13 sept 2007
Escuela Especial 20
1:19 p.m. | 
Publicado por
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El Diario de Villa María (13/09/2007)
Padres y docentes piden por soluciones confiables
Mientras los representantes de los ministerios de Salud y Obras Públicas aseguraron que el edificio está apto para la actividad escolar, los padres y docentes exigieron que los ministros confirmen la ausencia del químico nocivo y que se hagan responsables ante lo que pudiera suceder
Las condiciones de la estructura edilicia del edificio destinado a la Escuela Especial 20, son motivo de desconfianza para los docentes y padres de alumnos de la institución educativa especial
Representantes del área de Salud provincial y Obras Públicas, encabezados por Carlos Sánchez, secretario del ministro Oscar González, se reunieron ayer con docentes y padres de la Escuela Especial 20, para informarles acerca de la situación del edificio destinado a este centro educativo, actualmente clausurado por emanaciones tóxicas.
Cabe destacar que también asistieron al cónclave dirigentes de entidades gremiales y funcionarios municipales.
En su alocución ante los presentes al encuentro, el representante ministerial hizo referencia a una nota redactada por el responsable del Ministerio de Salud dirigida a los encargados del área de Infraestructura de la provincia, donde se les comunicaba acerca de un informe confeccionado por especialistas de la delegación villamariense de la Universidad Tecnológica Nacional.
En la exposición técnica elaborada por miembros de la UTN, se aseguraba que “no existía la presencia de ningún polvo volátil de carácter tóxico”, por lo que se le solicitaba a esta dependencia que el edificio destinado a la Escuela Especial 20 estuviera listo en el corto plazo.
Con este argumento como principal ariete, los funcionarios solicitaron a los educadores y padres una respuesta “urgente” acerca de los tiempos a utilizar por la comunidad educativa para trasladarse y ocupar el inmueble.
La celeridad en la respuesta solicitada obedece, según lo expresado por la gente de las reparticiones provinciales, a la necesidad de solución de algunos detalles que hacen al funcionamiento de la estructura edilicia, tales como: conexión de gas y otros retoques en la infraestructura del lugar que demorarían alrededor de diez días en concretarse.
Propuestas y desconfianza
La exigencia de los allegados a González y los argumentos que expusieron los visitantes, no fueron tomados de la mejor manera por los asistentes al cónclave que como contrapropuesta exigieron que los encargados de las carteras de Educación y Salud, rubricaran un documento en donde se afirme la ausencia absoluta del gas viscoso 2-Etilhexanol. y que el escrito les otorgue responsabilidad de lo que pudiera suceder con los alumnos y el equipo de educadores, luego de que las actividades comiencen a tener desarrollo en el conflictivo espacio educativo.
Los padres y docentes también indicaron que buscarán asesoramiento con especialistas en la temática para disipar cualquier tipo de dudas.
Por otro lado, también se destacó el momento del período escolar en que se encuentran los alumnos, demostrando así que una mudanza en esta época del año sería pernicioso para los educandos ya que éstos perderían un número importante de días de clase.
La desconfianza de los padres tiene asidero en los vaivenes y las desprolijidades que ha mantenido esta situación durante los últimos años. Los mismos dijeron sentir “mucho sufrimiento por el manoseo que han recibido en estos años sus hijos, por ello no queremos que esto nos vuelva a pasar”.
A su turno, Juan Carlos Rodríguez en representación de la Unión de Educadores de la Provincia, manifestó que desde el gremio “apoyarán a los integrantes de la institución educativa” y que “se encargarán de encontrar el equipo técnico” que analice las condiciones de habitabilidad del edificio escolar.
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La Mañana de Córdoba (13/09/2007)
Sin garantías del Ministerio de Salud, no vuelven a la Escuela 20
Los docentes y alumnos de la Escuela 20 no retornarán al edificio inaugurado en el 2005 si previamente los ministerios de Salud y de Educación de la Provincia no brindan por escrito la garantía de que nada malo les ocurrirá.
Además exigen que en la misma nota las autoridades se hagan responsables de lo que les pueda llegar a ocurrir a los integrantes de esta comunidad educativa si se repiten los mismos problemas físicos que surgieron hace dos años y se reiteraron el año pasado cuando fracasó el segundo intento de traslado.
Ayer en el marco de una reunión a la que asistieron padres, alumnos, docentes y directivos del colegio para alumnos con capacidades especiales, funcionarios del Ministerio de Salud presentaron un informe técnico elaborado por profesionales de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) en donde se asegura que no existe ningún tipo de problema en el flamante edificio y que allí pueden dictarse normalmente las clases sin riesgo potencial para los alumnos y docentes.
