29 jul 2009
Río III: demoras el plan de monitoreo ambiental
4:52 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (29/07/2009)
Río Tercero: se demora el plan de monitoreo ambiental
La habilitación del centro de control y del programa para emergencias, con atraso.
Río Tercero. El municipio aún no logra poner en marcha el equipo de monitoreo ambiental que adquirió el año pasado por medio de aportes del Gobierno nacional ni el nuevo esquema de actuación ante emergencias químicas industriales que diseñó hace casi dos años.
Desde la Secretaría de Protección Civil y Medio Ambiente de la Municipalidad local argumentan que la demora escapa al municipio. Carlos Siccardi, a cargo de esa área, no se arriesga ya a pronosticar cuándo se pondrá en marcha el sistema que por una parte permitirá monitorear en forma constante a las empresas químicas y por la otra preparar a la población para advertir y actuar ante emergencias por eventuales accidentes que pudieran perjudicar la zona urbana.
Las sirenas. Un punto del plan, diseñado hace casi dos años tras una sucesión de episodios graves en el polo químico local, contempla la instalación de tres grandes sirenas comunitarias, que sólo se deberían activar en caso de emergencia química de gravedad. Dos sirenas fueron compradas en Estados Unidos, con aportes de las empresas Atanor y Petroquímica Río Tercero. Cada una costó 30 mil pesos. Pero hasta ahora no se pudieron instalar. Una tercera, de menor alcance, ya estaba en manos del municipio. Según se explicó, hubo demoras en los trámites de importación y ahora –precisó Siccardi– falta conseguir unas baterías especiales, que también deben ser importadas. Cuando eso esté, el paso siguiente será el de su instalación en los barrios cercanos al polo fabril.
Las sirenas se usarán cuando haya que avisar a la gente de una emergencia química grave, y su sonido significará que debe hacer "protección bajo cubierta" (encerrarse lo más herméticamente posible en el lugar donde se encuentre, sin movilizarse a otro sitio) para evitar el contacto con gases del ambiente.
Pero la población no tiene aún conciencia de eso: la mayoría parece responder aún que se evacuaría si hubiera un escape químico. Esa reacción es la contraria a la que correspondería. Falta entonces la capacitación y concientización a la población, que estará a cargo de Bomberos Voluntarios (que ya recibió 45 mil pesos de subsidios para ese fin) para que la respuesta de la comunidad ante una emergencia sea la buscada para su seguridad.
El centro de control. En cuanto a monitoreo, el plan consiste en la instalación de un centro de control permanente, que durante las 24 horas, mediante sensores químicos instalados en los perímetros de las industrias, y de cámaras de televisión, pueda establecer al instante si ocurre algún incidente industrial. En el tercer piso del edificio municipal está en parte instalado ese sistema, aunque no se pudo completar aún.
Siccardi mencionó que el aporte de los sensores y las cámaras que faltan se espera aún de las industrias a controlar. Destacó que Petroquímica ya los colocó, que Atanor los compró pero aún no los instaló y que Fábrica Militar "hizo el pedido de compra a su sede central en Buenos Aires que aún no resolvió sobre esa adquisición".
Los sensores medirán en tiempo real la presencia de los compuestos químicos que manipulan esas firmas y de mayor riesgo en caso de escapes: cloro y amoníaco. Hasta ahora, no se contempla el gas fosgeno, que usa Petroquímica y que es de muy alta toxicidad. El argumento municipal y de la empresa es que la cantidad que fosgeno que manipula no podría exceder en caso de escape el perímetro de la firma, y que además, por exigencias municipales, esa industria instaló hace más de un año otros sensores de ese producto dentro de su planta.
Fue el fosgeno el gas que mató a dos operarios en mayo de 2007, generando el primer incidente con muertos por accidentes químicos en esta ciudad y la reacción social que determinó la toma de medidas y planes para generar nuevos sistemas de control.
La estación móvil. Ante la falta de certeza de cuándo se recibirán los sensores que faltan para el centro fijo de control, el municipio decidió "sacrificar" la estación de monitoreo móvil, que fue comprada mediante un aporte nacional de 1,3 millón de pesos el año pasado. Esta unidad, que incluye una estación meteorológica, está ubicada en forma fija frente al polo industrial, sobre avenida Savio.
Pero en realidad, ese instrumental tampoco está a punto, ya que aún no puede enviar los datos en tiempo real vía Internet al municipio, como estaba previsto, por un inconveniente –explicó Siccardi– con el servidor de la red que se trata de subsanar ahora.
Esa nueva estación móvil permitirá realizar con tecnología de última generación mediciones de aire y de agua, para detectar la presencia de contaminantes, y ser desplazada de un sitio a otro porque está montada sobre un tráiler. Pero aún no se usa en su verdadero potencial.
Siccardi citó que en el último año fueron mejoradas las cuatro estaciones fijas de control del aire instaladas en los años ‘90, que aportan datos en forma cotidiana sobre la presencia de productos químicos en el aire. Desde hace años, se asegura que esas estaciones fijas no registran niveles de contaminación que superen los tolerables por ley. Sólo en casos ocasionales de escapes –se aseguró varias veces– han detectado niveles superiores.
Pero esas estaciones fijas tienen la limitación de que sólo detectan lo que pueden medir en el sitio donde están ubicadas. Además, son básicamente un registro para analizar una situación después de que sucedió.
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Río Tercero: se demora el plan de monitoreo ambiental
La habilitación del centro de control y del programa para emergencias, con atraso.
Río Tercero. El municipio aún no logra poner en marcha el equipo de monitoreo ambiental que adquirió el año pasado por medio de aportes del Gobierno nacional ni el nuevo esquema de actuación ante emergencias químicas industriales que diseñó hace casi dos años.
Desde la Secretaría de Protección Civil y Medio Ambiente de la Municipalidad local argumentan que la demora escapa al municipio. Carlos Siccardi, a cargo de esa área, no se arriesga ya a pronosticar cuándo se pondrá en marcha el sistema que por una parte permitirá monitorear en forma constante a las empresas químicas y por la otra preparar a la población para advertir y actuar ante emergencias por eventuales accidentes que pudieran perjudicar la zona urbana.
Las sirenas. Un punto del plan, diseñado hace casi dos años tras una sucesión de episodios graves en el polo químico local, contempla la instalación de tres grandes sirenas comunitarias, que sólo se deberían activar en caso de emergencia química de gravedad. Dos sirenas fueron compradas en Estados Unidos, con aportes de las empresas Atanor y Petroquímica Río Tercero. Cada una costó 30 mil pesos. Pero hasta ahora no se pudieron instalar. Una tercera, de menor alcance, ya estaba en manos del municipio. Según se explicó, hubo demoras en los trámites de importación y ahora –precisó Siccardi– falta conseguir unas baterías especiales, que también deben ser importadas. Cuando eso esté, el paso siguiente será el de su instalación en los barrios cercanos al polo fabril.
Las sirenas se usarán cuando haya que avisar a la gente de una emergencia química grave, y su sonido significará que debe hacer "protección bajo cubierta" (encerrarse lo más herméticamente posible en el lugar donde se encuentre, sin movilizarse a otro sitio) para evitar el contacto con gases del ambiente.
Pero la población no tiene aún conciencia de eso: la mayoría parece responder aún que se evacuaría si hubiera un escape químico. Esa reacción es la contraria a la que correspondería. Falta entonces la capacitación y concientización a la población, que estará a cargo de Bomberos Voluntarios (que ya recibió 45 mil pesos de subsidios para ese fin) para que la respuesta de la comunidad ante una emergencia sea la buscada para su seguridad.
El centro de control. En cuanto a monitoreo, el plan consiste en la instalación de un centro de control permanente, que durante las 24 horas, mediante sensores químicos instalados en los perímetros de las industrias, y de cámaras de televisión, pueda establecer al instante si ocurre algún incidente industrial. En el tercer piso del edificio municipal está en parte instalado ese sistema, aunque no se pudo completar aún.
Siccardi mencionó que el aporte de los sensores y las cámaras que faltan se espera aún de las industrias a controlar. Destacó que Petroquímica ya los colocó, que Atanor los compró pero aún no los instaló y que Fábrica Militar "hizo el pedido de compra a su sede central en Buenos Aires que aún no resolvió sobre esa adquisición".
Los sensores medirán en tiempo real la presencia de los compuestos químicos que manipulan esas firmas y de mayor riesgo en caso de escapes: cloro y amoníaco. Hasta ahora, no se contempla el gas fosgeno, que usa Petroquímica y que es de muy alta toxicidad. El argumento municipal y de la empresa es que la cantidad que fosgeno que manipula no podría exceder en caso de escape el perímetro de la firma, y que además, por exigencias municipales, esa industria instaló hace más de un año otros sensores de ese producto dentro de su planta.
Fue el fosgeno el gas que mató a dos operarios en mayo de 2007, generando el primer incidente con muertos por accidentes químicos en esta ciudad y la reacción social que determinó la toma de medidas y planes para generar nuevos sistemas de control.
La estación móvil. Ante la falta de certeza de cuándo se recibirán los sensores que faltan para el centro fijo de control, el municipio decidió "sacrificar" la estación de monitoreo móvil, que fue comprada mediante un aporte nacional de 1,3 millón de pesos el año pasado. Esta unidad, que incluye una estación meteorológica, está ubicada en forma fija frente al polo industrial, sobre avenida Savio.
Pero en realidad, ese instrumental tampoco está a punto, ya que aún no puede enviar los datos en tiempo real vía Internet al municipio, como estaba previsto, por un inconveniente –explicó Siccardi– con el servidor de la red que se trata de subsanar ahora.
Esa nueva estación móvil permitirá realizar con tecnología de última generación mediciones de aire y de agua, para detectar la presencia de contaminantes, y ser desplazada de un sitio a otro porque está montada sobre un tráiler. Pero aún no se usa en su verdadero potencial.
Siccardi citó que en el último año fueron mejoradas las cuatro estaciones fijas de control del aire instaladas en los años ‘90, que aportan datos en forma cotidiana sobre la presencia de productos químicos en el aire. Desde hace años, se asegura que esas estaciones fijas no registran niveles de contaminación que superen los tolerables por ley. Sólo en casos ocasionales de escapes –se aseguró varias veces– han detectado niveles superiores.
Pero esas estaciones fijas tienen la limitación de que sólo detectan lo que pueden medir en el sitio donde están ubicadas. Además, son básicamente un registro para analizar una situación después de que sucedió.
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