22 ago 2007
Qué pedirán a la Nación
4:49 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (22/08/2007)
Qué pedirán a la Nación para monitorear las químicas
El listado de los equipos y aportes que el municipio de Río Tercero le pedirá al Gobierno nacional para mejorar el sistema de monitoreo sobre las industrias químicas y para crear un sistema ante emergencias industriales no está aún cerrado. En los últimos días se sucedieron varias reuniones para buscar definiciones en se sentido.
La semana pasada, tras la sucesión de incidentes con escapes y averías en las fábricas del polo químico local, el Gobierno nacional se comprometió ante el intendente Luis Brouwer de Koning a financiar la adquisición y montaje de esos sistemas de control y actuación ante emergencias.
Ayer, al cierre de esta edición, estaba previsto en otra reunión terminar de definir los detalles del programa a implementar, en base al cual concretar los pedidos. Esas reuniones eran mantenidas por integrantes del denominado Plan Apell, que integran el municipio, Bomberos Voluntarios y las industrias del rubro, entre otras instituciones.
Detalles
Entre los puntos acordados, se solicitarán aportes para crear y equipar dos salas de control. Una será para el monitoreo fijo, que tendrá personal las 24 horas supervisando los registros que emitan los sensores de productos químicos que se instalarán en las plantas industriales y que acusarán cualquier situación anormal. También se sumaría allí un monitoreo adicional por cámaras de televisión de las plantas. La otra sala, que será contigua, será para uso del "comité de emergencias", que se convocará en casos de urgencias.
Sobre el lugar en que se montarán esas salas, se manejan tres alternativas: construirlas en un terreno frente al polo industrial, sobre barrio Monte Grande; en otro al Club Casino, o aunque convence menos, en el tercer piso del edificio municipal. El proyecto contempla que toda la edificación esté bajo un sistema hermético parecido a los equipos blindados.
Según lo planificado, se necesitará una estructura cubierta de unos 20 por 40 metros. Allí funcionarán las dos salas y (si no se usa el edificio municipal) se guardarán los dos rodados que se prevé sumar al sistema, para monitoreo y controles móviles. Esos vehículos forman parte del listado de elementos a pedir.
El intendente Brouwer confirmó que además de un utilitario rápido para que traslade una estación de monitoreo móvil, a usar para detectar la presencia de gases donde las estaciones fijas existentes no los perciben, también se pedirá un camión sobre el que se montaría un comando de monitoreo, paralelo al de la sala de control fija.
El secretario de Seguridad Ciudadana, Daniel Bardella, contó además que se propone que esa unidad cuente con un "garaje burbuja" con autonomía de aire para casos de escapes graves, y con una torre de observación, cubierta y con autonomía de aire.
Río Tercero
La producción química en Fábrica Militar está paralizada desde el incidente del lunes 6. La planta de amoníaco, donde se registró la explosión de una tubería, sigue clausurada por orden judicial a la espera de tener certezas sobre el motivo del desperfecto. Pero también la de ácido nítrico está paralizada, porque requiere para su funcionamiento parte del sistema de la de amoníaco.
Sin nítrico, Fábrica Militar se queda sin su producto central, pero además la vecina Petroquímica Río Tercero ya debió parar su producción, porque requiere de ese elemento para fabricar TDI. Fábrica Militar es el único productor de nítrico en el país.
Ayer, desde el Juzgado Federal de Río Cuarto que investiga la causa por la que se averió ese caño en Fábrica Militar, se informó a este diario que aún pesa la orden de clausura para toda la planta de amoníaco. El viernes pasado, técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) enviados por el Juzgado estuvieron evaluando, junto a otros delegados por el municipio, si podría operar una parte de la planta de amoníaco (la no involucrada en la rotura), para permitir la puesta en marcha de la de nítrico. En ese caso, Fábrica Militar compraría amoníaco afuera, pero podría producir nítrico.
