21 nov 2007
Atanor con olor a rosas
1:36 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Mañana de Córdoba (21/11/2007)
Eliminarán el más típico olor a químicos de Río Tercero
La empresa Atanor anunció una reforma en su planta de 2,4 D para evitar que se perciban los aromas a fenoles, los más habituales desde hace décadas.
El olor a químico más característico y habitual que desde hace décadas se suele percibir en cercanías del polo industrial de Río Tercero y en el acceso a la ciudad por avenida Savio desaparecería en un año.
Eso anunció ayer la empresa Atanor, que informó sobre un cambio de plazos en un plan de inversiones que tenía previsto, para acelerar esa mejora.
Ricardo Sani, gerente de la planta de esa empresa en esta ciudad, señaló que se accedió a apurar este cambio a pedido del municipio local, en el marco de los controles que se han profundizado tras los incidentes químicos ocurridos entre junio y agosto en el polo fabril químico de Río Tercero.
La inversión demandará -según Sani- unos 900 mil dólares y se inscribe en el marco de la ampliación en marcha, y que terminará en dos años, de la planta de producción del herbicida 2,4 D, que supone una inversión global de varios millones de dólares.
Sani reiteró lo que la empresa desde hace décadas asegura: que ese olor es a diclorofenol, proviene de su planta de 2,4 D "y se percibe muy fácilmente sin que por eso afecte a la salud o al ambiente". Dicho en términos técnicos, aseguran que el umbral de olor está muy encima del umbral de afectación. "Cuando se hace un análisis del aire no se lo detecta, pero lo mismo ya se huele", explica Sani.
Mientras, el secretario de Seguridad Ciudadana municipal, Daniel Bardella, marcó que aun así, ante la inquietud de la población por ese olor, agudizada tras los últimos acontecimientos por escapes en otras plantas, se pidió a la empresa que acelere esa mejora. En los últimos meses el municipio recibió más reclamos de vecinos por ese olor, aunque sea el mismo que se percibe desde hace 50 años.
"Hay productos que no tienen olor y son riesgosos, como el monóxido de carbono. Otros tienen mucho olor pero no son peligrosos, como éste", insistió Sani, quien incluso comparó el aroma al que despiden los piletones de cloacas de la Cooperativa local: "No será agradable, por cierto, pero no afecta a la gente".
Ese olor no se genera en casos de escapes sino en forma permanente, por el funcionamiento habitual de la planta.
La nueva torre que evitará la emanación de esos olores se habilitaría antes de finalizar 2008, según Sani. "El gasto para la nueva torre de absorción y lavado de gases de esa planta ya está autorizado por la empresa. En vez de ser la última etapa, dentro de dos años como estaba previsto, será hecha ahora", señaló el gerente de Atanor a este diario. "Con esa torre, por la tecnología que tiene, ese olor desaparecerá", afirmó.
Mientras, Bardella señaló que "lo importante es que hay una situación que va a ser corregida", y admitió que más allá de la explicación de la falta de afectación a la salud, debía darse "una respuesta a la comunidad sensibilizada por estas cuestiones".
Bardella explicó que las actuales estaciones de monitoreo ambiental fijas no detectan presencia de fenoles, porque no existen sensores para ese producto, pero señaló que sí se podría determinar cuando el municipio cuente con una estación móvil con otra tecnología, que tiene proyectada incorporar si llegan los aportes prometidos por el Gobierno nacional.
La ausencia de ese olor, sobre todo característico en el acceso a Río Tercero por Avenida Savio, implicará además que todo aquel que no siendo de la ciudad ingrese a ella dejará de percibirlo y de preguntarse sobre el nivel de afectación que esa situación estaría generando.
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La empresa Atanor anunció una reforma en su planta de 2,4 D para evitar que se perciban los aromas a fenoles, los más habituales desde hace décadas.
El olor a químico más característico y habitual que desde hace décadas se suele percibir en cercanías del polo industrial de Río Tercero y en el acceso a la ciudad por avenida Savio desaparecería en un año.
Eso anunció ayer la empresa Atanor, que informó sobre un cambio de plazos en un plan de inversiones que tenía previsto, para acelerar esa mejora.
Ricardo Sani, gerente de la planta de esa empresa en esta ciudad, señaló que se accedió a apurar este cambio a pedido del municipio local, en el marco de los controles que se han profundizado tras los incidentes químicos ocurridos entre junio y agosto en el polo fabril químico de Río Tercero.
La inversión demandará -según Sani- unos 900 mil dólares y se inscribe en el marco de la ampliación en marcha, y que terminará en dos años, de la planta de producción del herbicida 2,4 D, que supone una inversión global de varios millones de dólares.
Sani reiteró lo que la empresa desde hace décadas asegura: que ese olor es a diclorofenol, proviene de su planta de 2,4 D "y se percibe muy fácilmente sin que por eso afecte a la salud o al ambiente". Dicho en términos técnicos, aseguran que el umbral de olor está muy encima del umbral de afectación. "Cuando se hace un análisis del aire no se lo detecta, pero lo mismo ya se huele", explica Sani.
Mientras, el secretario de Seguridad Ciudadana municipal, Daniel Bardella, marcó que aun así, ante la inquietud de la población por ese olor, agudizada tras los últimos acontecimientos por escapes en otras plantas, se pidió a la empresa que acelere esa mejora. En los últimos meses el municipio recibió más reclamos de vecinos por ese olor, aunque sea el mismo que se percibe desde hace 50 años.
"Hay productos que no tienen olor y son riesgosos, como el monóxido de carbono. Otros tienen mucho olor pero no son peligrosos, como éste", insistió Sani, quien incluso comparó el aroma al que despiden los piletones de cloacas de la Cooperativa local: "No será agradable, por cierto, pero no afecta a la gente".
Ese olor no se genera en casos de escapes sino en forma permanente, por el funcionamiento habitual de la planta.
La nueva torre que evitará la emanación de esos olores se habilitaría antes de finalizar 2008, según Sani. "El gasto para la nueva torre de absorción y lavado de gases de esa planta ya está autorizado por la empresa. En vez de ser la última etapa, dentro de dos años como estaba previsto, será hecha ahora", señaló el gerente de Atanor a este diario. "Con esa torre, por la tecnología que tiene, ese olor desaparecerá", afirmó.
Mientras, Bardella señaló que "lo importante es que hay una situación que va a ser corregida", y admitió que más allá de la explicación de la falta de afectación a la salud, debía darse "una respuesta a la comunidad sensibilizada por estas cuestiones".
Bardella explicó que las actuales estaciones de monitoreo ambiental fijas no detectan presencia de fenoles, porque no existen sensores para ese producto, pero señaló que sí se podría determinar cuando el municipio cuente con una estación móvil con otra tecnología, que tiene proyectada incorporar si llegan los aportes prometidos por el Gobierno nacional.
La ausencia de ese olor, sobre todo característico en el acceso a Río Tercero por Avenida Savio, implicará además que todo aquel que no siendo de la ciudad ingrese a ella dejará de percibirlo y de preguntarse sobre el nivel de afectación que esa situación estaría generando.
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