6 dic 2007

Hernando y la energía

La Voz del Interior (06/12/2007)
Reconocen que Hernando está en emergencia energética

“Hernando está padeciendo una crisis energética y no hay soluciones en el corto plazo. Por el momento el único camino es el ahorro porque corremos el riesgo de estar aun peor. Esto recién empieza”. Sin vueltas, eso advierten las autoridades de la Cooperativa de Obras y Servicios de Hernando, a través del ingeniero Miguel Morillo.
El pasado lunes dejó de generar la central ubicada en Segunda Usina (Calamuchita) por lo que Hernando, por ser punta de línea, debió ser “descolgado” de la red que proviene de allí y pasa por Río Tercero y conectarse como medida de emergencia a la línea que llega desde General Deheza. Esta línea es larga y de secciones finas por lo que se produjeron permanentes problemas de tensión que ocasionaron un verdadero caos.
Muchas empresas sufrieron cortes de energía y otras debieron funcionar “a media máquina” a raíz del bajo voltaje. Incluso, los fluorescentes no pudieran encender porque el voltaje apenas superaba los 175 voltios.
El problema recién comenzó a ceder hacia la noche del lunes cuando la mayoría de los comercios cierran sus puertas y los equipos de aire acondicionado se apagan. El martes el panorama fue distinto pero gracias a que el clima estuvo más fresco y la gente, ante la emergencia, cuidó un poco más el consumo.
Ahora ya no sólo los productores agropecuarios “miran al cielo” esperando lluvias sino que la gente de la ciudad también. Se sabe que si el calor intenso vuelve se corre el riesgo de quedar a oscuras, una y otra vez.

Sistema casi colapsado
Más allá que Hernando pueda volver a conectarse a la línea Calamuchita–Río Tercero hay otro problema: la ciudad, más Pampayasta, Las Isletillas y Punta del Agua, que se alimentan de la misma línea, dependen para funcionar de dos transformadores que trabajan en forma conjunta con una potencia de cinco megavatios.
Hasta hace un par de años, el consumo apenas superaba los tres megavatios y ahora, cuando el verano aún no comenzó, se están consumiendo 4,5 megavatios. “Estamos al límite y si bien existe la posibilidad de ampliar la capacidad de esos transformadores, nada garantiza que después se les pueda proveer desde la empresa provincial Epec el nuevo cupo que necesitan para funcionar y abastecer a una zona cada vez más demandante”, precisó Morillo a este diario.
“Conectarnos a la subestación de Tancacha con la que se alimenta a la empresa aceitera Bunge sería un principio de solución ya que el cableado que viene desde allí está en buen estado”, precisó el ingeniero a cargo del tema eléctrico en la Cooperativa.
El problema es que hasta hace poco tiempo, Epec daba autorización a Hernando para encarar los trabajos que fuera necesario hacer ahí, pero con cargo a la Cooperativa. “Nuestra entidad tenía que hacer una inversión cercana a los tres millones de pesos y después donar la obra a Epec, lo que nos parece un despropósito. A nosotros nos corresponde hacernos cargo de la distribución local pero Epec debe garantizarnos la provisión de energía”, puntualizó Morillo.
Más allá de esta realidad no se descarta algún principio de acuerdo bajo otros términos pero, según fuentes cercanas al problema, no habría que esperar que fuera en el corto plazo por lo cual ahora el único camino para salir de la emergencia es que los vecinos tomen conciencia y hagan un uso racional de la energía eléctrica, para evitar cortes por una demanda mayor a la oferta disponible.

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