Con el informe del Inti en la mano, el juez federal Oscar Valentinuzzi estaría por estas horas evaluando si permite esa posibilidad. Cuando el miércoles pasado visitó la planta, el juez señaló que podía atender esa medida si un informe técnico le garantizaba las condiciones de seguridad para operar de ese modo. La alternativa que se estaba evaluando era si tal vez Fábrica Militar no podía utilizar amoníaco que está almacenado (y no en la planta clausurada). Los directivos de Fábrica Militar y de Petroquímica hace varios días que esperan una salida que les permita retomar la producción tras más de una semana de parálisis.
Bardella explicó que instalar la sala en cercanías de las fábricas tiene como objetivo “ganar tiempo”, ante posibles emergencias por gases tóxicos.
En la lista a elevar se sumarán los sensores electroquímicos y los meteorológicos. Los primeros reportarán información al instante sobre sustancias presentes en el ambiente y los otros sobre las condiciones del tiempo (dirección y velocidad del viento, presión, humedad, temperatura) útiles para la toma de decisiones ante un incidente.
También se evaluaba la posibilidad de incorporar en el listado sirenas para instalar en las fábricas y en los barrios cercanos al polo industrial. La utilidad sería que en caso de escuchar la sirena, los vecinos deberían protegerse en sus hogares o en el lugar bajo techo en que se encuentren e informarse por radio de los pasos a seguir.
La idea era que esas sirenas sean disparadas desde las propias fábricas cuando suceda un incidente que lo justifique. La manera de instrumentarlo estaba en análisis aún ayer.
Bardella recordó que las tres industrias ya estaban realizando algunas inversiones en la compra de sensores y cámaras, contempladas en un plan que en marzo (antes de la seguidilla de episodios registrados entre junio y agosto) se había acordado en el marco del Plan Apell.
El funcionario contó que al Gobierno nacional se le pedirá una reposición de los sensores luego que cumplan su vida útil. El objetivo es asegurar que el sistema pueda tener vigencia en el tiempo y que no decaiga en el futuro, por los costos de mantenimiento que implicará.
En la nómina, también se presupuestarán los sueldos y la capacitación permanente del personal a destinar a los salas fijas y a los móviles de monitoreo.
Restaba también definir el soporte informático por el cual se transmitirán los datos.
Bardella evaluó que los elementos a incorporar, si la Nación confirma el aporte prometido, serán de utilidad no sólo para atender situaciones químicas sino también para otros inconvenientes ambientales o naturales.
La gente
Desde el municipio prometieron además que en los próximos días se dará a conocer el plan de entrenamiento de evacuación y protección bajo cubierta en caso de emergencias, que se tratará de difundir a la población. El aporte –anticipan– será un aporte conjunto de Defensa Civil municipal y de Bomberos Voluntarios.
Que la gente sepa qué hacer ante alguna eventual emergencia química aparecía ya como el principal aspecto pendiente del Plan Apell. Otro en el que se mostró evidentes falencias fue el sistema de comunicaciones e informaciones ante emergencias.
El objetivo, si se logra montar el sistema para el que se gestionan los aportes nacionales, es que ante un escape o accidente fabril grave, se ponga en marcha en forma inmediata el sistema de actuación. En ese marco, la sala de comando detectaría la emanación de gases al momento de producirse, dato que sería corroborado en forma paralela por el responsable de la fábrica en problemas. Mientras, las sirenas alertarán a la población que debe protegerse hasta saber de qué se trata, información que deberá llegar por un sistema más aceitado con la emisora de radio local.
¿Viene Picolotti?
Mañana llegan a Río Tercero funcionarios de la Secretaría de Ambiente de la Nación, para avanzar en la firma de convenios con el municipio, según anticipó ayer el intendente Luis Brouwer de Koning. Para la próxima semana se espera a Romina Picolotti, titular de esa área, a la que se le pidió que se haga cargo de las auditorías a las industrias.
