6 jul 2006
Aseguran que se controlan
7:00 p.m. | 
Publicado por
Eco Sitio |
La Voz del Interior (06/07/2006)
Aseguran que ahora se controlan las fumigaciones en predios cercanos a Río Tercero
¿Se hace cumplir en Río Tercero la ley provincial de control de agroquímicos?, ¿se controla por ejemplo que no haya fumigaciones en campos pegados a zonas urbanas residenciales? Según la encargada del área Gestión Ambiental del municipio, Marita Zaragoza, se han dado varios pasos en ese sentido.
En realidad, el municipio riotercerense comenzó a ajustar el cinturón en este rubro desde diciembre de 2004, cuando se adhirió a la ley provincial sobre el uso de agroquímicos sancionada pocos meses antes. Antes de esa normativa, los reclamos de vecinos que viven en barrios colindantes a la zona rural y que padecían algunos efectos de las fumigaciones, eran frecuentes en el municipio.
Zaragoza explicó que el problema era que no había un instrumento legal que permitiera labrar infracciones y actuar con el rigor que hoy –asegura la funcionaria– se aplica. Destacó, además, que si se compara con cuatro años atrás es como que antes no se controlaba.
Zaragoza analizó que los mecanismos están hoy aceitados con los productores agropecuarios que trabajan cerca de la ciudad, que las inspecciones se realizan en forma permanente y que no se registra ninguna resistencia ni conflicto por la aplicación de la ley.
Zaragoza destacó que la norma vigente permite que sólo se usen los agroquímicos más suaves y no los de más riesgo para la salud (cuestión que antes estaba fuera de control), en un radio de 500 metros de la línea de límite de la planta urbana. Aseguró que hoy, en los campos que están pegados a la población se exige que cuenten con la autorización previa de Gestión Ambiental del municipio para tareas de fumigación y que esta dependencia recepta las recetas expedidas por un ingeniero agrónomo en la que consta el tipo de agroquímico a utilizar. Se exige, también en cada caso, el detalle del producto y la dosis a aplicar por hectárea y en qué volumen de agua se irá a diluir. El agrónomo firmante se hace cargo de lo que informa. También, en Gestión Ambiental aseguran que hacen las recomendaciones de uso, como que se apliquen sin viento y que se suspendan si el viento supera los 13 kilómetros por hora. El productor agropecuario también debe entregar un trazado (o mapa) del lugar donde fumigará y el momento preciso en que se hará la tarea.
Además, justo antes de iniciar las tareas de fumigación debe estar presente personal de Gestión Ambiental para que compruebe que todo esté bajo las exigencias de la norma.
En realidad, el municipio riotercerense comenzó a ajustar el cinturón en este rubro desde diciembre de 2004, cuando se adhirió a la ley provincial sobre el uso de agroquímicos sancionada pocos meses antes. Antes de esa normativa, los reclamos de vecinos que viven en barrios colindantes a la zona rural y que padecían algunos efectos de las fumigaciones, eran frecuentes en el municipio.
Zaragoza explicó que el problema era que no había un instrumento legal que permitiera labrar infracciones y actuar con el rigor que hoy –asegura la funcionaria– se aplica. Destacó, además, que si se compara con cuatro años atrás es como que antes no se controlaba.
Zaragoza analizó que los mecanismos están hoy aceitados con los productores agropecuarios que trabajan cerca de la ciudad, que las inspecciones se realizan en forma permanente y que no se registra ninguna resistencia ni conflicto por la aplicación de la ley.
Zaragoza destacó que la norma vigente permite que sólo se usen los agroquímicos más suaves y no los de más riesgo para la salud (cuestión que antes estaba fuera de control), en un radio de 500 metros de la línea de límite de la planta urbana. Aseguró que hoy, en los campos que están pegados a la población se exige que cuenten con la autorización previa de Gestión Ambiental del municipio para tareas de fumigación y que esta dependencia recepta las recetas expedidas por un ingeniero agrónomo en la que consta el tipo de agroquímico a utilizar. Se exige, también en cada caso, el detalle del producto y la dosis a aplicar por hectárea y en qué volumen de agua se irá a diluir. El agrónomo firmante se hace cargo de lo que informa. También, en Gestión Ambiental aseguran que hacen las recomendaciones de uso, como que se apliquen sin viento y que se suspendan si el viento supera los 13 kilómetros por hora. El productor agropecuario también debe entregar un trazado (o mapa) del lugar donde fumigará y el momento preciso en que se hará la tarea.
Además, justo antes de iniciar las tareas de fumigación debe estar presente personal de Gestión Ambiental para que compruebe que todo esté bajo las exigencias de la norma.
Los envases
Otra cuestión que ahora está reglamentada, y que durante años generó problemas por contaminación, corresponde al destino y lavado de los envases de los agroquímicos. Zaragoza destacó que se deben lavar en el campo y que personal municipal debe estar presente cuando se realizan esos trabajos. Después –dijo– corresponde destruir los bidones para que no se puedan volver a usar. “Se hace un triple lavado después de la fumigación y también antes de ese proceso controlamos que el equipo y los tanques estén vacíos y limpios”, acotó.
También comentó que se reiteran las recomendaciones a los productores que realizan estas tareas para que usen la ropa adecuada, máscaras, botas y que siempre se hagan las fumigaciones lejos de la gente o animales y de las fuentes de agua.
Zaragoza se mostró satisfecha porque dijo que los reclamos de los vecinos de la ciudad ya no se receptan y que también se registra una buena aceptación de parte de los productores.
Desde que se aprobó la ley hasta la actualidad, en Río Tercero se ofrecieron dos charlas a cargo de funcionarios de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Provincia. Ésta dependencia también es la que debe expedir el carnet de habilitación de los operadores fumigadores, requisito indispensable para desarrollar fumigaciones.
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