19 ene 2008

Roggio SA y sus trabajitos

El Diario de Villa María (19/01/2008)
Una empresa privada derrocha recursos vitales para todos



La empresa a cargo de la construcción de diversos tramos de la autopista Villa María-Córdoba deja a su paso grandes fosas en las proximidades de la misma, sacando a la superficie recursos hídricos subterráneos. Organismos gubernamentales encargados de controlar desconocen el problema, mientras que la Subsecretaría de Recursos Hídricos (ex DIPAS) deslinda responsabilidad a la Dirección Nacional de Vialidad, que es la encargada de controlar la obra.
A la altura de James Craik, la empresa Roggio SA dejó en su avance en la construcción de la carretera, lagunas que se forman por la excavación necesaria para formar los terraplenes. La profundidad parece estar limitada por las napas freáticas, aunque en algunos casos avanzan más aún colocando bombas para extraer las aguas y vertirlas por los caminos rurales. Con el avance de la obra, la excavación queda "abandonada" y el agua brota con el consiguiente derroche que da paso a la contaminación.
EL DIARIO detectó al menos cuatro pozos de éstos, con diámetros mayores a los 100 metros (dos de ellos del doble incluso) y profundidades de al menos 10 metros, aunque esto es más difícil de precisar, ya que el agua no lo permite.

¿Dónde están?
Una de las fosas se encuentra detrás del obrador que la empresa tiene en la intersección de la mencionada autopista con la ruta provincial 10, a la altura de James Craik; otra está prácticamente sobre la autopista, apenas pasando la misma localidad, sobre la mano que va hacia Córdoba y se encuentra alambrada y señalizada; las otras dos están casi juntas, unos cuatro kilómetros al sur de la ruta 10 y equidistante entre la autopista y la "vieja" ruta nacional 9 (uno a cada lado del camino).
Toda esta situación sucede cuando a nivel planetario se debate la problemática de la falta de agua potable a futuro, y se alzan distintas voces de defensa de este recurso natural ante el avance de inversionistas extranjeros que se están asentando en Argentina y Paraguay, dueños del Acuífero Guaraní, una de las principales reservas mundiales.
La firma constructora de ese tramo de la autopista adquirió unas 600 hectáreas a lo largo de la vía de comunicación que traza, y es de esa superficie de donde extrae el 80% de la tierra para elevar el terraplén sobre el que asienta la calzada. El restante 20% lo sacan de las mismas banquinas.

Pasó la pelota
Desde la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la provincia (Dirección Provincial de Agua y Saneamiento -DIPAS-), dijeron a este medio desconocer el tema.
"No es competencia de la Subsecretaría; la explotación se concede a municipios o cooperativas... Siempre está concesionada", indicó Mónica Borello, encargada de Prensa de esta repartición. Ante la insistencia del cronista, expresó: "La Subsecretaría es la encargada de los recursos subterráneos, pero no tenemos prestación allí, si los municipios tienen problemas acuden a la Provincia"(¿?).
Finalmente, subrayó que "Vialidad Nacional es la encargada de controlar la obra".

Preocupados
Desde la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), Distrito 2º Córdoba, un alto funcionario dijo que desconocían la existencia de estas lagunas.
Ante la consulta de EL DIARIO, solicitaron mayor información e indicaron que de inmediato se pondrían a investigar el caso. Sin embargo, manifestaron que el jefe de distrito estaba de licencia y volverá el lunes para tomar las decisiones que correspondan y poder avanzar en la problemática planteada. Remarcaron su preocupación y se comprometieron a brindar rápidas respuestas, dejando entrever que existe alguna irregularidad en torno al caso.

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