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Qué pedirán a la Nación para monitorear las químicas
El listado de los equipos y aportes que el municipio de Río Tercero le pedirá al Gobierno nacional para mejorar el sistema de monitoreo sobre las industrias químicas y para crear un sistema ante emergencias industriales no está aún cerrado. En los últimos días se sucedieron varias reuniones para buscar definiciones en se sentido.
La semana pasada, tras la sucesión de incidentes con escapes y averías en las fábricas del polo químico local, el Gobierno nacional se comprometió ante el intendente Luis Brouwer de Koning a financiar la adquisición y montaje de esos sistemas de control y actuación ante emergencias.
Ayer, al cierre de esta edición, estaba previsto en otra reunión terminar de definir los detalles del programa a implementar, en base al cual concretar los pedidos. Esas reuniones eran mantenidas por integrantes del denominado Plan Apell, que integran el municipio, Bomberos Voluntarios y las industrias del rubro, entre otras instituciones.
Detalles
Entre los puntos acordados, se solicitarán aportes para crear y equipar dos salas de control. Una será para el monitoreo fijo, que tendrá personal las 24 horas supervisando los registros que emitan los sensores de productos químicos que se instalarán en las plantas industriales y que acusarán cualquier situación anormal. También se sumaría allí un monitoreo adicional por cámaras de televisión de las plantas. La otra sala, que será contigua, será para uso del "comité de emergencias", que se convocará en casos de urgencias.
Sobre el lugar en que se montarán esas salas, se manejan tres alternativas: construirlas en un terreno frente al polo industrial, sobre barrio Monte Grande; en otro al Club Casino, o aunque convence menos, en el tercer piso del edificio municipal. El proyecto contempla que toda la edificación esté bajo un sistema hermético parecido a los equipos blindados.
Según lo planificado, se necesitará una estructura cubierta de unos 20 por 40 metros. Allí funcionarán las dos salas y (si no se usa el edificio municipal) se guardarán los dos rodados que se prevé sumar al sistema, para monitoreo y controles móviles. Esos vehículos forman parte del listado de elementos a pedir.
El intendente Brouwer confirmó que además de un utilitario rápido para que traslade una estación de monitoreo móvil, a usar para detectar la presencia de gases donde las estaciones fijas existentes no los perciben, también se pedirá un camión sobre el que se montaría un comando de monitoreo, paralelo al de la sala de control fija.
El secretario de Seguridad Ciudadana, Daniel Bardella, contó además que se propone que esa unidad cuente con un "garaje burbuja" con autonomía de aire para casos de escapes graves, y con una torre de observación, cubierta y con autonomía de aire.
Río Tercero
La producción química en Fábrica Militar está paralizada desde el incidente del lunes 6. La planta de amoníaco, donde se registró la explosión de una tubería, sigue clausurada por orden judicial a la espera de tener certezas sobre el motivo del desperfecto. Pero también la de ácido nítrico está paralizada, porque requiere para su funcionamiento parte del sistema de la de amoníaco.
Sin nítrico, Fábrica Militar se queda sin su producto central, pero además la vecina Petroquímica Río Tercero ya debió parar su producción, porque requiere de ese elemento para fabricar TDI. Fábrica Militar es el único productor de nítrico en el país.
Ayer, desde el Juzgado Federal de Río Cuarto que investiga la causa por la que se averió ese caño en Fábrica Militar, se informó a este diario que aún pesa la orden de clausura para toda la planta de amoníaco. El viernes pasado, técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) enviados por el Juzgado estuvieron evaluando, junto a otros delegados por el municipio, si podría operar una parte de la planta de amoníaco (la no involucrada en la rotura), para permitir la puesta en marcha de la de nítrico. En ese caso, Fábrica Militar compraría amoníaco afuera, pero podría producir nítrico.