Como las conclusiones de la UTN fueron consideradas demasiado “técnicas” para la comprensión de gente normal, la comunidad educativa de la Escuela 20 solicitó a los representantes del Ministerio de Salud que explicaran con palabras comunes y fáciles de entender cuál es la real situación sanitaria del complejo construido por la empresa Electroingeniería.
Si bien los funcionarios provinciales consideraron que no hay motivos válidos para desconfiar del informe de la UTN, tampoco fueron capaces de brindar las garantías exigidas por los alumnos, padres y profesores para concretar el traslado. Estos exigieron además de la responsabilidad previa y por escrito de los dos ministerios, que se ponga el condiciones el establecimiento educacional, ya que carece de gas natural y estufas, entre otros servicios. La posición de la comunidad educativa fue homogénea en el sentido de que si existe un compromiso de los dos ministerios, se hará efectivo el traslado lo más rápidamente posible para no perder días de clase.
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El Puntal de Villa María (13/09/2007)
El alta del edificio dado por Salud no convence a los padres y docentes
La comunidad educativa objetó que en el informe técnico no se habla de la sustancia que, en el anterior estudio, había sido la responsable de las afecciones de piel, conjuntiva y vías respiratorias
La comunidad educativa de la Escuela Especial 20 vivió un nuevo capítulo en la larga y penosa historia del edificio nuevo que enfermó a muchos y que se utilizó sólo un par de meses hasta ahora.
El traslado inmediato que la Provincia pregona deberá esperar que los gremios de docentes y empleados públicos sometan el nuevo informe técnico a otras pericias para definir, por fin, una fecha definitiva.
El secretario de Educación provincial, Carlos Sánchez, aseguró a este medio que se van a respetar los tiempos que defina la entidad educativa, inclusive, si la decisión fuese terminar el ciclo lectivo en la casona de Mariano Moreno y volver al edificio en desuso recién el año próximo.
El funcionario se hizo presente junto al secretario de Obras Públicas, Marcelo Cámara, y entregó una copia del estudio realizado por la Universidad Tecnológica Nacional de Córdoba, que no dejó tranquilo a nadie. También estuvo Marisa Dama, inspectora de nivel, aunque prácticamente no habló.
La historia de descreimiento oficial en el origen del conflicto -pésimamente conducido por el Estado provincial-, las acusaciones hacia los docentes, dos regresos fallidos al edificio nuevo y las declaraciones públicas del gobernador dando a entender que no querían volver, “cultivaron” la desconfianza actual y la necesidad de otros tiempos, de construir nuevos lazos con la Provincia y volver a creer en las autoridades.
Compuestos volátiles y no volátiles
“De acuerdo a la metodología empleada, no se ha detectado la presencia de compuestos orgánicos volátiles y no volátiles en los seis ambientes internos analizados. En lo que respecta a los compuestos orgánicos volátiles totales, se han detectado muy bajos niveles pero esto se da tanto en los ambientes internos y externos de la escuela...”, leyó la directora, Clelia Velazco frente a padres, docentes, periodistas y los secretarios generales de UEPC y del SEP, Juan Carlos Rodríguez y Oscar Mosquera, respectivamente, luego de la apertura del encuentro a cargo del auditor General, José Carignano.
Pero del dos etil-exanol, el nuevo informe, no dice una palabra. Cabe recordar que, según la Agencia Córdoba Ciencia que dirige Carlos Debandi, este compuesto había sido el responsable de “enfermar” al edificio inaugurado hace tres años atrás, por lo cual la comunidad educativa esperaba que el documento técnico declarara al edificio “libre de dos etil-exanol”.
Además, esperaban, tal como lo habían hecho saber a las autoridades, una nota en la que oficialmente la autoridad sanitaria reconociera la habilitación del edificio y se hiciera responsable.
Mientras los docentes reclamaban estos aspectos, los funcionarios insistían en la necesidad de reconectar el gas, tarea que demandaría diez días. Por momentos fueron dos discursos paralelos sin punto de encuentro.
“Los chicos son felices en esta escuela o en aquélla, pero nosotros (padres, docentes) sufrimos mucho de ver cómo a lo largo de estos tres años nos han estado manoseando, llevando de un lado para el otro y sin ninguna respuesta firme. Y los docentes le han puesto pilas y no es cierto que no se querían ir a aquella escuela; le ponen alma, corazón y vida para que estos chicos salgan adelante”, insistió uno de los padres presentes.
Con todo, Rodríguez y Mosquera se llevaron copias del informe elaboradodo por el Servicio de Ingeniería Química Ambiental de la UTN Córdoba, a pedido del Ministerio de Salud.
Entre algunos padres apareció nuevamente el fantasma de perder el edificio si no se ocupa, algo que quedó descartado con el compromiso del secretario de Educación de respetar especialmente los tiempos que defina la comunidad educativa.
