19 nov 2009

Antenas: no tienen que estar en el ejido urbano

El Diario de Villa María (19/11/2009)
“Las antenas no tienen que estar en el ejido urbano”

En diálogo con EL DIARIO, la especialista recalcó que se puede actuar contra las empresas y también contra el Estado, y que la responsabilidad es imprescriptible. Las radiaciones generan muchos perjuicios
Es abogada, escribana y mediadora judicial. También, jueza de Faltas municipal de Villa Ascasubi. Se llama María Belén Aliciardi, participó del reciente Congreso Internacional de Ambiente y Energías Renovables en la Universidad Nacional de Villa María y también dio una charla en Villa Nueva.
El tema al que primordialmente se ha dedicado es el relativo a la electropolución y los aspectos jurídicos relacionados con los efectos en la salud y el ambiente de las antenas de telefonía y telecomunicaciones.
Por su accionar, la Justicia Federal llegó a ordenar que en Villa Ascasubi se retirase una antena de telefonía celular.
Coautora de libros de esta temática (Bioética y Derecho y Ambientalismo II), habla con pasión sobre el tema.
En diálogo con EL DIARIO, fue contundente a la hora de expresar que la antena de telefonía situada en inmediaciones de la plaza Capitán de los Andes, en Villa Nueva, “no puede estar acá”.
“En Europa, se exige que las antenas trabajen en una frecuencia mucho menor a la de aquí, y la Unión Europea dictó una resolución que establece que las antenas tienen que estar a más de 500 metros de la zona habitada. Entonces, si allá se entiende que puede causar efectos perjudiciales a la salud ¿por qué en Argentina no?”, expresó la especialista.
Aliciardi indicó que “las compañías de telefonía se cubren diciendo que los municipios no tienen autonomía para regular sobre este tema, pero no es así (las comunas) sí pueden regular y determinar dónde se pueden emplazar”.
“En Argentina nos sobran los espacios para instalarlas. Por la extensión de su territorio, resulta un despropósito que no se eviten daños” a la población, resaltó la entrevistada.
“Prevengamos los daños”, exhortó.
La abogada advirtió que se puede actuar contra las empresas, por la acción dañosa, y también contra los municipios (o el Estado provincial o nacional, según corresponda) “por la omisión en su deber de bienestar público, esto es por no dictar la legislación correspondiente o no reglamentarla”.
En este sentido, Aliciardi destacó que “la responsabilidad en ambiente es imprescriptible”. Así, por más que se dejen los cargos públicos, quienes han gobernado “siguen respondiendo con sus propios bienes” por no haber hecho lo que correspondía en la materia.
Ante una pregunta de este matutino, dijo que en Villa Nueva le comentaron que un grupo de estudiantes realizó un mapeo de la zona en que se encuentra la mencionada antena y se encontró una alta incidencia de casos de cáncer.
“La verdad es lo único que sé, me lo comentaron pero no puedo afirmarlo”, explicó.
“No quiero crear el caos, pero si fuera intendenta más vale prevendría”, confesó.
Consultada sobre los efectos en la salud humana, Aliciardi puntualizó -detallando estudios- que las radiaciones pueden causar desde cuadros de estrés e insomnio, hasta enfermedades graves. Citó el caso de una ciudad alemana, en que se detectó entre habitantes que residían en un radio menor a los 400 metros del emplazamiento de una antena que se triplicaron los casos de cáncer y que disminuyó la edad en que se contrae la enfermedad.
Esclerosis, abortos espontáneos, defensas bajas y otros males se registraron en el sector.
Belén Aliciardi apuntó que las antenas de televisión provocan menores daños que las de telefonía celular, pero también pueden ser nocivas.

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