28 jun 2008

Minería nuclear: debate y convergencia

La Voz del Interior (28/06/2008)
Minería nuclear: debate y convergencia

Hugo R. Martin
Director de Asociación Argentina de Tecnología Nuclear-Delegación Regional Córdoba

En momentos en que el debate sobre las consecuencias ambientales y sociales de la minería a gran escala ha tomado cuerpo en varias provincias argentinas, el pasado 24 de junio se cumplieron 34 años desde que entró en operación comercial la Central Nuclear en Atucha I. Desde aquel momento y pese a las innumerables advertencias sobre las consecuencias negativas que produciría su funcionamiento, aproximadamente 2.500 millones de Kilovatios/hora han satisfecho las necesidades del consumo mensual de electricidad de tres millones de hogares argentinos. Como contrapartida, no se produjeron siquiera incidentes menores que pusieran en peligro la salud de la población o la conservación del ambiente.
Pero en relación con este hecho, hay una cuestión que tal vez no se ha percibido adecuadamente. Para suministrar esa energía fueron necesarias unas dos mil toneladas de uranio, las que por supuesto, fueron extraídas en explotaciones mineras. Sin embargo, quienes pretenden preservar el ambiente de dichas actividades, incluyen entre sus propuestas la prohibición absoluta de la explotación de los minerales nucleares.
Aunque existen justificados argumentos y antecedentes que sustentan las preocupaciones de la ciudadanía, no parece conveniente olvidar que buena parte del futuro energético del país se encuentra hoy centrada en la energía nuclear y por lo tanto, en el uranio.
Recientemente se observó una importante reactivación de la industria nuclear en todo el mundo. Varios factores explican esta situación. El aumento del precio del petróleo mejoró la competitividad económica de la nucleoelectricidad. También la incertidumbre sobre un abastecimiento seguro es un tema que despierta preocupación ante los cambios políticos de los países productores. Por otra parte, se encuentra la creciente preocupación por el cambio climático global, parcialmente originado por la emisión de gases de efecto invernadero durante el quemado de combustibles fósiles.
Muchos países han revalorizado la opción nuclear. Alemania, que planeaba cerrar sus centrales nucleares antes de 2024, sostiene ahora que hay que encontrar un equilibrio entre las diferentes fuentes de energía, incluyendo a la nuclear. Inglaterra reivindica ahora la opción nuclear como la más razonable frente a los vaivenes del petróleo y la necesaria protección del ambiente. Francia, que ya consume el 78 por ciento de su electricidad a partir del átomo, propuso una política energética para la Unión Europea basada en la nuclear. Italia, que hace años realizó un referéndum que la convertiría en un país sin centrales nucleares, comenzó a rever la situación teniendo en cuenta los costos de importar electricidad desde Francia. También Japón reactivó este sector, China planea construir 20 unidades en las próximas dos décadas, y en Estados Unidos las estimaciones indican la necesidad de construir unas 20 centrales en los próximos años, política que cuenta con el apoyo explícito del gobierno federal. En los hechos: hoy en día se están construyendo 30 reactores nucleares en 11 países.
Desarrollo argentino. Y es precisamente en este momento en que Argentina ha manifestado su intención de finalizar la construcción largamente postergada de la Central Nuclear en Atucha 2, el comienzo de los estudios para la prolongación de la vida útil de la Central Nuclear den Embalse y la construcción de una cuarta usina de este tipo.
En este marco, es posible que inadvertidamente se esté olvidando el contexto más amplio en que se deben llevar a cabo las discusiones sobre la minería y sus efectos. Parecería que quienes tienen una posición fundamentalista “antinuclear”, pretenden aprovechar la ocasión para obtener una nueva condecoración por su accionar. Si el bien a tutelar es el ambiente, alcanzaría con su preservación de los efectos negativos de las explotaciones mineras, de todas ellas, para que automáticamente los minerales nucleares queden incluidos.
Sin duda, parece conveniente examinar la alternativa de la preservación ambiental junto con la necesidad de producir energía, en particular mediante la tecnología nuclear. Esto es, buscar el equilibrio entre la necesidad de preservar a la sociedad y al ambiente de los efectos negativos que puede tener la minería y asegurar la explotación de los minerales nucleares para producción de energía.
Con el paso del tiempo, seguramente aumentará la presión sobre los gobernantes para que se alcance una solución consensuada sobre estas cuestiones. Cualquiera sea el resultado, es imprescindible que desde hoy, el debate sea conducido hacia la convergencia de intereses. Si se desea legar a las generaciones futuras un planeta que satisfaga sus necesidades, tal como lo hizo hasta ahora, la opción nuclear es uno de los pocos caminos ya probados que podría ayudar a ello.

Ver Noticia On Line

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs