22 mar 2009

Dilema de la Capital: ¿Qué se hace con la basura?

La Voz del Interior (22/03/2009)
¿Qué se hace con la basura?

El área metropolitana de Córdoba produce 75 mil toneladas mensuales de desperdicios, que terminan enterrados en el predio de Potrero del Estado. ¿Es el mejor destino o existen alternativas?
El área metropolitana de Córdoba produce diariamente más de 2 mil toneladas de residuos sólidos urbanos. Toda esa basura termina en el predio del enterramiento sanitario de Potrero del Estado, ubicado 18 kilómetros al sur de la Capital.
Allí, son enterrados en una fosa que funciona desde 1998 y que, según la antigua operadora del enterramiento, tiene una vida útil que llega hasta 2016. El problema reside en que a pocos metros existe una localidad que continuamente denuncia los problemas que ocasiona la basura: Bouwer.
Las denuncias van desde malos olores hasta el nacimiento de animales con malformaciones. La preocupación moviliza a los vecinos, que frecuentemente llevan adelante medidas de protesta, como la del último viernes, que terminó con un corte de ruta en la entrada del enterramiento.
"Los pobladores denuncian altas tasas de enfermedades respiratorias, alergias, casos de cáncer, abortos espontáneos y hasta malformaciones. Además, conviven permanentemente con los olores nauseabundos que emanan del basural y sufren el devalúo de sus viviendas por estar en un sitio contaminado", afirma la Funam, organización que participa activamente junto a los vecinos de Bouwer.
Por este motivo, realizaron una denuncia por discriminación ante el Instituto Nacional de Lucha contra la Discriminación (Inadi), denunciaron ante la Justicia a funcionarios municipales y provinciales y no descartan una presentación judicial contra la actual operadora del enterramiento, la municipal Crese. Aseguran que ni la Provincia ni la Municipalidad de Córdoba respetaron los pasos previstos en la ley para alargar la vida útil del relleno.
Fernando Cámara, subsecretario de Ambiente de la Municipalidad de Córdoba, asegura que "cuando se presentan casos que afectan a la salud de la población y que están directamente relacionados con factores ambientales, no se puede bajo ningún punto de vista parcializar el análisis y centrarlo en una sola causa", en referencia al relleno sanitario. En ese sentido, destaca que se tienen que realizar estudios de rigor científico que analicen el contexto de la zona: el plomo, la siembra de soja y el depósito de chatarra que rodean a Bouwer.
Para Ambiente de la Provincia, el predio cuenta con características adecuadas para la disposición final de los residuos: posee una buena accesibilidad, una adecuada distancia a centros urbanos y la profundidad de la napa se encuentra en todo el predio por debajo de los 50 metros. "En cada monitoreo evaluamos el relleno sanitario como tal y las condiciones higiénicas y ambientales", agregan.
La polémica entre estos actores se reavivó la semana pasada, cuando se suscribió un acuerdo por el que 18 municipios y comunas llevarán sus residuos sólidos a Potrero del Estado. Para la Provincia, eso significa un paso adelante en la contribución de la erradicación de los basurales a cielo abierto en Córdoba. Pero los habitantes de Bouwer y los ambientalistas lo toman como un factor más que desatará efectos nocivos contra la salud.
Entonces, ¿qué se hace con los residuos que se producen en Córdoba, cuyo peso equivale a enterrar 19 Titanics y medio al año en Potrero del Estado? Nadie en su sano juicio querría un relleno sanitario cerca de su casa, como nadie podría esperar que casi dos millones de habitantes dejen de generar miles de toneladas de residuos. El debate, entonces, queda abierto.

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Diferentes miradas

Fernando Cámara / Subsec. Ambiente municipal
El mejor destino para los residuos urbanos son los llamados vertederos controlados. Este sistema es el de mayor aceptación mundial. En nuestra provincia existen distintos predios destinados al enterramiento sanitario de basura.
En la actualidad, autorizados y controlados por la Secretaría de Ambiente de la Provincia, realizan el tratamiento y disposición final de los residuos en el predio de Potrero del Estado junto a la Ciudad de Córdoba 18 municipios y comunas más (entre los que se encuentran Villa General Belgrano, La Falda, Cura Brochero, La Calera, Despeñaderos, Bouwer, Río Ceballos, Unquillo, Corralito, La Cumbrecita, Saldán, Malvinas Argentinas, Villa Allende, Alta Gracia, La Quintana, Santa Mónica, Los Aromos y Añáscate)
De acuerdo a los estudios de monitoreo realizados por el Gobierno de la Provincia, las condiciones geológicas e hidrológicas; las distancias entre el predio y los puntos urbanos; la calidad de las aguas subterráneas; la profundidad de las napas y la predominancia de los vientos con las que cuenta Potrero del Estado hacen de éste un lugar apto para el depósito de los residuos urbanos de la zona.

