11 oct 2009

Ultimo refugio de la naturaleza autóctona en el sur

El Puntal de Río Cuarto (11/10/2009)
Estancia Ralicó: el último refugio de la naturaleza autóctona en el sur

En un campo de Villa Huidobro, sus propietarios decidieron priorizar el bosque nativo por sobre la explotación agrícola. Es así que de 11 mil hectáreas, más de 5.000 corresponden a monte virgen.
La zona al sur del río Quinto en época de la Campaña al Desierto era llamada “Tierra adentro”, inexplorada en sus confines por el blanco y habitada en sus entrañas por los pueblos originarios la llanura a menudo boscosa se extendía varios kilómetros en roce con la Patagonia y atravesando el corazón del país.
Allí Mansilla pasó en busca de Leubucó, centro de la Cultura Ranquel y la rastrillada de ese viaje una se conserva en partes, según afirman lugareños, en la zona de montes de la Estancia Ralicó.
La región comprendida al sur del río Quinto y entre los límites de las provincias de San Luis y La Pampa al oeste de la ruta 35 es adonde hoy se ubican los últimos restos del bosque nativo, donde además se encuentran 30 mil caldenes en el territorio provincial.
La depredación ha borrado del mapa millones de hectáreas de bosques y hoy el paisaje suele ser muy diferente. Sin embargo aún subsisten algunos establecimientos rurales que se han comprometido con la preservación del medio ambiente, es el caso de la estancia Ralicó, ubicada a 25 kilómetros al oeste de Villa Huidobro.
Unas 15 mil hectáreas otorgadas a los propietarios tras la llamada Campaña al Desierto, de las cuales 11 mil aún se mantienen con el hábitat natural de bosque nativo, son hoy el último reducto de decenas de especies que se ven acorraladas por la agricultura intensiva en la zona.
El lugar siempre perteneció a la misma familia y fue heredado por generaciones, actualmente sus dueños residen en Milán, Italia, pero como sus antepasados, poseen la firme convicción de preservar el medio ambiente. Así es que se ha firmado un convenio con la provincia declarando reserva natural 5.000 hectáreas de bosque nativo prácticamente virgen con un ecosistema natural autóctono conforman un patrimonio ambiental único.

Flora y fauna
Al entrar en Ralicó sin dudas se experimentan variadas sensaciones, una de ellas es la posibilidad de regresar al pasado: pastizales, molles, algarrobos y viejos caldenes de más de 20 metros de altura y de 500 años conforman un paisaje propio pero casi extinto en la zona.
Allí pueden verse pumas, ñandúes, y todo tipo de aves autóctonas. Una zona de lomas y bañados presenta a quién lo visite un paisaje bello e inigualable.
En el corazón del establecimiento se ubica la estancia, el casco data de aproximadamente 1875 y actualmente fue reformado, “los propietarios ha decidido preservar la mayor parte de este lugar” afirma Daniel Freire el encargado. Su familia también tiene historia en la estancia ya que su padre al igual que el también fue mayordomo del establecimiento. Además es una de las pocas estancias de la zona que posee 15 empleados que viven en el lugar. Este es todo un detalle ya que han quedado, en la región, pocos establecimientos rurales con tantos trabajadores.

Contra la depredación
Ralicó es hoy el hábitat donde subsisten el 20% de los caldenes que quedan en la provincia, especie única en el mundo que ha sido depredada a través de desmontes en la mayor parte del territorio cordobés.
Junto al caldén decenas de otras especies animales y vegetales propias del bosque nativo han encontrado su refugio en la estancia.
El encargado asegura que a menudo se encuentran con cazadores furtivos por lo cual se debe, además, realizar un control sobre el vasto territorio. Mas allá del valor ambiental, Ralicó posee un valor histórico allí, tal cual lo demuestran restos hallados en inmediaciones, hubo asentamientos de pueblos originarios: los Ranqueles.
El monte virgen se extiende en el horizonte y cada paso dentro de la estancia es placentero ya que la vista se altera y desvía a cada momento, un caldén viejo y enorme ubicado a pocos metros del casco de la estancia parece ser el centinela de la tierra.
Cientos de pájaros de distintas especies son la música que acompaña al ocasional visitante.
Ralicó es hoy el bastión de un paisaje que tiende a desaparecer en gran parte culpa de la depredación humana.
16 millones es la superficie total de la provincia de Córdoba
12 millones eran de bosque nativo.
600 mil las hectáreas de bosque nativo -pero degradado- ha logrado subsistir
10 mil las hectáreas en buen estado de conservación.

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