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Padres y docentes piden por soluciones confiables
Mientras los representantes de los ministerios de Salud y Obras Públicas aseguraron que el edificio está apto para la actividad escolar, los padres y docentes exigieron que los ministros confirmen la ausencia del químico nocivo y que se hagan responsables ante lo que pudiera suceder
Las condiciones de la estructura edilicia del edificio destinado a la Escuela Especial 20, son motivo de desconfianza para los docentes y padres de alumnos de la institución educativa especial
Representantes del área de Salud provincial y Obras Públicas, encabezados por Carlos Sánchez, secretario del ministro Oscar González, se reunieron ayer con docentes y padres de la Escuela Especial 20, para informarles acerca de la situación del edificio destinado a este centro educativo, actualmente clausurado por emanaciones tóxicas.
Cabe destacar que también asistieron al cónclave dirigentes de entidades gremiales y funcionarios municipales.
En su alocución ante los presentes al encuentro, el representante ministerial hizo referencia a una nota redactada por el responsable del Ministerio de Salud dirigida a los encargados del área de Infraestructura de la provincia, donde se les comunicaba acerca de un informe confeccionado por especialistas de la delegación villamariense de la Universidad Tecnológica Nacional.
En la exposición técnica elaborada por miembros de la UTN, se aseguraba que “no existía la presencia de ningún polvo volátil de carácter tóxico”, por lo que se le solicitaba a esta dependencia que el edificio destinado a la Escuela Especial 20 estuviera listo en el corto plazo.
Con este argumento como principal ariete, los funcionarios solicitaron a los educadores y padres una respuesta “urgente” acerca de los tiempos a utilizar por la comunidad educativa para trasladarse y ocupar el inmueble.
La celeridad en la respuesta solicitada obedece, según lo expresado por la gente de las reparticiones provinciales, a la necesidad de solución de algunos detalles que hacen al funcionamiento de la estructura edilicia, tales como: conexión de gas y otros retoques en la infraestructura del lugar que demorarían alrededor de diez días en concretarse.
Propuestas y desconfianza
La exigencia de los allegados a González y los argumentos que expusieron los visitantes, no fueron tomados de la mejor manera por los asistentes al cónclave que como contrapropuesta exigieron que los encargados de las carteras de Educación y Salud, rubricaran un documento en donde se afirme la ausencia absoluta del gas viscoso 2-Etilhexanol. y que el escrito les otorgue responsabilidad de lo que pudiera suceder con los alumnos y el equipo de educadores, luego de que las actividades comiencen a tener desarrollo en el conflictivo espacio educativo.
Los padres y docentes también indicaron que buscarán asesoramiento con especialistas en la temática para disipar cualquier tipo de dudas.
Por otro lado, también se destacó el momento del período escolar en que se encuentran los alumnos, demostrando así que una mudanza en esta época del año sería pernicioso para los educandos ya que éstos perderían un número importante de días de clase.
La desconfianza de los padres tiene asidero en los vaivenes y las desprolijidades que ha mantenido esta situación durante los últimos años. Los mismos dijeron sentir “mucho sufrimiento por el manoseo que han recibido en estos años sus hijos, por ello no queremos que esto nos vuelva a pasar”.
A su turno, Juan Carlos Rodríguez en representación de la Unión de Educadores de la Provincia, manifestó que desde el gremio “apoyarán a los integrantes de la institución educativa” y que “se encargarán de encontrar el equipo técnico” que analice las condiciones de habitabilidad del edificio escolar.
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La Mañana de Córdoba (13/09/2007)
Sin garantías del Ministerio de Salud, no vuelven a la Escuela 20
Los docentes y alumnos de la Escuela 20 no retornarán al edificio inaugurado en el 2005 si previamente los ministerios de Salud y de Educación de la Provincia no brindan por escrito la garantía de que nada malo les ocurrirá.
Además exigen que en la misma nota las autoridades se hagan responsables de lo que les pueda llegar a ocurrir a los integrantes de esta comunidad educativa si se repiten los mismos problemas físicos que surgieron hace dos años y se reiteraron el año pasado cuando fracasó el segundo intento de traslado.
Ayer en el marco de una reunión a la que asistieron padres, alumnos, docentes y directivos del colegio para alumnos con capacidades especiales, funcionarios del Ministerio de Salud presentaron un informe técnico elaborado por profesionales de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) en donde se asegura que no existe ningún tipo de problema en el flamante edificio y que allí pueden dictarse normalmente las clases sin riesgo potencial para los alumnos y docentes.
