviendas en el que no surgió el reclamo alimentario, sino un fuerte aumento de la violencia y las adicciones entre los jóvenes que fueron relocalizados.
“En el trabajo surgió que eso tiene mucho que ver con el desarraigo que se produjo porque acá no hubo un proceso de relocalización, sino que fue algo expulsivo”, dijo.
El subsecretario de Promoción Social agregó que las familias fueron llevadas a un lugar alejado y en contra de su voluntad.
“Terminó siendo algo traumático en el que hubo ancianos que fallecieron a causa de este proceso. Eso lo vimos claramente en el informe. La gente nunca se apropió del lugar. A las casas se las regalaron sin ningún esfuerzo. Si vos te comprás un auto después de deslomarte 4 años no vas a agarrar un solo pozo, ahora si te lo regalan no te importa nada”, comparó.
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