7 oct 2007

La aceitera de Río III

La Voz del Interior (07/10/2007)
La aceitera en el centro de Río Tercero: cuáles son los riesgos

En una ciudad en la que en los últimos meses, forzada por varios incidentes ocurridos, los planteos sobre los niveles de seguridad con que trabajan las empresas industriales pasaron a ocupar la primera plana, con la aceitera Oleos del Centro, instalada en pleno centro urbano, desde el municipio no manifiestan preocupación. Para las autoridades del área ambiental no hay indicios de riesgos para la población cercana.
Sin embargo, sí admiten que un problema no resuelto pero que diagnostican como de difícil solución, lo representa la cantidad de camiones que entran y salen de esa empresa, así como de la planta cerealera de ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas) que funciona en el mismo predio. Ese tránsito pesado constituye el principal dilema para este caso.
Oleos del Centro, de capitales cordobeses y santafesinos, abrió sus puertas a fines de 2003, cuando le alquiló la planta aceitera a ACA, 10 años después que ésta la cerrara. ACA había decidido no fabricar más aceites en Río Tercero porque esta planta era de escaso volumen y por su ubicación en plena zona urbana no permitía ya grandes ampliaciones. Pero ACA mantiene su planta de acopio de granos en ese lugar.
Oleos del Centro muele unas 250 toneladas de soja por día, con las que producen aceites crudos y refinados que vende a otras empresas, además de pellets, ocupando a unos 40 empleados. Un proyecto anunciado en 2004 para agregar una planta de envasado del aceite para comercializarlo con marca propia sigue en carpeta.
Varios interrogantes se plantearon al momento de ser autorizada en 2003 su instalación, que ahora se reactualizan: si es peligroso que esa firma esté ubicada casi en pleno centro, si los tanques que se ven almacenan productos peligrosos o si hay riesgos potenciales para los vecinos, por ejemplo.
La jefa del área Gestión Ambiental del municipio, Ana María de Zaragoza, aseguró a este diario que se hacen controles periódicos para seguir de cerca a la firma y que a su vez esa tarea es supervisada por organismos nacionales de acuerdo a parámetros establecidos para empresas aceiteras.
Ante la duda sobre los grandes tanques que se observan pegados a las viviendas vecinas a la planta, desde la empresa y el municipio se aseveró que sólo almacenan el aceite que se va produciendo, lo que no representa riesgos de seguridad ni ambientales.
Respecto al punto que podría ser de mayor riesgo y merece los mayores controles, Zaragoza citó que lo representan unos tanques que en realidad no se ven, porque están bajo tierra, y que contienen sustancias peligrosas (combustible hexano) que es utilizado en el proceso de separación del aceite. “Están enterrados, lo que reduce riesgos, y además son autorizados por organismos de la Nación que periódicamente controlan y determinan si pueden seguir o no”, acotó la funcionaria municipal.
Zaragoza especificó que otro aspecto controlado periódicamente por el municipio es el vertido de grasas remanentes de la producción. Aquí aparece en escena la Cooperativa de Obras y Servicios Públicos, que es la prestadora del servicio de redes cloacales en la ciudad. Zaragoza señaló que se detectó una anomalía hace un par de años en esta materia y que a partir de ahí se le pidió a la empresa un mejoramiento en el vertido, que de entonces “se controla con más rigurosidad”. En ese sentido, dijo que la firma entrega análisis de grasas y éste es comparado con el realizado por la Cooperativa en sus redes, para constatar si el vertido a la red cloacal es el admitido.
Otro tema que para los vecinos del sector supo ser motivo de queja, fue el polvillo en ciertas épocas del año, cuando además el flujo de camiones es más intenso. Zaragoza reconoció reclamos por ese malestar y apuntó que ante esa situación, que puede ser nociva para la salud si ocurre en forma reiterada, le exigieron a la empresa que implementara un sistema correctivo que –dijo– ya puso en funcionamiento tiempo atrás para reducir esos problemas.

Ver Nota On Line



Los camiones y las cerealeras, un dilema

Desde el área de Seguridad Ciudadana del municipio admiten que el de los camiones que ingresan a este predio, ubicado sobre las vías ferroviario, a una cuadra de la céntrica calle Libertad y en un cruce (el de San Pedro y Acuña) que es alto tránsito vehicular es un problema irresuelto. No sólo entran y salen de allí los camiones para la aceitera Oleos del Centro sino también para las silos de acopio de granos de ACA. En la época de mayor actividad por día entran unos ocho camiones para la aceitera y unos 20 para la cerealera.

Acopio en el predio ferroviario

Los camiones que entran y salen de ambas empresas que comparten esa sede, se suman en realidad a los que circulan para las otras tres empresas de acopio de cereales, ubicados también en el predio ferroviario que quedó en medio de la traza urbana. Para esos enormes silos no sólo que no hay planes para imaginar una erradicación sino que en los últimos años han crecido en capacidad de almacenamiento y en actividad.
En el municipio reconocen el problema que genera el tránsito de camiones para las cuatro cerealeras ubicadas a metros del centro. Consultado el intendente, reconoció que por ahora no tienen a mano una solución a ese dilema y admitió que exigir una erradicación, aún con plazos pactados, sería muy complicado. En ese marco, advirtió sobre la necesidad de preservar también los puestos de trabajo allí originados y hasta imaginó que pudieran gestionarse créditos o subsidios para facilitar la relocalización de esas empresas. Las cerealeras que están en el predio ferroviario le alquilan los terrenos a la empresa ferroviaria Nuevo Central Argentino, concesionaria del ramal Mitre.

0 comentarios:

Buscar este blog

Blog Archive

Temas

Archivo de Blogs