12 may 2008

El Talar sigue esperando por el agua

La Voz del Interior (12/05/2008)
Después de 15 años, El Talar sigue esperando por el agua

Mendiolaza. Hace 15 años El Talar era un enorme descampado y Mendiolaza, una pequeña localidad con menos de dos mil habitantes. Hoy, El Talar es uno de los barrios más poblados del Gran Córdoba con 2.800 lotes y casi mil casas. Esto significa que concentra casi la mitad de la población de la localidad.
Este crecimiento vertiginoso arrastró innumerables inconvenientes que padecen a diario sus habitantes: falta de agua, calles de tierra intransitables, alumbrado deficiente, inseguridad y ausencia de servicios de salud.
“El mayor problema que tenemos es la falta de agua y la permanente autorización de nuevos emprendimientos inmobiliarios, a pesar de que quienes vivimos desde hace años no tenemos agua. Los servicios básicos no son prioridades en los barrios públicos. Mientras a nosotros nos hacen esperar y nos llenan de promesas para solucionarnos el problema del agua, los barrios privados logran autorizaciones y factibilidades de manera acelerada”, explicó el vecino José Pereyra.
Esta afirmación fue sostenida por los concejales de la oposición Alicia López Seco y Francisco Etchemendy, quienes cuestionan a las autoridades locales por priorizar la solución de los problemas en los barrios cerrados en desmedro del resto de la comunidad.
Al respecto, se lamentan de que el intendente Daniel Salibi aprobó la realización del barrio privado Molino de viento, en el acceso a El Talar por la ruta intermunicipal, a pesar de que la emergencia hídrica persiste en la región y la mayoría del barrio no cuenta con agua potable.
“El municipio y la cooperativa de agua se preocuparon más por trabajar por el barrio Molino del viento que por la gente común. Hicieron la obra de agua en un terreno de dominio público y nos dijeron que el excedente de ese loteo será lo que nos darán a los vecinos de El Talar, parece una burla”, expresó Etchemendy.
Los residentes también se lamentan porque consideran que el ritmo y avance que las urbanizaciones llevan en la actualidad, quienes viven en El Talar nunca llegarán a tener agua, a pesar de las obras proyectadas como el trasvasamiento de cuencas desde La Calera.

Servicios escasos
Además se suman los inconvenientes por el estado de las calles, falta de alumbrado público y ausencia de controles policiales.
“A las horas pico, en que la gente se va a trabajar o regresa de sus tareas, es un peligro circular por la avenida Tissera porque el polvo que se levanta por el paso de los autos torna imposible la visibilidad, ya hubo más de un accidente por esta causa, se forman grandes nubes de tierra y no hubo un muerto por casualidad”, comentó Adriana Savio. En ese sentido, los vecinos remarcan la falta de mantenimiento y riego de las calles, ausencia de veredas y de controles vehiculares.
“Todos estos problemas parten de una falta de un planeamiento estratégico para contener el acelerado crecimiento. Además del agua tenemos problemas con los servicios, carencias de toda clase, pero se potencian por la falta de agua”, afirmó Rodolfo Pedroca, otro vecino del sector.
“Hay desidia para resolver esta situación. Al municipio parece convenirle más negociar con los empresarios inmobiliarios que atender nuestros pedidos. Cuando salimos con los reclamos nos contestan con promesas, pero luego nada se concreta”, agregó el hombre.
Los vecinos también le reprochan al municipio la falta de alumbrado público en la avenida principal del barrio que, según comentan, pagaron por anticipado y nunca se concluyó.

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