Raúl Costa / Sec. Ambiente provincial
Para abordar las soluciones a este problema se debe partir del trabajo por regiones para lograr la escala necesaria de la recuperación, reciclado y compostaje y la viabilidad económica para una disposición final ambientalmente adecuada, mediante vertederos controlados regionales.
El Programa Córdoba Limpia hace hincapié en la regionalización de los sistemas de gestión, la racionalización de los sistemas de recolección y transporte, el tratamiento diferenciado de los residuos patógenos y peligrosos, y la reducción y recuperación de residuos a través de plantas de reciclado y el compostado o lombricultivo de la fracción orgánica putrescible de los RSU. Se prioriza alejar los centros de disposición de las zonas residenciales, turísticas, y de recarga de acuíferos y generar la escala suficiente para que los costos sean viables.
En la Región Metropolitana esto debería completarse y optimizar para hacer que la gestión de los residuos sea sostenible en el tiempo, incorporando una red de Estaciones de Transferencia satélites del vertedero controlado, que permitan aumentar la tasa de desvío de residuos mediante reciclado y compostaje y reducir los costos de transporte en vehículos de mayor porte.

Raúl Montenegro / Biólogo y Pte. Funam
La solución al problema de los residuos sólidos pasa por un enfoque opuesto al adoptado la Provincia, que dividió el territorio en 12 regiones, cada una con un gran relleno al que las localidades deben llevar sus residuos. Bueno para los negocios privados, el programa "Córdoba Limpia" es malo para la sociedad. Concentra demasiados residuos en pocos sitios, y hace que los intendentes pierdan interés en sistemas de separación domiciliaria, reciclaje y buenas prácticas. Y lo más grave es que esos rellenos condenan a pueblos enteros a enfermedades por descarga de gases tóxicos y cancerígenos, a la muerte y al estigma.
Cada localidad debe hacerse cargo de sus propios residuos siguiendo modelos probados de separación y tratamiento como "Basura Cero", en que cada ciudadano es parte de la solución con compras responsables, separación de materiales y composteras para residuos orgánicos. El Estado debe hacer separación, compostaje y reducir al mínimo la cantidad de residuos enviados al relleno. Los vertederos deben tener fecha de cierre, tratamiento de lixiviados y gases, excluir las montañas de basura y la incineración, y mantener estudios epidemiológicos y ambientales continuos e independientes.

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Desde las barrancas hasta el enterramiento

La historia del destino final de la basura cordobesa pasó por diferentes etapas, casi siempre caracterizadas por la desidia de las autoridades municipales. Desde su fundación, los residuos eran arrojados en las barrancas del arroyo La Cañada.
Luego comenzaron a ser tirados en los terrenos del actual barrio Observatorio. A medida que la ciudad crecía, se habilitaban nuevos basurales a cielo abierto, sobre todo en los cañadones ubicados hacia el este, desde la Bajada Pucará hasta el camino a Monte Cristo.
Hacia la segunda década del siglo XX, se habilita un horno crematorio en barrio Observatorio. Las instalaciones estaban en lo que hoy es la plaza del lugar. En 1960 se inaugura otro horno, de mayor capacidad, en Villa Belgrano. Los residuos eran separados, y los materiales reciclables los vendía el municipio. Al resto se lo incineraba, y las cenizas también eran comercializadas para la elaboración de abrasivos de limpieza.
Los hornos se cierran en la década de 1970, y se habilita un enorme basural a cielo abierto en los predios ubicados a la altura del actual barrio Nuestro Hogar III, al sur de la ciudad. Además, la ciudad contaba con otros seis terrenos en diferentes puntos habilitados para recibir los residuos urbanos.
Hacia finales de esa década. la Provincia cede un terreno al municipio para que se cree un enterramiento que sea el destino final de la basura. El lugar elegido era Potrero del Estado, que contaba con una bajísima densidad demográfica que se hallaba dispersa en la zona rural.
A principios de la década del ‘80, comenzaron a abrirse las primeras fosas donde se enterraron los residuos urbanos, y operaron hasta 1998. Estas fosas no tenían tratamiento de impermeabilización del suelo donde se depositaba.
Según la empresa que lo tenía a cargo, "las características arcillosas del suelo no hacían necesario la colocación de textiles impermeabilizantes".
Ese mismo año se construyó la fosa actual, que tiene una profundidad de 17 metros y que sí tiene colocados en el suelo los textiles que la impermeabilizan.
En el lugar, se puede apreciar una gran loma compuesta de residuos y tierra, con el objetivo de "optimizar uso del suelo y extender la vida útil del predio". Esto permitirá continuar operando el lugar por siete años más.

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