Con el informe del Inti en la mano, el juez federal Oscar Valentinuzzi estaría por estas horas evaluando si permite esa posibilidad. Cuando el miércoles pasado visitó la planta, el juez señaló que podía atender esa medida si un informe técnico le garantizaba las condiciones de seguridad para operar de ese modo. La alternativa que se estaba evaluando era si tal vez Fábrica Militar no podía utilizar amoníaco que está almacenado (y no en la planta clausurada). Los directivos de Fábrica Militar y de Petroquímica hace varios días que esperan una salida que les permita retomar la producción tras más de una semana de parálisis.
Bardella explicó que instalar la sala en cercanías de las fábricas tiene como objetivo “ganar tiempo”, ante posibles emergencias por gases tóxicos.
En la lista a elevar se sumarán los sensores electroquímicos y los meteorológicos. Los primeros reportarán información al instante sobre sustancias presentes en el ambiente y los otros sobre las condiciones del tiempo (dirección y velocidad del viento, presión, humedad, temperatura) útiles para la toma de decisiones ante un incidente.
También se evaluaba la posibilidad de incorporar en el listado sirenas para instalar en las fábricas y en los barrios cercanos al polo industrial. La utilidad sería que en caso de escuchar la sirena, los vecinos deberían protegerse en sus hogares o en el lugar bajo techo en que se encuentren e informarse por radio de los pasos a seguir.
La idea era que esas sirenas sean disparadas desde las propias fábricas cuando suceda un incidente que lo justifique. La manera de instrumentarlo estaba en análisis aún ayer.
Bardella recordó que las tres industrias ya estaban realizando algunas inversiones en la compra de sensores y cámaras, contempladas en un plan que en marzo (antes de la seguidilla de episodios registrados entre junio y agosto) se había acordado en el marco del Plan Apell.
El funcionario contó que al Gobierno nacional se le pedirá una reposición de los sensores luego que cumplan su vida útil. El objetivo es asegurar que el sistema pueda tener vigencia en el tiempo y que no decaiga en el futuro, por los costos de mantenimiento que implicará.
En la nómina, también se presupuestarán los sueldos y la capacitación permanente del personal a destinar a los salas fijas y a los móviles de monitoreo.
Restaba también definir el soporte informático por el cual se transmitirán los datos.
Bardella evaluó que los elementos a incorporar, si la Nación confirma el aporte prometido, serán de utilidad no sólo para atender situaciones químicas sino también para otros inconvenientes ambientales o naturales.
La gente
Desde el municipio prometieron además que en los próximos días se dará a conocer el plan de entrenamiento de evacuación y protección bajo cubierta en caso de emergencias, que se tratará de difundir a la población. El aporte –anticipan– será un aporte conjunto de Defensa Civil municipal y de Bomberos Voluntarios.
Que la gente sepa qué hacer ante alguna eventual emergencia química aparecía ya como el principal aspecto pendiente del Plan Apell. Otro en el que se mostró evidentes falencias fue el sistema de comunicaciones e informaciones ante emergencias.
El objetivo, si se logra montar el sistema para el que se gestionan los aportes nacionales, es que ante un escape o accidente fabril grave, se ponga en marcha en forma inmediata el sistema de actuación. En ese marco, la sala de comando detectaría la emanación de gases al momento de producirse, dato que sería corroborado en forma paralela por el responsable de la fábrica en problemas. Mientras, las sirenas alertarán a la población que debe protegerse hasta saber de qué se trata, información que deberá llegar por un sistema más aceitado con la emisora de radio local.
¿Viene Picolotti?
Mañana llegan a Río Tercero funcionarios de la Secretaría de Ambiente de la Nación, para avanzar en la firma de convenios con el municipio, según anticipó ayer el intendente Luis Brouwer de Koning. Para la próxima semana se espera a Romina Picolotti, titular de esa área, a la que se le pidió que se haga cargo de las auditorías a las industrias.
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