Como las conclusiones de la UTN fueron consideradas demasiado “técnicas” para la comprensión de gente normal, la comunidad educativa de la Escuela 20 solicitó a los representantes del Ministerio de Salud que explicaran con palabras comunes y fáciles de entender cuál es la real situación sanitaria del complejo construido por la empresa Electroingeniería.
Si bien los funcionarios provinciales consideraron que no hay motivos válidos para desconfiar del informe de la UTN, tampoco fueron capaces de brindar las garantías exigidas por los alumnos, padres y profesores para concretar el traslado. Estos exigieron además de la responsabilidad previa y por escrito de los dos ministerios, que se ponga el condiciones el establecimiento educacional, ya que carece de gas natural y estufas, entre otros servicios. La posición de la comunidad educativa fue homogénea en el sentido de que si existe un compromiso de los dos ministerios, se hará efectivo el traslado lo más rápidamente posible para no perder días de clase.
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El Puntal de Villa María (13/09/2007)
El alta del edificio dado por Salud no convence a los padres y docentes
La comunidad educativa objetó que en el informe técnico no se habla de la sustancia que, en el anterior estudio, había sido la responsable de las afecciones de piel, conjuntiva y vías respiratorias
La comunidad educativa de la Escuela Especial 20 vivió un nuevo capítulo en la larga y penosa historia del edificio nuevo que enfermó a muchos y que se utilizó sólo un par de meses hasta ahora.
El traslado inmediato que la Provincia pregona deberá esperar que los gremios de docentes y empleados públicos sometan el nuevo informe técnico a otras pericias para definir, por fin, una fecha definitiva.
El secretario de Educación provincial, Carlos Sánchez, aseguró a este medio que se van a respetar los tiempos que defina la entidad educativa, inclusive, si la decisión fuese terminar el ciclo lectivo en la casona de Mariano Moreno y volver al edificio en desuso recién el año próximo.
El funcionario se hizo presente junto al secretario de Obras Públicas, Marcelo Cámara, y entregó una copia del estudio realizado por la Universidad Tecnológica Nacional de Córdoba, que no dejó tranquilo a nadie. También estuvo Marisa Dama, inspectora de nivel, aunque prácticamente no habló.
La historia de descreimiento oficial en el origen del conflicto -pésimamente conducido por el Estado provincial-, las acusaciones hacia los docentes, dos regresos fallidos al edificio nuevo y las declaraciones públicas del gobernador dando a entender que no querían volver, “cultivaron” la desconfianza actual y la necesidad de otros tiempos, de construir nuevos lazos con la Provincia y volver a creer en las autoridades.
Compuestos volátiles y no volátiles
“De acuerdo a la metodología empleada, no se ha detectado la presencia de compuestos orgánicos volátiles y no volátiles en los seis ambientes internos analizados. En lo que respecta a los compuestos orgánicos volátiles totales, se han detectado muy bajos niveles pero esto se da tanto en los ambientes internos y externos de la escuela...”, leyó la directora, Clelia Velazco frente a padres, docentes, periodistas y los secretarios generales de UEPC y del SEP, Juan Carlos Rodríguez y Oscar Mosquera, respectivamente, luego de la apertura del encuentro a cargo del auditor General, José Carignano.
Pero del dos etil-exanol, el nuevo informe, no dice una palabra. Cabe recordar que, según la Agencia Córdoba Ciencia que dirige Carlos Debandi, este compuesto había sido el responsable de “enfermar” al edificio inaugurado hace tres años atrás, por lo cual la comunidad educativa esperaba que el documento técnico declarara al edificio “libre de dos etil-exanol”.
Además, esperaban, tal como lo habían hecho saber a las autoridades, una nota en la que oficialmente la autoridad sanitaria reconociera la habilitación del edificio y se hiciera responsable.
Mientras los docentes reclamaban estos aspectos, los funcionarios insistían en la necesidad de reconectar el gas, tarea que demandaría diez días. Por momentos fueron dos discursos paralelos sin punto de encuentro.
“Los chicos son felices en esta escuela o en aquélla, pero nosotros (padres, docentes) sufrimos mucho de ver cómo a lo largo de estos tres años nos han estado manoseando, llevando de un lado para el otro y sin ninguna respuesta firme. Y los docentes le han puesto pilas y no es cierto que no se querían ir a aquella escuela; le ponen alma, corazón y vida para que estos chicos salgan adelante”, insistió uno de los padres presentes.
Con todo, Rodríguez y Mosquera se llevaron copias del informe elaboradodo por el Servicio de Ingeniería Química Ambiental de la UTN Córdoba, a pedido del Ministerio de Salud.
Entre algunos padres apareció nuevamente el fantasma de perder el edificio si no se ocupa, algo que quedó descartado con el compromiso del secretario de Educación de respetar especialmente los tiempos que defina la comunidad educativa.
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